ELCHE. Medicina de precisión personalizada, preventiva y predictiva, educación personalizada y universal, afrontar el envejecimiento de la población o una toma de decisiones más justa son algunas de las cuestiones que la doctora en Inteligencia Artificial por la MIT, Nuria Oliver, dibujó como una de las facetas de la dimensión social que puede tener la IA aplicada a retos mundiales.
Oliver trató estos temas en una ponencia dentro de la jornada "Hacia una Inteligencia Artificial por y para la Sociedad" organizada por el Parque Científico de la UMH. La experta en Inteligencia Artificial Nuria Oliver expuso su ponencia "Cómo la aplicación de la Inteligencia Artificial puede ayudar a mejorar la vida de las personas". También hubo espacio para preguntas y las ponencias de casos concretos de "Investigación y Desarrollo en la UMH: Inteligencia artificial aplicada a temas sociales y transición verde", a cargo de los investigadores de la UMH Alejandro Rabasa y Agustín Pérez y una charla posterior con expertos en Inteligencia Artificial junto con Juan José García y Natalia Gavalda, de la Asociación Nacional de Big Data y Analytics (Anban).
En su ponencia, Oliver expuso que "la dimensión social de la IA es la menos compartida en medios", aunque asegura que se aborda en un aspecto amplio. De hecho, señaló dos estrategias a nivel estatal donde se aplica la IA pensando en el futuro estratégico; las de Cataluña y la Comunitat Valenciana. La estrategia de la Comunitat, que se plasmó en noviembre de 2019, según Oliver "es sencilla de entender, muy práctica, inclusiva y centrada en el planeta y las personas". Y aseguró que cualquier estrategia en torno a la Inteligencia Artificial a nivel estatal debería pasar por varias dimensiones:
Una es la tecnológica, con estrategias claras en tejido productivo, que contemple cambios regulatorias para una nueva realidad con IA y en convivencia con retos tecnológicos, con importancia en su marco ético. Otra de ellas es esa dimensión social "para contribuir al progreso y tener impacto social positivo. En 2015, cuando se determinaban los objetivos del milenio se hizo una llamada a la revolución de los datos para mejorar el mundo. A la vez que se definían los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), "en paralelo, se formaba un movimiento para abordarlos desde la IA", aseguraba Oliver.
Y es que, para afrontar esos ODS desde la IA, aportan varias opciones. "Uno de los retos es que esos objeticos son muy bienintencionados pero difíciles de conseguir y abarcar. Por ejemplo, acabar con la pobreza es uno de ellos pero solo sabremos si se empezar a lograr preguntando a cada una de las personas. La IA puede ayudar a medir mejor dónde estamos". Otro de los campos donde puede ayudar en en "acelerar procesos para alcanzar esos ODS". Y es que, en cuanto a lo social, ya se está implantando proyectos marcados por la IA como redes de energía inteligente, automatización en la elaboración de censos, o, por ejemplo la optimización de recursos y trabajo contra plagas para la agricultura.
Nuria Oliver, además, habló de parte del trabajo que lleva realizando en IA desde febrero de 2020, momento en el que plantearon que algunos datos privados pudieran ser usados para el bien común y también en crear el ecosistema necesario para aprovecharlos para el interés público. A principio de la pandemia se quiso cerrar la brecha que existe entre dónde están los datos y donde están quienes que toman decisiones, "en cómo podemos ayudar a que las decisiones en políticas públicas estén basadas en redes subyacentes".
En este sentido tienen estructuradas cuatro líneas de trabajo: medir la movilidad humana para convertirla en información para cuantificar cuánto se mueve la gente (y posiblemente contagie). Así lo hicieron en la Comunitat Valenciana en la primera ola de covid-19 y fue un proyecto piloto cuyos datos son públicos y se pueden consultar en el Instituto Nacional de Estadística (INE). Asimismo, trabajaron en modelos predictivos epidemiológicos y de posibles número de pacientes den UCI según datos disponibles. Además, sigue vigente y actualizándose cada semana la encuesta del cuestionario elaborado por el equipo que dirige Nuria Oliver, comisionada de la Generalitat Valenciana para la Estrategia de la Inteligencia Artificial. "Otra de las claves es que en el equipo está Ana Berenguer, desde el Consell, que participa activamente en el equipo y cierra esa brecha entre claves la realidad social y el equipo de expertos de IA".
Otra de las dimensiones importantes para Nuria Oliver es la de la educación. "Es importante que los niños aprendan pronto el pensamiento computacional -pensamiento algorítmico para resolver problemas usando la tecnología-; también es crucial aprender lenguaje computacional y qué son los datos, para qué sirven y sus tipos y análisis".
Para Oliver, "estamos aún lejos de globalizar la IA y aún más lejos de la "super IA", pero tiene el potencial de ser en el siglo XXI "lo que supuso la electricidad para la segunda revolución industrial". Se trata, según la experta en IA de una disciplina transversal, que se puede aplicar a cualquier disciplina; invisible porque se aplica en software y son algoritmos lo que la componen; es abarcable, aunque compleja, y ayuda a abarcar la complejidad; es actualizable y va mejorando y también permite explicar el pasado y predecir el futuro.