SAN VICENTE DEL RASPEIG. Con 18.400 árboles y palmeras en sus calles, plazas y parques, San Vicente del Raspeig no está muy lejos de alcanzar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con respecto a que las ciudades dispongan de, al menos, un árbol por cada tres habitantes. Una meta que se ha propuesto alcanzar la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento sanvicentero.
Con una población de derecho de 58.385 personas en 2019 y un censo arbóreo de 18.400 ejemplares, la proporción en San Vicente se sitúa en este momento en 3,17 habitantes por árbol. El objetivo de la Concejalía de Medio Ambiente es bajar esa ratio hasta las tres personas por árbol.
El concejal de Medio Ambiente, Alberto Beviá (EU), considera que se trata de un objetivo alcanzable para el Ayuntamiento en un plazo no muy lejano de tiempo. "Partimos de una buena base, ya que San Vicente es de las ciudades del entorno con más número de ejemplares", ha indicado el edil, quien recuerda que según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los beneficios sociales y ambientales que reportan los árboles a una ciudad son dos o tres veces mayores que la inversión en plantación y cuidado.
Las especies vegetales del paisaje urbano mejoran la percepción de la ciudad, haciendo que las calles y plazas sean más confortables; suavizan las temperaturas, aportando frescor y sombra en verano; y, aunque no sea fácil de percibir, limpian el aire que se respira y retienen las partículas tanto de la actividad propia de la ciudad como del tráfico.
En San Vicente del Raspeig se ha llevado a cabo un gran esfuerzo para mejorar el aspecto de la ciudad, conservando la vegetación existente y aumentando su densidad con más de 18.000 ejemplares de árboles y palmeras en calles y parques.
Un árbol puede llegar a absorber 150 kg de CO2 al año, al mismo tiempo que libera oxígeno. El exceso de dióxido de carbono (CO2) causado por muchos factores se está acumulando en la atmósfera y está contribuyendo al cambio climático. A través de la fotosíntesis que realizan las hojas, el árbol atrapa el CO2 de la atmósfera y lo convierte en oxígeno puro, enriqueciendo y limpiando el aire que se respira.
La concejalía de Medio Ambiente ha desarrollado este otoño una campaña para crear vínculos entre la flora urbana y la ciudadanía con el objetivo de que vecinas y vecinos valoren más los árboles de la ciudad y tengan conciencia de que estos reportan muchas más ventajas que inconvenientes.
También las zonas verdes han crecido en los últimos años en el municipio hasta alcanzar los 350.000 metros cuadrados. Destacan los parques Lo Torrent y Parque Presidente Adolfo Suárez, con 85.000 y 83.057 metros cuadrados de extensión, respectivamente.