VALÈNCIA. Causas judiciales, congresos y nuevos liderazgos analiza Isabel Bonig. Al partido a nivel de Valencia provincia le lanza un aviso sobre la importancia de la legalidad de los cónclaves en una evidencia de las diferencias que afloran con Vicente Mompó. Sobre su futuro, asegura que no contempla un escenario en el que la dirección nacional pueda realizarle un ofrecimiento para que no se presente a revalidar la presidencia del PPCV.
-El resultado de las elecciones catalanas también tiene su lectura económica. De hecho, Génova decidió abandonar la sede y ha solicitado a las autonomías que se aprieten el cinturón. ¿Ha concretado ya la dirección nacional la cantidad que debe aportar el PPCV?
-Todavía no, no han concretado nada. Pero le puedo asegurar que el PPCV se ha apretado el cinturón porque fuimos conscientes desde el principio de la realidad y nos adaptamos. Hemos hechos los deberes y el otro día destaqué la noticia de que el Síndic de Comptes había dicho que de todos los grupos, el popular era el único que había presentado correctamente las cuentas y eran una fiel imagen de la situación económica. Aunque estas cosas pasen desapercibidas y no importen a nadie, para mí son de esas pequeñas conquistas que satisfacen.
-Parece que el caso Taula está pegando cierto acelerón por parte del juzgado y es posible que no tarde en llegar el auto sobre la pieza del presunto blanqueo en la están investigados los que fueran concejales del PP en el Ayuntamiento. ¿Qué espera? ¿Cómo cree que puede afectar al partido? ¿Pensaba que iba a tardar tanto en ver el resultado de esta investigación?
-No esta investigación, sino todas. Siempre se dice que una justicia lenta no es justicia. Y especialmente en estos casos en los que la pena de telediario hace daño reputacional y sobre todo personal. Yo no voy a valorarlo, como nunca he hecho, confío totalmente en la profesionalidad e independencia de los tribunales, del Ministerio Fiscal. Y el auto que se dicte lo acataremos como siempre y defenderemos la presunción de inocencia de los que nos afectan y los que no. Sí que nos gustaría que los procesos se agilizasen, estamos hablando de un caso que estalló en enero de 2016. Que se tome cualquier tipo de decisión, pero que se tome ya.
-Al final existe un goteo constante de novedades judiciales sobre casos de corrupción que afectan al PP. Estas semanas ha ocurrido con Bárcenas y con Taula, a la espera de lo que queda por llegar de este caso. Insisto, ¿cómo les afecta?
-Pues como afectan los casos de corrupción a Compromís o al PSPV. Es que a veces hay doble vara de medir. Nosotros somos conscientes de que la corrupción nos hace daño. Que lo dilucide la justicia y decidan los tribunales. Punto y final. Creo que esa etapa hay que pasarla, ya se pidió perdón en su momento y hay que hacer las cosas bien. Pero vista la reacción de otros partidos ante sus propios casos de corrupción, a ver si somos capaces de centrarnos y tener la misma vara de medir, porque sus cargos siguen estando imputados y siguen ocupando cargos políticos y cobrando. Sería importante que adoptásemos todos los mismos criterios.
-¿Qué le parece el calendario apretado de celebración de congresos locales en la provincia de Valencia? Cuando acabe el mes se habrán celebrado ya 123 cónclaves.
-Había que ir haciéndolos. Es verdad que hasta ahora han sido en municipios muy pequeñitos, donde no había problemas, y es verdad que en el caso de Valencia no se había hecho nada. En Castellón y Alicante sí que se había hecho renovación, pero aquí llevábamos ocho años. Sin prisa y sin pausa. Luego empezaremos con los más grandes y me parece bien. Y desde luego con estricta observancia de la legalidad. El congreso regional del PP también acabó en los tribunales y para mí fue una gran satisfacción que su señoría acabara diciendo que se había cumplido escrupulosamente la legalidad, los estatutos, y demás.
-¿Esta reflexión sobre la legalidad es un aviso al partido a nivel provincial sobre los mecanismos de voto?
-Es que creo que tenemos que cumplirla. Somos un partido, tenemos que dar credibilidad y ejemplo. Y la gente es muy consciente de que estas cuestiones de los congresos hay que hacerlas y pasarlas. Yo fui alcaldesa de Vall d'Uixó y no era presidenta del PP. María José Catalá fue alcaldesa de Torrent y no era presidenta del PP. El partido es fundamental, pero en estos momentos la gente quiere responsabilidad. Tenemos que estar a la altura. La gente está esperando un PP fuerte y sensato. No nos mareemos mucho con cuestiones nuestras, porque aunque sea necesario, a la gente no le importa.
-¿Cree que va a suponer alterar el mapa de poder que llevaba sin renovar desde hace ocho años?
-Van a influir lógicamente, porque hay sitios donde había una gestora o en los que la gente ya estaba fuera. Muchos continuaban de presidentes porque estaban allí y no había nadie, pero ya habían manifestado su voluntad de dar un paso al lado, de que se produjera el relevo generacional o a otras personas.
