La última fase de la reforma de la fachada del Hotel Meliá. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. El Hotel Meliá Alicante apuesta por reinvertir en su producto con la vocación de mejorar su oferta y afronta los últimos trabajos para concluir la primera fase de un proyecto de renovación de sus instalaciones en la que se incluyen 53 de las habitaciones de su línea The Level, en la que se procuran servicios exclusivos propios de un cinco estrellas.
La remodelación se inició a finales del pasado mes de octubre, con el propósito de aprovechar el periodo del año en el que existe una menor afluencia de clientes. De hecho, conllevó el cierre temporal de cerca de 230 estancias del ala del complejo más próxima a la plaza de la Puerta del Mar. Y los trabajos concluyeron hace tres semanas, con una reconfiguración completa de las habitaciones en las que se han introducido medidas de eficiencia energética, de aislamiento acústico y nuevos sistemas domotizados, además de un nuevo interiorismo, según explicó el director del hotel, Ángel Rodríguez, a consulta de Alicante Plaza.
Esa intervención proseguirá con una segunda fase a partir del próximo mes de noviembre con el propósito de poder completar las 120 habitaciones que configuran la oferta de The Level: el espacio del hotel reservado a adultos en el que se dispone de gimnasio propio con sauna, una piscina tipo infinity y otras comodidades como una recepción exclusiva y un espacio en el que se organizan eventos y se sirven bebidas o snacks.
Distintas perspectivas del hotel tras la remodelación.
Pero no solo eso. La renovación se extiende a la transformación de la fachada y de otros elementos estructurales del edificio, menos visibles, en los que se ha introducido elementos más ligeros para reducir el peso de un inmueble construido con los materiales de los años setenta -en 2023 celebró su 50 aniversario- que queda posicionado sobre terrenos ganados al mar. Se trata de una intervención estructural que también se ha secuenciado por fases a lo largo de los próximos tres años y que se extenderá a todo el exterior del inmueble hasta alcanzar, incluso, al edificio anexo del Hotel Porta Maris, también gestionado por Meliá.
El objetivo de esa actuación abarca también la introducción de medidas de eficiencia energética, con el que se ha conseguido renovar y mejorar el certificado de reconocimiento sobre ese criterio. Y, además, la renovación del aspecto estético para modernizar la imagen exterior del hotel. En esta línea, entre otros elementos visibles, como la instalación de nuevos cristales más finos, se ha incorporado la instalación de lineales de led en los balcones que proporcionarán una luz blanca de forma habitual pero que podrán modificarse en distintos colores con motivo de la celebración de días especiales.
