ALICANTE. La alcaldesa de Requena, Rocío Cortés (PP), no tardó ni una semana desde la apertura de la piscina municipal a finales del pasado mes de junio en sugerir a Ilitia Mediterránea, la empresa ilicitana que se había adjudicado el contrato para operar el recinto un año antes (con otro equipo de gobierno), que contactase con otra empresa para subcontratarle la adjudicación. Es más, hizo de intermediaria con la potencial subcontrata y aseguró a Ilitia que, si se avenía, el Ayuntamiento que preside aprobaría la operación de inmediato.
Así ha quedado registrado en la conversación de WhatsApp mantenida entre la primera edil de Requena y el responsable de la contrata por parte de Ilitia Mediterránea, a la que ha podido acceder Alicante Plaza. El mismo 4 de julio, justo después de que Ilitia tuviese que cerrar el recinto por un problema con el circuito del cloro, Cortés se pone en contacto con el responsable de la firma para facilitarle el teléfono de la citada empresa y señalarle que "ya estaría dispuesta a quedarse la piscina".
La conversación evidencia que la opción de subcontratar a otra empresa para que asumiese el contrato adjudicado a Ilitia nunca partió de la empresa ilicitana, cuyo responsable replica a la alcaldesa que debe consultar con los socios de la empresa si lo ven interesante, sino que es la propia Cortés la que lo propone y realiza las gestiones con el posible subcontratista. En este sentido, cabe recordar que Ilitia ha acusado a la primera edil de Requena de presionarles con retrasos en los pagos y trabas a su actividad para forzar dicha subcontratación,
Así, Cortés pide al responsable de Ilitia que se ponga en contacto con "la empresa de Guadalentín", que "ya estaría dispuesta a quedarse la piscina". La primera edil de Requena, que tiene prisa por ver fructificar la operación, pide al empresario: "Dime algo en cuanto lo sepáis", y añade que "la subcontratación la aprobaría de inmediato". Su interlocutor en Ilitia responde que "espero decirte algo lo antes posible, pero de momento vamos a cambiarle el color al agua" (en ese momento, la piscina había cerrado al volverse verde el agua por falta de cloro).
La alcaldesa de Requena se impacienta. Al día siguiente, 5 de julio, vuelve a escribir al responsable de Ilitia para preguntarle si "habéis decidido algo". No obtiene respuesta, y el día 6 de julio vuelve a ponerse en contacto con él, a las 14,44 horas, con un "Hola. Llámame cuando puedas". El directivo responde a las 21,33 y pide "disculpas por las horas". Indica que no ha podido localizar al dueño de la empresa al estar de viaje, pero "sí he hablado con los otros socios y con el asesor y sí podemos plantear la modificación del contrato".
No obstante, el responsable de la contrata de Requena por parte de Ilitia saca el tema que en realidad preocupa a su empresa: no cobra desde que comenzó a operar el recinto. "Me comentan que es importante desatascar el tema del endoso de la factura". La empresa acusa a la alcaldesa de impedirles facturar sus servicios, escudándose en los fallos que ha tenido la piscina este verano, como una manera de presionarles para acceder a la subcontratación.
"En cualquier caso, nosotros seguimos en marcha para la apertura", le cuenta el directivo de Ilitia, "hasta el punto de que he encargado una auditoría externa para la revisión de la instalación, para evitar futuras sorpresas en caso de no llegar a un acuerdo". Ilitia desconfía de los informes elaborados por técnicos municipales, sospecha que la alcaldesa los usa para sabotear su actividad, y decide cubrirse las espaldas con una tercera opinión independiente. El 7 de julio la alcaldesa acusa recibo de estos últimos mensajes y se compromete a llamar.
Los siguientes mensajes son de agosto, cuando la piscina ha vuelto a operar con normalidad pese a algún sobresalto esporádico y no se ha vuelto a hablar de la subcontratación. Ilitia pide a la alcaldesa una reunión para clarificar posturas y decidir cómo proceder a continuación. Dicha reunión se produjo hace unos días sin alcanzar una solución satisfatoria, según ha podido saber este diario.
Como adelantó ayer este diario, Ilitia sostiene que lo que busca la alcaldesa de Requena es entregar la gestión de la piscina municipal "a una empresa local que apoyó su campaña municipal", y para ello ha estado presionando a la firma con sede en Elche por distintas vías: de un lado, retrasando los pagos por su trabajo; de otro, poniendo trabas a su labor y acordando cierres en base a informes elaborados por técnicos municipales. Y en paralelo, insistiendo a los directivos de la empresa para que valorasen subcontratar la gestión del recinto a la citada firma local.
