En breve, Juanjo Sellés dejará de ser presidente de Uepal, la pequeña patronal de la provincia de Alicante, que nació de los restos de la antigua Coepa y que siempre quiso ser la alternativa a la CEV. Ambas organizaciones se han mantenido unidas casi tres años -desde mayo de 2019 hasta septiembre de 2022- y finalmente, CEV Alicante decidió prescindir de Uepal tras las diferentes discrepancias entre dirigentes y la pérdida de confianza
La presidencia de Sellés no deja de ser una oportunidad perdida para que de verdad hubiera una verdadera asociación única, de empresarios, con un mensaje claro, aunque existieran las discrepancias, que las hay en todos los sitios. Es más, me atrevería a decir que siempre es bueno que existan. Sellés es y era un hombre espetado, experimentado, conocedor del sector económico de la provincia de Alicante y del resto de la Comunitat, y por eso era el perfil idóneo. Se le dio la oportunidad, fue nombrado vicepresidente de CEV Alicante, pero algo ha fallado.
No voy entrar en los detalles. Quizás, también estén los personalismos, como en muchas empresarias, sindicatos, partidos políticos, etc. A estas alturas, no hay duda de que la patronal es CEV Alicante, que forma parte de un proyecto sólido y riguroso, de ámbito autonómico, con sus aciertos y defectos. Ahora bien que es posible que durante este periodo se haya producido elementos que hayan quedado en un segundo plano, que a Uepal le gustaría que una voz más crítica hacia el poder establecido y en determinadas cuestiones, con razón, pero que han quedado ladeadas.
Es verdad que CEV nació con el respaldo de muchos, me atrevería decir que de la mayoría de las organizaciones empresariales, comarcales y sectoriales. Algunas de ellas optaron por la doble militancia -Upeal-CEV-, bien por creer que era lo mejor, bien por enemistarse ni con unos ni con otros. CEV siempre tuvo perfiles dialogantes y generosos, como en su momento Perfecto Palacio y ahora Joaquín Pérez, pero quizás el error de CEV es haber tenido un primo de Zumosol que por las razones que fuere jugó el papel de mamporrero, a veces, en demasía, como elevando ciertas anécdotas a crisis de causa general, con filias del pasado, incluso por encima de la propia legitimidad de los protagonistas. Sonado fue aquel episodio en el que el propio Perfecto Palacio salió un domingo trasquilado siendo, en teoría, el bueno de la película. Lo que tiene el stablishment.
Tampoco es coherente en lo que incurrieron los propios dirigentes de Uepal. Si de verdad te integras en un proyecto como es la CEV, cuando menos debes mantener las coherencia y la disciplina discursiva. Y si discrepas, discrepa, a riesgo de pasar lo que ha pasado. Si no creían en CEV, fue una pena el intento de unidad empresarial.
Siempre debe haber equilibrios. Son necesarios. Se pueden tener dentro, o fuera. Si fuerzas la máquina o reiteras en la discrepancia, ya sabes lo que toca: el frío. ¿Qué hay quien prefiere pasar frío a cambio de libertad discursiva? Pues allá cada cual. Pero de lo que hay duda es que esto era y es como un matrimonio, en el que debe existir amor y lealtad para que dure muchos años. No ha podido ser. ¿Aparecieron terceros? ¿Fallaron los detalles, por pequeños que fueran? ¿hubo incontinencia por parte de unos? Una lástima, pero creo que toca recordarlo, ahora que se va Juanjo Sellés y viene César Quintanilla. Veremos si lo intentan de nuevo.
La Gala de Premios, prevista para el 25 de octubre, premia a la Asociación Provincial de Empresas de Limpieza de Edificios y Locales de Alicante, a Terciario Avanzado, al Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales y al Círculo de Empresarios del Medio Vinalopó.