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entrevista al candidato de la confluencia de izquierdas

Guijarro (Unidas-Podemos): "No hay que prometer cosas nuevas, sino cumplir lo que pide la gente"

13/04/2019 - 

ALICANTE. Txema Guijarro García (Madrid, 15 de abril de 1975) es licenciado en Economía por la Universidad Autónoma de Madrid. Especialista en Sociología del consumo y búsqueda de mercados en la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido asesor del departamento de investigación de mercados de Telefónica. También ha trabajado para el Gobierno de Rafael Correa de Ecuador como asesor y subsecretario del Ministerio de Exteriores para las regiones de África, Asia y Oceanía.

Es la primera campaña que hace Txema Guijarro como cabeza de lista como candidato de Unidas Podemos al Congreso de los Diputados por Alicante. En 2015 y 2016 ya formó parte de la candidatura, entonces con Compromís como socio, y en el puesto número tres.

-¿Le molesta que le sigan llamando cunero?

-No me molesta. Ese apelativo se ha ido cayendo por el camino. Después de tres años y pico, ya no es el baremo por el que te miden, no por dónde vinieras, sino lo que has podido demostrar en el trabajo. Mi compromiso con la provincia de Alicante lo he podido acreditar.  He tenido compañeros que me han exigido, pero me han ayudado. El vínculo que he generado con ellos ha sido muy potente.

"Hubiera sido preferible tratar de armar un frente popular, de izquierdas y progresista lo más amplio posible"

-Las otras campañas se hicieron con Compromís como socio, ahora sólo con Izquierda Unida, ¿cambia mucho tener una pareja de baile u otra?

-Hubiera sido preferible tratar de armar un frente popular, de izquierdas y progresista lo más amplio posible. Siempre queda alguna pata, que termina de integrarse. Creo que los acuerdos de confluencia que se han hecho aquí han dado lugar a candidaturas heterogéneas, con gente muy diversa, pero con un programa claro y con un proyecto de país para los próximos 15 años. Posiblemente no hemos alcanzado el óptimo, pero si estoy satisfecho.

-¿Con Compromís se intentó en algún momento ir juntos?

-Compromís dejó muy claro desde el principio que no le interesaba. La relación ha sido en general buena. En el Congreso de los Diputados yo he visto la cooperación de Compromís con nuestro grupo y viceversa. La relación ha sido buena, en las votaciones hemos coincidido en la inmensa mayoría. Su decisión de ir en solitario es respetable, pero no por ello dejaremos de buscar acuerdos.

"El gran debate no es Cataluña o si portamos armas o no, sino cómo hacemos para que esta provincia vuelva a recuperar la potencia industrial que ha tenido"

-¿Le preocupan las expectativas electorales que hacen las encuestas de Podemos?

-El escenario electoral está muy abierto. Es la gran conclusión que nos da el CIS, que el nivel de incertidumbre sigue estando muy alto a estas alturas de la campaña. Los escenarios inciertos siempre generan miedos, y quiere decir que los escenarios negativos son posibles, pero también los positivos. Si hacemos una buena campaña, seremos capaces de convencer a la gente. Siempre pienso que Alicante es una España en síntesis, especialmente castigada por 10 años de crisis, donde se anuncia una salida de la crisis, pero con datos de paro estructural desorbitados, sobre todo en desempleados de larga duración, los niveles de inversión pública no se han recuperado... hay una serie de datos donde creo que hacen de Alicante un ejemplo de la España que queremos reformar y enmendar. El gran debate no es Cataluña o si portamos armas o no, sino cómo hacemos para que esta provincia vuelva a recuperar la potencia industrial que ha tenido o para que los hijos e hijas tengas alternativas de hacer vida aquí, y no tener que emigrar. Si somos capaces de convencer al electorado bajo ese contexto, nos votarán.

-¿Y qué ofrece Unidas-Podemos para captar a esos indecisos? ¿cuáles son las líneas básicas de su programa?

-Hemos propuesto un programa electoral con una memoria económica de medio y largo plazo, con cierto detalle. No es una especie de Carta a los Reyes Magos. Los dos grandes ejes para todo el Estado son el nuevo acuerdo verde, por un lado, y el vector de lo feminista, por el otro, que alimenta el modelo de transición energética al que tenemos que llegar. Son las dos bigas maestras. ¿Cómo se traducen en Alicante? La dotación de nuevas infraestructuras: hay un déficit de infraestructuras ferroviarias colosal. Y es un clamor. Y más que cosas nuevas, en el fondo la gente sabe lo que quiere…la lista que te puede hacer cualquier alicantino. No hay que prometer cosas nuevas, sino cumplir lo que pide la gente.

