El local ocupado por la histórica Heladería Espí en Alfonso el Sabio.ALICANTE. La renovación de la oferta hostelera y comercial de la avenida de Alfonso el Sabio de Alicante continúa hasta alcanzar a otro negocio histórico posicionado en el número 4, junto al cruce de la avenida con la calle San Vicente: la Heladería Espí. El establecimiento fundado por Eliseo Espí en 1958, originariamente como un negocio dedicado a la venta de turrón de Jijona, baja definitivamente la persiana después de haber visto pasar a tres generaciones a cargo de su gestión y de haber ampliado su campo de actividad para ejercer, también, como heladería.
La jubilación de su último responsable, el impacto de las dos últimas crisis y la reducción de su espacio de terraza original -una de las claves de su funcionamiento como heladería- han llevado a sus responsables a formalizar el traspaso de uno de los locales más veteranos que ha permanecido ligado a la céntrica avenida incluso desde antes de 1958, ya que el primer puesto de venta de turrón de la familia Espí se situó junto a una de las esquinas del Mercado Central.
No obstante, tras una operación de traspaso intermediada por la consultora Inversale (especializada en el canal horeca), el establecimiento no permanecerá vacío e inactivo por mucho tiempo. El hueco de la tienda de turrones y helados quedará cubierto 65 años después de su apertura con el aterrizaje de una cafetería de inspiración italiana bajo la denominación de 'Café Sospeso' que quedará operativa antes del mes de marzo.
El mismo nombre del nuevo establecimiento es un guiño a la tradición napolitana por la que cualquier cliente que acude a un bar a tomar un café deja pagado también una segunda consumición para el próximo "como gesto de amor o de gratitud desinteresada", según explican sus promotores. "Queremos trasladar a Alicante ese mismo espíritu que se está extendiendo por otras zonas de Italia e incluso otros países de Europa", añaden.
El negocio comenzó como tienda de venta de turrones en 1958 y deja paso tras tres generaciones
El local, de 35 metros cuadrados y zona de terraza con espacio para cinco mesas, queda sujeto a una próxima remodelación para adaptarse a las necesidades del nuevo negocio. De hecho, pese a que Café Sospeso también mantendrá la venta de turrones y helados, se prevé que se compatibilice su actividad como cafetería con la introducción de servicio de comida.
Entre sus productos y especialidades de helados y turrones, se incluirán elementos de tradición italiana, pero también españoles. "Queremos combinar las dos tradiciones", apuntan sus responsables, que ya cuentan con experiencia familiar en la gestión hostelera en la ciudad a través del restaurante italiano In bocca al lupo situado en la calle de Muñoz. Se trata de una pizzería-ostería que tiene réplicas en los municipios de Altea y Calp.
Al margen del cambio de rótulo de la Heladería Espí por Café Sospeso, también se han precipitado en los últimos meses otras renovaciones de negocios en la misma avenida de Alfonso El Sabio como la protagonizada por la cervecería Pis Pas sobre el local de la antigua cafetería Iruña o por Baguettalia en el antiguo establecimiento de Orange. Todo, a la espera de que se produzca la apertura del nuevo restaurante de La Mafia se sienta a la mesa en los bajos del edificio de coliving de Suiters, cuyo local continúa en fase de remodelación tras varios meses de obra.
