trabajos de demolición y concurso de ideas para rehabilitar la antigua tabacalera

La hora de 'Las Cigarreras': esta es la hoja de ruta para 'el CaixaForum de Alicante'

20/01/2019 - 

ALICANTE. El año 2019 está marcado como el del despegue definitivo de Las Cigarreras: el centro cultural que el Ayuntamiento de Alicante comenzó a plasmar en planos hace dos mandatos sobre las restos de la antigua Tabacalera. Las instalaciones de aquella fábrica ya reciclaron un uso precedente: se levantaron sobre los cimientos de la Casa de la Misericordia, cedida por el Obispado al Estado en 1.801 precisamente para que se destinase a la fabricación de tabaco. Y esa fue su función, tras pasar por varios avatares (incendios y reconstrucciones incluidas) hasta que las necesidades logísticas (y, en parte, también el deterioro del inmueble) llevaron a su última operadora, Altadis, a requerir otro espacio distinto con otras funcionalidades.

Ahora, casi 19 años después de que el conjunto arquitectónico pasase a ser público a través de una controvertida operación de permuta, se pretende dar el impulso crucial para convertirlo en el gran polo cultural polivalente que Alicante aún no tiene y que sea capaz de revitalizar un entorno especialmente falto de dotaciones públicas, con una orientación a la manera de las experiencias desarrolladas en otras ciudades. ¿Cuál es la referencia a seguir? Los ejemplos son múltiples: desde l'Escorxador de Elche hasta el Centro Cultural La Nau de València... Pero, en especial, se piensa en modelo del CaixaForum de Barcelona (también levantado sobre los vestigios de una fábrica textil) como mejor espejo en el que mirarse. Eso sí, enteramente bajo el impulso y la gestión pública.

El reto consiste en adaptar los edificios aprovechables de la factoría para que tengan cabida todo tipo de manifestaciones artísticas: la música, las exposiciones, el teatro, los desfiles... e incluso el hub de empresas de la industria cultural ya prácticamente listo para su puesta en funcionamiento, en el edificio ya bautizado como Caja Roja. Con su puesta en marcha, se convertirá en el cuarto edificio ya recuperado para uso público, junto a la Casa Música, la Caja Negra y El Secadero, recuperados de manera progresiva desde 2009 como avanzadilla de lo que el complejo está obligado a convertirse.   

La clave para conseguirlo son los fondos europeos concedidos a través de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible al proyecto de reurbanización del área de entre castillos, conocido precisamente como DUSI de Las Cigarreras. Para ello, el actual equipo de Gobierno, del PP, ya trabaja junto a los técnicos municipales en dos pasos previos, que se financiarán con cargo a esa línea de ayudas: la demolición de las naves que no son recuperables ni por su estado ni por su valor patrimonial-cultural y la convocatoria de un concurso de ideas con una perspectiva global que sirva de hoja de ruta de conjunto.

Las dos iniciativas ya tienen un presupuesto consignado con la previsión de que puedan lanzarse esta primavera. Para los trabajos de derribo, se prevé una suma de 648.000 euros, según fuentes de la Concejalía de Coordinación de Proyectos, que dirige la popular María Dolores Padilla. Para el concurso de ideas, se prevé una consignación de 416.000 euros que permitan costear los trabajos de redacción del proyecto. Para acometer las primeras actuaciones, ya se piensa en una cifra no inferior a los 3 millones en obras, con la previsión de que puedan comenzar a ejecutarse antes de que concluya este año. 

Para conocer la envergadura del trabajo en ciernes, basta poner en valor dos datos sobre superficies concretas: en la actualidad, el recinto rehabilitado y en uso se extiende sobre 21.547 metros cuadrados y se pretende actuar sobre un área de otros 30.000 metros más. Es decir, se trata de doblar la dimensión útil del complejo. Eso sí, esa extensión no será toda para nuevos edificios. Con la demolición de las naves desechadas y la rehabilitación de las recuperables, se ganarán 15.581 metros de superficie construida y cerca de otros 15.000 de urbanización, como zona ajardinada transitable entre unos edificios y otros. La duda persiste, no obstante, en la conveniencia de la apertura de todo el complejo, ahora rodeado por un muro.          

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