"El trasvase nos puede gustar más o menos, pero el trasvase ya no da más de sí: el Tajo no tiene agua"

Va a ver un cambio energético muy potente, que va a exigir a las industrias, que renueven o mueran. Y para que mueran, debe haber un Estado detrás que garantice precios justos, acceso a la energía, etc… Un banco público de inversiones es clave para empezar a desarrollar ese tipo de infraestructuras. Hay que acometer otro tipo de grandes obras, más allá de las ferroviarias. El agua es un tema clave, ya no tiene nada que ver con el trasvase (Tajo-Segura); es un tema de hace años. El trasvase nos puede gustar más o menos, pero el trasvase ya no da más de sí: el Tajo no tiene agua. O se plantea un proyecto de transición integral a medio o largo plazo, vamos a tener serios problemas de agua. No sólo por el sector turístico, sino por las comunidades de regantes o las zonas de huerta. Debe haber un programa fuerte de infraestructuras hídricas, y eso tiene que ve con las desalinizadoras; con la tecnologización de los procesos de regadío y reutilización, para que los afectados se puedan acoger una transición natural, y no traumática. Y ahí debe estar el Estado detrás.  Esa transición se va a dar: o lo hacemos por las buenas, que es lo que estamos planteando nosotros, y quien no habla de eso es que lo está planteando por las malas. Todos hablan del prometer para el corto plazo, pero en realidad el gran desafío está más allá y es enorme.

-Son la única formación que plantea que el Tajo-Segura debe acabar…

-Lo que decimos es que debe haber una alternativa porque el debate de si debe acabar o no ya es pasado. Cuando hay una unidad puede haber debate; pero si esa unidad se ha convertido en un 10% de lo que era antes, ya no hay nada que repartir. A Alicante no les vale con el trasvase: hace falta otras tecnologías supletorias. Y quien no diga esto, está engañando. Basta con hacer los números para darse cuenta de que no dan.

-Entonces la solución es la desalinización y optimización…

-Y la diversificación industrial. Si todo lo fiamos al turismo, que ha rendido grandes servicios a esta provincia, pero hay que tener en cuenta que es un sector fuertemente procíclico. Una economía sana es una economía diversificada. Hay que tener otros sectores diversificados, de ahí que decimos que el vector verde es una oportunidad para que dinamice la economía, y el vector feminista puede dinamizar la economía de los cuidados. Y si somos capaces de desprecarizar esta economía, la de los cuidados (dependencia) y regularizarla, no sólo habría un mejor servicio a los destinatarios finales, redundará en beneficio de todos.

-Hablemos de política de pactos. ¿El objetivo de Podemos es evitar que el PSOE no tenga la tentación de gobernar con Ciudadanos?

-El objetivo de Podemos es intentar ganar, y tener el mejor resultado posible. Y a partir de ahí, empujar nuestro programa lo más lejos posible. Habrá que ver que dan los números. Cuantos más votos a Unidas Podemos, más garantías de que un futuro gobierno pueda llevar un programa más ambicioso en términos sociales y de servicios públicos. Cuanto más se escora la cosa hacia el otro lado, pues más recortes, impuestos quitados a los ricos, como está ocurriendo en Andalucía.

-¿Hasta qué punto la fragmentación en el centro-derecha es una amenaza para Podemos?

-La fragmentación política está en ambos lados y responde al panorama de todo el tablero político español. Es un síntoma más de los tiempos que de la derecha. Creo que sí hay una estrategia coherente de las derechas españolas. Y que no les ido mal:  han tomado el último bastión que les quedaba, Andalucía. Aun siendo un tridente, lo cierto es que la homogeneización de los discursos ha sido creciente; es un vector político común, a pesar de los matices. Pero en el fondo, ante los grandes problemas que tiene España, proponen las mismas soluciones. Menos Estado, menos derechos sociales, más España centralista y más palos a Cataluña.

-Preocupa que eso llegue a la Comunitat Valenciana…

-Me preocupa que haya una involución en este país, y particularmente en la Comunitat Valenciana si ganan esas derechas. Y el problema es que la homogeneización viene por la derecha, y no por el centro. Siempre habíamos pensado que eso eran planteamientos de fuerzas extraparlamentarias y sobre todo, de nostálgicos del franquismo. Ahora de repente los vemos cacareando sus opiniones vergonzantes y vergonzosas sin ningún tipo de pudor.

-Podem ha dicho que le gustaría estar el futuro gobierno del Botànic, a ¿Podemos le gustaría estar en el futuro Gobierno?

-Un partido político aspira a gobernar, y nosotros aspiramos a gobernar. No sé porque esto se problematiza. Para esos estamos aquí, y ese es nuestro trabajo: tener más cuotas de poder para transformar las cosas. Si tú no haces la política, te la hacen. No se trata de arañas puestos aquí o allá; de lo que se trata es de ver el programa de gobierno y eso depende de personas. Por lo tanto, hay que hablar de programa y de personas. Y lo que se trata es de tener una visión integral, y no ministerios parcelados, donde se reparten botines de guerra.

"El ejemplo de la Comunitat Valenciana es relevante; ahora se trata de lograr un Botànic más ambicioso"

-¿El modelo Botànic es el modelo a seguir?

-Es algo poco habitual, y en España nos tenemos que acostumbrar a eso. Ante un panorama un tan fragmentado, se impone una realidad: las mayorías hay que negociarlas, los gobiernos que tengan más sustentos parlamentarios serán más estables que aquellos que nos los tengan. El ejemplo de la Comunitat Valenciana es relevante; ahora se trata de un Botànic más ambicioso. Y tenemos oportunidad, Podemos tiene que entrar.

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