BENIDORM. La Generalitat valenciana está realizando un estudio para saber si puede encomendar a la empresa pública Tragsa las obras del Centro Cultural de Benidorm. Así lo confirmaron desde la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana (SPTCV) a Alicante Plaza. La Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana denunció la adjudicación 'a dedo' que realizó esta empresa pública para ganar tiempo evitando los plazos de la licitación.
No es la primera vez que las constructoras protestan e incluso recurren la adjudicación directa de obras a Tragsa en forma de encomienda. Hace pocas semanas, el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales estimó parcialmente el recurso interpuesto por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) contra el encargo a Tragsa de la "redacción de proyecto y ejecución de las obras de adecuación funcional del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana" por 25 millones de euros.
Un pulso entre constructoras y Administración, con Tragsa en medio, que se produce desde hace meses no solo en la Comunitat Valenciana, puesto que la CNC ha recurrido otras adjudicaciones, por ejemplo de Adif. Consideran las empresas que es competencia desleal, tratándose de una empresa pública, porque "no se justifican ni por razones de eficiencia ni de urgencia".
En el caso de Benidorm, hay que recordar que la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana ya tuvo otra piedra en el camino para sacar adelante las obras. Fue el momento en el que tuvo que romper relaciones con los anteriores adjudicatarios, que dejaron los trabajos a medias por la falta de inversión de la administración autonómica en plena crisis económica, hace nueve años.
De este modo, la nueva etapa con PSOE y Compromís al frente del Gobierno valenciano, una de las promesas realizadas en la zona fue la reanudación de las obras del Centro Cultural de Benidorm, con visitas del propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al edificio abandonado. En estos años han conseguido realizar las tareas de limpieza y la colocación de una malla estética en la fachada en la que no está previsto actuar en esta fase.
Ante las protestas de las constructoras, Tragsa habría comunicado a la Asociación de Empresas Constructoras de Ámbito Nacional de España (Seopan) que renuncia a la encomienda, según el gerente de la Cámara de Contratistas, Manuel Miñes. No obstante, desde la SPTCV indican que están a la espera del informe de la Generaliat y que por el momento la empresa no se habría negado, como afirman desde la entidad de contratistas.
"No hacemos más que deshacer los problemas que crearon desde el PP. Queremos cumplir con nuestra promesa con la ciudad de Benidorm", dijeron desde la SPTCV, en referencia a la obra iniciada cuando gobernaba Francisco Camps.
La obra encomendada a Tragsa tendría una duración de año y medio con un coste de 10,5 millones de euros. Hay que tener en cuenta que el Centro Cultural se finalizará en dos fases de construcción. La que ahora se iniciaría incluye una sala menor de 546 butacas, el conservatorio profesional de música y danza, la cafetería, el tratamiento de las fachadas y las cubiertas de todas estas zonas. Todo ello en base al protocolo de intenciones que firmaron el Ayuntamiento de Benidorm y la SPTCV en 2017.
Tragsa es un grupo de empresas públicas integrado en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que desempeña todo tipo de actuaciones y prestación de servicios en diversas comunidades autónomas para la mejora de los recursos públicos: realización de obras y tareas de apoyo técnico, mantenimiento, desarrollo e innovación de sistemas informáticos y realización de tareas para las que se les requiera por vía de emergencia.