Los candidatos al Congreso por Alicante reconocen la necesidad de reformar un modelo de financiación "lesivo"
Los candidatos al Congreso por Alicante reconocen la necesidad de reformar un modelo de financiación "lesivo"
ALICANTE. El primer debate electoral con los candidatos al Congreso por Alicante no pasará a los anales de la historia por su alud de propuestas de los partidos ni por los grandes enfrentamientos dialécticos. Más bien, todo lo contrario: fue un debate muy de los de hoy en día, de monólogos, donde cada aspirante intenta hablar de lo suyo, y en el que sí que se pueden obtener algunas conclusiones. La primera y más evidente es que todos los partidos con representación, PP, PSPV-PSOE, Ciudadanos, Unidas Podemos y Compromís coinciden en la necesaria reforma del sistema de financiación de la Comunitat Valenciana y de la provincia de Alicante. Y dentro de este contexto, los cinco partidos también son partidarios de dotar a la provincia de mejores infraestructuras. Ahora bien, las diferencias entre los partidos vienen con la política fiscal; las alianzas para formar Gobierno, la política social y la hídrica. Este fue el papel de los candidatos de cada partido.
Comenzó el debate planteando la cita electoral como un desafío sobre la unidad de España -"si gobierna el PP, gana España; si sigue Pedro Sánchez, pierde España" y criticando la catalanización del Gobierno del Botànic. Pero poco a poco tuvo que ir resituando el mensaje al ver que, solo Ciudadanos, al principio, puso la cuestión nacional sobre la mesa. En materia de política económica, defendió la bajada de impuestos y el apoyo a pymes y autónomos y lamentó que haya bajado el número de trabajadores indefinidos. También se mostró partidario de que aplicar políticas diferentes para que los jóvenes encuentren trabajo de manera más fácil. Fue crítico con Ciudadanos, del que dijo que "es un partido que no sirve para nada" y puso el ejemplo de la formación naranja no intentó la investidura en Cataluña con Arrimadas, pese a ser el partido más votado. Cada vez que Pedro Duque (PSOE) y Marta Martín (Cs) coincidieron en alguna medida, el aspirante popular censuró la condescendencia entre ambos. Por último, cuestionó el apagón informativo del actual Gobierno en la provincia de Alicante: recordó que el plan de Cercanías lo dejó redactado el PP, y reivindicó la conexión del AVE con Benidorm y Torrevieja.
El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades intenta defender la acción del Gobierno de Pedro Sánchez, pero con un perfil bajo, conciliador y tranquilo, y haciendo valer su imput científico. Duque ensalzó el cambio de rumbo que ha dado el Gobierno socialista a la economía y a la agenda social y puso en valor el diálogo abierto que mantiene con todas las autonomías. Esbozó los planes del PSOE en tres líneas: rigor presupuestario; ayudar a la gente que peor lo ha pasado con la crisis, y virar el modelo económico de España hacía el conocimiento y la innovación para mejorar en cotas de prosperidad. Defendió la subida del Salario Mínino Interprofesional, la subida del subsidio para desempleados de más de 52 años y prometió más inversiones en infraestructuras, como las que incluía el PGE de 2019. Se mostró de acuerdo con algunas propuestas de Cs, y en cuestiones planteadas por Compromís y Unidas Podemos. Finalizó su intervención en valenciano como muestra, dijo, de su compromiso con los 20 años que lleva ligado a Xàbia.
Guijarro hizo valer sus dotes de economista, sin caer en la estridencia del mensaje de algunos líderes de Podemos. Conocedor de los datos macroeconómicos de la provincia de Alicante, Guijarro ha defendido la apuesta de la formación morada por las políticas verdes y feministas, y que éstas tengan su repercusión en la economía. Fue el único que se atrevió a decir que el trasvase Tajo-Segura está finiquitado, que la cuenca cedente no da más de sí, y que hay que pensar en la interconexión de las desaladoras y optimizar los recursos sobre el agua. En el ámbito político, hizo una apuesta de la alianza entre las formaciones progresistas para evitar el tripartito de derechas e hizo gala de una agencia social que a su juicio debe aplicar el futuro Ejecutivo central, basada en la gratuidad de la educación, sistema sanitario básico, garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas, y aplicar un IRPF más alto a las rentas más altas. "España está a ocho puntos de la media europea en materia fiscal", ha alegado Guijarro para oponerse a la rebaja fiscal que proponen PP y Cs. En cuanto a la reforma del sistema de financiación, el candidato de Unidas Podemos ha abogado por la condonación de la deuda de la Comunitat Valenciana.
La candidata de Ciudadanos ha irrumpido en el debate con fuerza, intentado, repartir críticas, por igual, a PP y PSOE. Se ha mostrado contraria a pactar con el PSOE por sus acuerdos con las formaciones independentistas y con el populismo económico, aunque a lo largo del debate sí que ha coincidido con el candidato socialista en materia educativa, por ejemplo. Tras la introducción más política, en seguida se ha inmiscuido en la cuestión económica. Así, ha defendido la recuperación del capital humano, la aplicación de la mochila austriaca y las rebajas fiscales para los autónomos. "Somos el partido de los autónomos", ha reivindicado. Sobre la financiación autonómica, ha sido muy dura con PP y PSOE. "Han tenido muchos años para reformar el sistema o para ejecutar muchas infraestructuras que ahora reivindican, y no lo han hecho", ha censurado. Y ha criticado la política de contar ladrillos de Compromís: "Hay que apostar por infraestructuras estratégicas como el Corredor Mediterráneo o la conexión ferroviaria con el aeropuerto", ha reclamado. En su alegato final, "ha pedido a los electores que confíen en Ciudadanos para salir de esta pesadilla -en referencia al Gobierno de Sánchez- para lograr una España diversa, pero unida, en la que todos sean libres e iguales".
Candela quizás ha sido, junto a Pedro Duque, el candidato más previsible. No obstante, ha logrado introducir dos cuestiones diferentes: el tema de la corrupción, algo que ha molestado, y bastante, al candidato del PP, por algunas alusiones directas, y la palabra Alicante. Candela ha sido quien más ha hablado de Alicante y ha erigido a su coalición como la única que puede defender los intereses de la provincia frente a partidos que dependen de Madrid o Barcelona. El diputado valencianista ha prometido un plan de inversiones 2019-2023; apostar por la reindustrialización en sectores como el calzado y el textil, a cuyas empresas, en mor de la transparencia y buen hacer, habría que dar un sello de trazabilidad; también ha defendido mejores condiciones para los autónomos y la reducción de la semana laboral a las 32 horas. Ha tenido reproches para Cs, con algunas de sus políticas en Andalucía, como la bajada de impuestos a los "señoritos", según ha dicho. En materia de financiación, ha defendido los mecanismos de compensación para la Comunitat mientras no se apruebe el nuevo modelo y finalmente, ha propuesto un gran acuerdo para el cambio de la financiación para que la autonomía reciba 1.325 millones de euros más.
Los candidatos al Congreso por Alicante reconocen la necesidad de reformar un modelo de financiación "lesivo"