Sepulcre vuelve a pinchar el balón

ALICANTE. El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) declaró el pasado viernes quebrada la subasta del derecho de crédito que mantiene contra la Fundación del Elche, después de que el adjudicatario, el club franjiverde, no cumpliera con todos los requisitos del pliego.

Sin la ratificación de la puja por parte de los accionistas y el ya tristemente famoso aval bancario de 4,1 millones de euros, las dos exigencias que le restaban al Elche por cumplir para poder acudir a notaría a formalizar el traspaso de la titularidad del citado activo, el banco del Consell tuvo que dar carpetazo al segundo procedimiento que ha puesto en marcha en año y medio para deshacerse de una deuda que está garantizada con el 54% del capital social del club del Martínez Valero.

Ahora se ha abierto la puerta a una adjudicación directa de este derecho de crédito de casi 12 millones de euros de importe, pero en el IVF no son nada optimistas al respecto:"No tienen el dinero y esa es la verdadera razón de que la subasta haya terminado quebrada", no dudan en asegurar desde el banco del Consell que exigirá a todo aquel que llame a su puerta en esta nueva fase, además del pago (aplazado pero garantizado con un bien real) de la deuda de la Fundación, el aval de 4,1 millones de euros para afrontar el pago de la decisión de recuperación el día que llegue.

No solo en València, también en Elche la opinión mayoritaria es que el consejo de administración no puede cumplir con el citado compromiso sin una ayuda financiera externa que todo apunta a que voló el día en que el socio que José Sepulcre se buscó, Luis Oliver, decidió cambiar Elche por Córdoba, como también que la oposición de la Liga de Fútbol Profesional le ha servido como coartada para ocultar lo anterior y, de paso, evitar que se señale directamente al expresidente franjiverde como principal responsable del enésimo regate a la opinión pública y las Generalitat.

Tampoco confían en que José Miguel Garrido y el grupo inversor Only One Way pueda resolver el entuerto teniendo presente que antes de hacerse con el derecho de crédito ha de tener atado un acuerdo con el consejo, el patronato de la Fundación (y Sepulcre) para evitar que una vez compre la deuda le pongan trabas a la ejecución de la garantía (impidiéndole hacerse con la mayoría accionarial) y su relación no parece precisamente muy cordial.