Puig, sobre la ordenanza: "No puede haber convivencia basada en la exclusión"

ALICANTE (EP/AP). La ordenanza de convivencia de Alicante, aprobada de forma definitiva este martes con los votos de PP, Cs y Vox, ha suscitado distintas reacciones por parte de dirigentes institucionales y representantes de los partidos con presencia en les Corts. En primer término, el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha considerado que para acabar con la mendicidad hay que trabajar la "inclusión y que las personas estén en una sociedad decente que no deje a nadie atrás", ya que "cualquier estigmatización es absolutamente inhumana".

Al ser preguntado sobre la normativa municipal, Puig ha asegurado que "no puede haber convivencia basada en la exclusión, sin inclusión y sin atender la cohesión social". Y respecto a la prostitución, ha abogado por "abolirla y darle oportunidades a las mujeres esclavizadas".

En segundo término, los portavoces de los grupos parlamentarios en les Corts también se han referido a la ordenanza de Alicante para plasmar las mismas críticas o el mismo respaldo que se ha escenificado en el pleno de la ciudad. Así, los grupos que sustentan al Botànic en Les Corts (PSPV, Compromís y Unides Podem) han calificado de "vergonzosa" la ordenanza y han asegurado que no tiene nada que ver con la que existe en la ciudad de València. Según el síndic socialista, Manolo Mata, la norma aprobada es "un poco vergonzosa" porque en ella "se criminaliza a la gente más pobre", y la ha comparado con "la ley de vagos y maleantes" que había en el franquismo, para asegurar a continuación que  "habría que pararla".

La síndica de Compromís, Papi Robles, ha asegurado que la ordenanza de Alicante "no tiene absolutamente nada que ver" con la de València, pues en esta última se habla de los derechos sociales de los más vulnerables y de cómo trabajar con esa gente, y se da "un enfoque social de los servicios sociales". "No habla de expulsión ni de sanciones ni hace un enfoque de delito de los más vulnerables, que tienen la desgraciada situación de vivir la vida que viven", ha manifestado.

Por su parte, la portavoz adjunta de Unides Podem EU, Estefanía Blanes, ha calificado la ordenanza de Alicante como "la ordenanza de la vergüenza", por sancionar la mendicidad en lugar de tratar de ponerle solución, y ha considerado que "estas son las cosas que pasan cuando se cuenta con Vox".

En el lado opuesto, los representantes de PP y Vox en les Corts han defendido la ordenanza y han asegurado que es la misma normativa local que tiene la ciudad de València. Así lo han plantado las síndicas de ambas formaciones, María José Catalá (PP) y Ana Vega (Vox), quienes han destacado que en València, donde gobiernan el PSPV y Compromís, existe la misma ordenanza que en Alicante, donde el equipo de gobierno lo integran el PP y Ciudadanos (Cs).

Catalá ha dicho no acabar de entender el planteamiento político que se está haciendo con la norma de Alicante. "¿Por qué demonizan a Alicante cuando hace lo mismo que se hace en València?", se ha preguntado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Síndics.

La misma reflexión ha hecho la síndica de Vox, para quien València tiene una ordenanza "calcada" a la de Alicante. Vega ha destacado que lo único que se pretende con esta nueva ordenanza son cosas "de sentido común", como "proteger a las familias alicantinas", "perseguir la mendicidad coactiva" y que "no se ejerza la prostitución a menos de 200 metros de colegios y viviendas".