-¿Quién le gustaría que presidiera el partido en grandes municipios como Torrent, Gandia o Sagunto?
-Quien se presente y quien gane. Luché por las primarias en el PP y luego di libertad de voto, porque confío en los militantes del partido y en su responsabilidad.
-¿Qué sintonía mantiene con los tres presidentes provinciales?
-Muy buena.
-¿El congreso regional puede ser antes del verano?
-No creo. Por lo que se dijo en el comité ejecutivo nacional, no creo. Lo que fijó Génova era que ahora serían los provinciales y locales y después del verano los regionales.
-Sin embargo, es consciente de los rumores de después de las elecciones catalanas que hablan de un posible adelanto del congreso regional...
-Han circulado tantas cosas... hay gente que tiene poco trabajo. Yo le digo lo que se dijo en el comité ejecutivo nacional. Pero tampoco tengo ningún problema en que sea antes o después. Isabel Bonig no va a dar ningún problema en este tema.
-¿Contempla algún escenario que no sea el de presentarse a la reelección?
-No. Yo he dicho que me voy a presentar y lo voy a hacer. Solo me he presentado una vez, y me quedé a 4.311 votos de formar Gobierno con Ciudadanos y Vox como en Andalucía, Murcia o Madrid y solo me presenté una vez al Congreso. Esa es la voluntad y mi intención.
-¿Piensa que el partido le puede ofrecer algo para que no se presente?
-No, no lo contemplo.
-¿Cree que Pablo Casado y Teodoro García Egea van en el mismo equipo o ve diferencias?
-Son el mismo equipo. Es el presidente y el secretario general. Supongo que habrá cosas en las que coincidirán y otras en las que no. Pero eso me pasa a mí con Eva Ortiz. Me pasa también con los presidentes provinciales, con mi hermana, con mi marido... pero esto es un partido. Se discuten las cosas, se toma una decisión y salimos a defenderla. Nosotros no somos el Botànic a Dios gracias.
-¿Qué opina de la vuelta de Camps a la escena política, de que se reivindique e, incluso, de que se ofrezca para ser candidato a la alcaldía de Valencia?
-Es evidente que al presidente Camps le gusta la política, la vive con emoción y que se reivindique es lógico y normal. Su legado a unos le gustará más y a otros menos. Hubo errores, pero es indudable que hubo muchísimas cosas positivas que hay que poner en valor. Al final avanzar y progresar es esto: cambiar lo que hay que cambiar y mantener lo que ha funcionado bien. Fueron grandes victorias, una gran transformación económica y social de la Comunidad Valenciana. Me parece bien que se reivindique. Y si algo se le puede reconocer al presidente Camps es que es del PP, ha querido al PP y nunca ha hablado mal del PP. Eso es un valor que hay que poner de relieve. Estoy convencida de que nada le haría más feliz que ver a Maria José Catalá de alcaldesa y a Isabel Bonig de presidenta.
-¿Sí? ¿Lo piensa después de que haya expresado la ambición de presentarse a la alcaldía? ¿Cree que es el momento de eso?
-Eso se lo tendrán que preguntar a él. Pero yo le digo que estoy absolutamente convencida de que no hay cosa que más ilusión le haría que ver al PP gobernar en la Comunidad Valenciana con María José Catalá de alcaldesa e Isabel Bonig de presidenta de la Generalitat Valenciana. Se lo puedo asegurar.
-Existen ciertos gestos de acercamiento hacia él por parte de María José Catalá y se habla de un reconocimiento a su figura en el caso de que salga indemne de los procesos judiciales. ¿Piensa que el partido habría de hacer eso?
-Yo fui alcaldesa, como lo fue María José Catalá, con un presidente de la Generalitat que era Francisco Camps. Nos nombró coordinadoras en el congreso regional de 2008. Yo llevaba una ponencia, María José otra, Rita Barberá otra y Mercedes Alonso otra. Entonces claro, es una figura como Alberto Fabra o como Eduardo Zaplana, con el que yo no tuve relación porque no estaba en política, pero otros miembros de mi gobierno sí que la han tenido y han estado con él. Ese reconocimiento me parece bien, nosotros no nos oponemos a eso. Insisto: hay muchas cosas que se han hecho bien, y también ha habido errores. Mire el PSPV con Joan Lerma. Hasta que llegó el señor Ximo Puig, Lerma era como el nostre senyor, dicho en el mejor de los sentidos; había estado 12 años de presidente de la Generalitat y era un referente. Me parece bien.
-¿Le preocupa que en las encuestas el partido no crezca en Valencia ciudad, siendo clave para la Diputación y la Generalitat?
-Yo lo que he visto es que progresamos adecuadamente. Es verdad que la gente todavía no tiene el chip de elecciones y eso condiciona muchísimo a la hora de hacer unas encuestas. Y es verdad que el centro derecha está dividido. Eso perjudica al centro derecha y beneficia a la izquierda. Creo que se está haciendo muy buena labor de oposición, de alternativa, de proyecto. María José Catalá está haciendo un gran trabajo, tiene un buen equipo y desde luego Valencia es fundamental para el partido a nivel nacional y regional.