VALÈNCIA (EFE). El mercado laboral afronta este 2023 una prueba de resistencia en un contexto de ralentización del crecimiento en el que se verá si el cambio de paradigma de la reforma laboral se consolida, después de un 2022 positivo en el que se ha vuelto al nivel de ocupación previo a la crisis financiera de 2008. De momento, el año ha arrancado en negativo, como suele ocurrir en un mercado laboral muy marcado por la estacionalidad en el que se nota el fin de la campaña navideña, si bien los datos desestacionalizados revelan el buen tono del empleo con cifras por encima del promedio de otros meses de enero.
En las cifras ajustadas de calendario insiste el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que destaca que el año ha empezado bien pese al complicado entorno. También algunos analistas privados de BBVA Research o Funcas centran sus informes en las cifras desestacionalizadas y subrayan la positiva evolución de un mes de enero en el que la temporalidad siguió menguando. No obstante, tanto analistas públicos como privados auguran una desaceleración del empleo para 2023, en línea con la ralentización de la economía española, cuyo ritmo de crecimiento se frenará al menos a la mitad.
El propio Gobierno vaticina un crecimiento del empleo equivalente a tiempo completo del 0,6 % en 2023, mientras que el consenso de los analistas que agrupa el panel del Funcas lo cifra en el 1 %, aunque con previsiones heterogéneas que van desde el estancamiento (0,1 %) que augura Mapfre Economics, hasta el avance del 2,7 % que pronostica Equipo Económico.
En el rango bajo se sitúa Funcas, con una previsión de crecimiento del empleo del 0,5 %, que su director de Coyuntura Económica, Raymond Torres, explica por un contexto de menor crecimiento del PIB. "2023 no puede mantener el mismo ritmo de creación de empleo que 2022 en un contexto de menor incremento del PIB", dice Torres a EFE, si bien adelanta que es posible que no sea un año "tan complicado como se pensaba hace unos meses".
A su juicio, el mayor impacto de la inflación en el poder de compra de los consumidores podría haber pasado ya, mientras que las incertidumbres asociadas al conflicto de Ucrania están más acotadas que hace un año cuando estalló el conflicto. Más difícil será que el desempleo vuelva a bajar de los 3 millones de personas (3.024.000 a cierre de 2022 según la Encuesta de Población Activa), de acuerdo con el consenso del panel de Funcas, que apunta a una tasa de paro del 13 % de la población activa en 2023 (12,87 % a cierre de 2022). El Gobierno, sin embargo, calcula que la tasa media de paro para 2023 bajará al 12,2 %.
La patronal de las agencias privadas de colocación Asempleo considera que la "resiliencia" mostrada por el mercado de trabajo en 2023 ha sido "un espejismo estadístico" que esconde el debilitamiento del sector privado. Para Asempleo, la barrera de los tres millones de parados "parece un imán del que estamos condenados a no alejarnos", razón por la que hace hincapié en la necesidad de frenar "el desgaste" de la elevada bolsa de desempleo con políticas que no traten de esconder este problema "bajo la premisa de la reducción de la temporalidad".
Entre las empresas que forman parte de Asempleo, el grupo Adecco prevé que durante el primer trimestre del año la creación de empleo se debilitará, en linea con lo sucedido en el cuarto trimestre de 2022, y asegura que la etapa de fuerte recuperación del mercado laboral ha terminado, para dar paso a un nuevo escenario de "minicrecimiento".