Isabel Bonig Verge i Màrtir. El Santo Traslado de la Corte emergente del PPCV des de Alacant a València provoca divertidísimos terremotos, compra y venta de almas y corrimientos piadosos de tierras, cataclismos cósmicos y sábanas mojadas en ambas ciudades. Tota la vida tapant forats. Lío entre el PPCV las órdenes mendicantes y los satélites de Génova. Aspirantes y herederos. Francisco Camps, sobreexcitado, rodeado de faldas celestiales y a lo loco, vuelve. Una entrada triunfal, rojo capa arzobispal a lo Jordi Évole. Toni Cantó, la falsa moneda de la ropa secándose olor a Imperio Argentina, le confiesa a Carlos Herrera que también. Una maledicció. Resucita Rita Barberá. María José Catalá pide “generosidad” aquí en Plaza Radio en plan General Secretaria. Espera, guapa, que ahora entra en la secuencia Eva Ortiz nuestra chica Bond, espléndida, turgente y salada, saliendo de la playa con su afilado puñal ajustado en su biquini blanco. Así estaremos dos años. Ai mare!
Carlos Mazón busca medirse con Ximo Puig. Adrián Ballester entra en las quinielas como sucesor natural del presidente de la Diputació d’Alacant si opta por no compatibilizar el cargo institucional -que no lo hará- con el de jefe de la oposición del País Valencià. La cuerda del catolicismo militante se abre a llegar a un acuerdo con el liberalismo del sur. Este cuento de la lechera está pendiente del cántaro, de la incógnita 4M en Madrid. Y que si no se llega, Génova no se resquebraje mas aún entre Vox y Alberto Núñez Feijoo. El Papa Francisco se ha exorcizado en una cruzada contra la corrupción del Vaticano. Un “motu proprio”, un rosario, una vuelta al patio, a la cruz de mayo y la justicia universal. El Botànic así en general y Mónica Oltra en particular bien, “sin sobresaltos”, gracias. Hay que leer, ver y escuchar al maestro de periodistas Vicente Climent Gisbert. Un libro abierto. Es una orden.
Síndrome de abstinencia. Cuando el personal estaba así como más animado y estimulado, directamente empalmado e incluso vacunado, va y llega ya el 5 de mayo. ¿Qué haremos? Horror vacui. La banda entona la melodía del show de Looney Tunes ‘Lástima se terminó… eso es todo amigo’. Tranquilidad, Isabel Díaz Ayuso no va, así, a la francesa, a retirarse de los escenarios. No queridas ni queridos, no sucumbáis a la perdición de las drogas que son mú malas. El trumpismo español -neofascismo, franquismo, plataformismo, guerra culturalismo y todos los istmos que ya ni caben en la all right cañí- ha venido para quedarse a porta gayola. Estamos salvados. Eso sí, necesitamos más dosis de exquisita y purísima levitación erótica y elitista a lo Cayetana Álvarez de Toledo. Federico Jiménez Losantos especula sobre los orgasmos de Mónica García y Yolanda Díaz “se deben caer los tejados”. El que te fam somnia rotllos. Al otro lado del río se bañan en pelota picada Vivien Leigh y Laurence Olivier. Felipe González le atiza a “el tío que dice que todo va bien” Pedro Sánchez. Y apoya a Gabilondo. La vida sigue igual. Mi querida España. La vida es una tómbola. Cantemos al amor de nuestros amores. Con flores a María…
Chicas, toca a sacar los trajes de comunión diaria. Y las cartillas de racionamiento ideológica. Nada de datos, ciencia ni verdad. Comunismo o cerveza. Y, como siempre patroneando, el salmón Aznar a contracorriente de la ortodoxia de la marea universal económica keynesiana -aquí va un padrenuestro y medio- de los mandamases del nuevo capitalismo. Y, por supuesto, de Joe Biden, Nancy Pelosi y Kamala Harris que acaban de activar un nuevo New Deal. El abuelito aburrido y radical capaz de arrastrar en su transformación a Ocasio y Ecclestone. Fins i tot al Gerard Fullana i la seua aixà. Joder, Spain siempre a la contra. Vamos a secuestrar la vaquilla. Niñas, al salón.
Aquí en la periferia, al borde del mediterráneo feliz, fenicio y traidor, el cerrilismo y crispación se nota así como más sin mascletaes. No porque venga Felipe VI y no suelte ni una frase como la manta al coll i el cabasset mon anirem al postiguet -veremos la próxima semana en Castelló de la Plana- sino porque la agitación política e institucional ha llegado a les Corts, al Montgó y al del palillo del bar de la esquina. Qué ignominia el desprecio a la figura de Enric Valor. Suenan las alarmas: el PP indígena vuelve a sacar el espantajo de la chistera ¡plim! otra vez el conejo con tomate del Palacio de Congresos. ¡Socorrrooo000¡ algo pasa. Tapemos la mani de 100 alcaldes del PSPV y Compromís. Carlos González y todos los ilicitanos, insultados, cogen un capazo del copón. El alcalde de Alicante echa mas sal en la herida. Colapso en confesionarios, bares de mala muerte o ambulatorios desatados según los colores. Robo de yeguas trashumantes.
Y Díaz Alperi y Sonia Castedo con su caballo blanco sin sentenciar. Sube la luz. Mitad de mandato. La suciedad nos come. La izquierda alicantina se beatifica. Un servidor está encantado con Xavier López, Natxo Bellido y, especialmente, con el líder socialista Paco Sanguino. La Santísima Trinidad que aguanta con una paciencia benedictina los embistes de la política jabalí aporofóbioca de Julia Llopis. Que confunde la inocencia y los colores. Y es el puente por donde emigran los hormigas del PP al Vox indígena. Y se ha vuelto, con permiso, a comer al alcalde Luis Barcala. Que está en los cielos.
“Hay que escribir de los poderosos como si estuvieras redactando tu esquela”. Mi nunca bien considerado ni pagado Herr Direktor Miquel González se cuela en la pantalla y me readmite con la condición de que vuelva a reescribir en la pizarra azul un millón de veces esa frase con la que un servidor se despedía la semana pasada. Me hace el desayuno, la cama , pone la lavadora y riega las plantas. Desaparece, como el 1º de mayo…Au!, dando un portazo en la red. Son las 5:45 de la madrugada. Repican los campanarios de la Sierra de Espadán.
Acabo de salir del Teatro Ruzafa. Tengo seis años. Las vedettes nos dan dos besos a mi amigo Paco López Barrio y a un servidor. Después nos perdemos en la naturaleza bestial de la poesía. Nos encontramos años después bañándonos desnudos también libres en la orilla del mar. Las niñas nos tiran agua. Rafa Brines, alegre, grita. Y usted, querido lector, me sonríe. Sin nada a cambio. De verdad.
Lo creado y lo increado cobra sentido. El agua está helada.