ALICANTE. El volumen de recaudación de la Agencia Tributaria (AEAT) en una determinada delegación no puede confundirse literalmente con una unidad de medida de la riqueza de ese territorio concreto, pero sin duda es un buen indicador de la actividad económica que se desarrolla en el mismo. Y desde este punto de vista, los datos que incluye el último informe de la AEAT no pueden ser más positivos para la provincia de Alicante.
La delegación de la AEAT en Alicante ha visto cómo en octubre se incrementa la recaudación en todos los tributos que gravan la actividad (IVA, IRPF y Sociedades) por encima de la media española, y cómo en el acumulado de los diez primeros meses del año 2017 los ingresos por estos conceptos en la provincia han aumentado un 15% respecto al mismo periodo del pasado año. Así, a estas alturas del año Hacienda ha recaudado 2.771 millones de euros por todos los tributos, según el informe, lo que significa 370 millones de euros más que el año pasado por estas fechas.
En lo que se refiere al IRPF, que grava directamente la renta de los ciudadanos de la provincia, la AEAT ha recaudado 1.006 millones de euros hasta la fecha, un 17,8% más que en 2016 (854 millones). En el mes de octubre, la recaudación fue de 204 millones (un 24,6% más que el mismo mes del año pasado). Estas cifras se complementar con el IRNR, las rentas de los no residentes, que aportaron 43,7 millones en el periodo, un 24,6% más. El Impuesto de Sociedades, que pagan las empresas en función de su volumen de facturación (es decir, a más volumen de negocio de las firmas alicantinas, mayor recaudación), ha aportado a las arcas del Estado 504,7 millones de euros hasta octubre, un 33,9% más que en el mismo periodo del año pasado (376,8 millones).
Solo en octubre, cuando las empresas realizan el segundo pago a cuenta por este tributo, la recaudación fue de 241,9 millones de euros, lo que supone un 67,4% de incremento respecto al año pasado (144,5 millones). Casi cien millones más. El dato, espectacular, resulta aún más llamativo si se compara con la media estatal, que cayó un 15%. La explicación, según el secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, no puede ser más obvia: el traslado de la sede social del Banco Sabadell de Barcelona a Alicante, que se hizo efectiva el 5 de octubre.
De no haber mediado el traslado de la entidad, cabe suponer que el comportamiento del Impuesto de Sociedades en Alicante habría sido similar al de la media estatal, con una ligera caída. Y la razón es que, al contrario que en 2016, este año las empresas han realizado un primer pago a cuenta en abril, por lo que en octubre queda menos que pagar y la recaudación baja. En el caso de la provincia, al sumarse el segundo pago del Sabadell, la recaudación se ha disparado respecto a octubre de 2016, cuando el banco aún no estaba domiciliado en la capital alicantina. Por contra, la recaudación cae en Barcelona más que la media (un 25%) tras la 'fuga' de empresas, lo que refuerza la tesis.
El tercer gran tributo de la provincia que se dispara es el IVA, que grava directamente los intercambios comerciales. Según el informe mensual de recaudación de la AEAT, la Delegación de Hacienda en Alicante ha ingresado por este concepto 1.136 millones de euros en los diez primeros meses del año, lo que supone un 8,2% más que en el mismo periodo de 2016 (1.050 millones). Dado que el tipo no ha variado, el incremento refleja una mayor actividad comercial en la provincia. En cambio, la recaudación por Impuestos Especiales (tabaco, alcohol, combustible y electricidad) se contrae un 2% en el periodo (27 millones) y por el Tráfico Exterior un 4% (55 millones).
El secretario general de Gestha advierte, no obstante, de que estos tributos no pueden tomarse directamente como un indicador puro de la riqueza del territorio, que marca el INE con el PIB per cápita, y señala que tampoco influye en el modelo de financiación autonómica. Es decir, que el incremento de la recaudación en Alicante no significará más fondos estatales para la provincia, al menos directamente: parte del IVA está transferida, al igual que sucede con el IRPF. El Impuesto de Sociedades, en cambio, es íntegramente estatal.