Trivox o cómo rendir tributo a Il Divo con una voz menos

ALICANTE. No hay un héroe como tú, repiten a coro las voces de Jorge Páez, Javier Robles y Matías Nilsson. El grupo Trivox recibe en su estudio de la ciudad a Alicante Plaza con el tema Héroe, mostrando con su canto respeto a Il Divo, el conjunto musical al que rinde tributo. Las tres voces actúan este viernes 21 de abril en las Cuevas del Canelobre, en Busot, un enclave natural con una acústica intimista. Días antes, el ejercicio de canto suelta cualquier nervio previo a la entrevista, crea un clima de acercamiento y desvela cuáles son los temas inamovibles de su repertorio.

- Decíais que Héroe es una de las piezas que nunca cambiáis. ¿Cuáles son las otras?

- MATÍAS: Aleluya, Regresa a mí y Hasta mi final.

- ¿Por qué esas?

- JORGE: Porque son las canciones que proyectaron más a Il Divo. Las cantes donde las cantes  e independientemente de la edad del público, son aceptadas. Son canciones icónicas. Pero tenemos que decir que Trivox no solo canta temas de Il Divo; también tenemos versiones propias como Ganas de ti, Il mondo o Historia de un amor.

- ¿Sois un grupo tributo que pretende sonar a Il Divo o que interpreta sus canciones, pero con esencia propia?

- JORGE: Intentamos poner nuestro sello, nuestra personalidad. Notarás que falta una persona; en Il Divo eran cuatro y yo tengo que hacer los arreglos adaptados a tres voces, pero funciona, porque Trivox lleva ya cinco años. De hecho, nuestra segunda presentación formal fue en las Cuevas del Canelobre. Desde entonces, hemos hecho conciertos por toda España y ahora estamos fabricando una nueva gira.

- ¿Es difícil hacerse un hueco en el mundo de los tributos?

- JORGE: Es complicado hacerse un hueco en el mundo de la música, porque el mercado está muy sobresaturado de alternativas y marketing fabricado. Estamos viviendo una de las crisis en la industria de la música más importantes en el sentido de que casi nunca canta el que realmente tiene talento. El reto en la música es mantenerse en el tiempo.

- JAVIER: En el mundo de los tributos nosotros estamos cómodos, porque Il Divo es un producto musical muy complicado: tienes que tener formación técnico-vocal, mezclar un estilo ligero con voz lírica y lo ideal es que las voces tengan una personalidad un poco distinta. Tienes que saber música. Y ahí contamos con ventajas competitivas importantes, porque no hay muchos grupos que se dediquen a hacer tributo a Il Divo o, al menos, con buen nivel.

- Concretaba con el tributo y no con la música en general porque se parte de que el público ya conoce las canciones...

- JAVIER: Es mucho más fácil hacer carrera con tributos que como artista nuevo. El tributo es un camino para buscarte una manera profesional de trabajar y vivir de la música. Es una buena alternativa, combinándola con carrera individual.

- Mencionabais antes que vuestro segundo concierto fue en las Cuevas del Canelobre y habéis vuelto más veces. ¿Cómo es enfrentar el concierto con esa acústica?

- MATÍAS: Tiene sus dificultades. Hay que jugar con el propio eco de la cueva. Pero el sonido sale muy envolvente.

- JORGE: Es un sonido profundo con una reverberación natural, por lo que el sonido que se pone tiene que ser de apoyo, de gran fidelidad, no de mucho volumen. Se tiene que jugar con la acústica natural de la cueva.

- JAVIER: Conviene ir con buenos técnicos que, a ser posible, conozcan el entorno.

- Otro de vuestros primeros conciertos fue en el Castillo de Santa Bárbara. ¿Qué supone para Trivox la provincia de Alicante?

- JORGE: Alicante es un público difícil porque no le gusta todo, pero nosotros hemos tenido la suerte de repetir en el castillo cinco años seguidos. Aquí vino el musical de Los miserables solo una semana, aunque tenían el teatro reservado para dos, pero parece que no caló entre el público de aquí y se tuvo que ir.

- JAVIER: En la provincia siempre nos hemos encontrado superagusto. Intentamos ser bastante selectivos con el sitio de la ciudad en el que cantamos; no nos gusta venir por venir.