ALICANTE. El Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández constituye un motor clave para el desarrollo económico y social de la provincia de Alicante y de toda su área de influencia. Su crecimiento y evolución se conciben desde la visión de una infraestructura al servicio del territorio, que ha sabido aportar valor y generar oportunidades.

Además de Aena, responsable de la gestión de las instalaciones, en el aeropuerto alicantino desarrollan su labor cerca de un centenar de empresas: una treintena de aerolíneas y numerosas compañías dedicadas a la asistencia en tierra, restauración, tiendas, alquiler de vehículos, servicios, mantenimiento, limpieza, entre otras. Junto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, conforman una auténtica ciudad aeroportuaria que funciona como un engranaje perfectamente coordinado para ofrecer la mejor experiencia posible al pasajero.

Remodelación y ampliación

El recinto aeroportuario se adapta de forma continua a las necesidades de viajeros y usuarios, así como a los requerimientos normativos, lo que implica actuaciones y mejoras acompasadas con la operativa diaria. Sin embargo, la intervención más relevante será la ampliación de la terminal, en la que Aena ya está trabajando.

El proyecto de reforma y ampliación del Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández, que supondrá su transformación más ambiciosa desde 2011, contempla una inversión global de aproximadamente 1.154 millones de euros.

El inicio de esta actuación se incluye en la propuesta del Plan de Inversiones que se incorporará al Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA III), previsto para el quinquenio 2027-2031 en la red de aeropuertos gestionada por Aena. De acuerdo con la esencia del DORA, la obra responde a dos objetivos fundamentales: dotar al aeropuerto de capacidad para atender el crecimiento futuro de su actividad y hacerlo con el foco puesto en la calidad, optimizando la experiencia de pasajeros y compañías aéreas.

¿Cómo será la nueva terminal?

Según la propuesta de Aena, la pieza central de esta remodelación será la ampliación del actual edificio terminal, que implicará la prolongación del dique de embarque sobre la antigua Terminal 1 y la Terminal de Aviación General. Este nuevo dique permitirá gestionar la futura demanda de tráfico no Schengen, con un control de fronteras centralizado adaptado a los nuevos requisitos de la normativa europea y con nuevas puertas de contacto para este tipo de tráfico, mejorando así la calidad del servicio a pasajeros y aerolíneas.

La adecuación de la actual terminal a esta nueva configuración permitirá ganar superficie para el control de seguridad, donde se prevé instalar cintas automatizadas y equipos de inspección de equipaje de mano de última generación. La construcción del nuevo dique también dará lugar a nuevos espacios comerciales para pasajeros de origen y/o destino no Schengen. En esta línea, se proyectará una nueva Sala VIP específica para quienes esperan sus vuelos en esta zona de embarque. El aeropuerto seguirá contando con una Sala VIP en la zona Schengen, adaptándose mejor al perfil de los usuarios de la terminal alicantina.

En cuanto al área de movimiento, las principales actuaciones se centrarán en la remodelación de la plataforma situada frente al nuevo dique (prolongación del actual) y en la reconfiguración de la plataforma destinada a la nueva área de aviación general.

Esta ampliación se basa en criterios técnicos y de planificación que aplicarán los máximos requisitos en materia de sostenibilidad medioambiental. Todo ello para seguir generando valor para el destino, el territorio y la sociedad alicantina.