Pese a los exitosos estrenos de nuevos episodios de L’Alqueria Blanca junto con programas como Zoom, Cartes en joc y Tresors amb historia, la televisión pública valenciana ha perdido este mes de octubre cuota de pantalla, interrumpiendo su tendencia a mejorar sus resultados en términos de audiencia
VALÈNCIA. Las audiencias de À Punt han registrado este mes de octubre un cambio de tendencia que se traduce desde el punto de vista competitivo en una llamada de atención. Hasta ahora, el ejercicio 2021 estaba cosechando cifras mensuales superiores al 2020, con una media de seis décimas por encima del año anterior. La comparación entre los dos últimos ejercicios, que acompañamos con el siguiente gráfico, nos sirve para descartar argumentos sobre las posibles causas relacionadas con la estacionalidad. En verano, las audiencias siempre bajan, por ejemplo. Sin embargo, este trimestre estival del 2021 la cadena mantenía, como el resto del año, su tendencia superior a los datos del 2020. Con este gráfico, al comparar sendas curvas, por tanto, podemos pasar por alto las subidas y bajadas que podrían deberse más bien a las variaciones en el consumo u otros agentes externos para vislumbrar más claramente el problema que podría estar emergiendo.
Este mes de octubre, la audiencia media mensual de la corporación autonómica se ha situado en un 3%, cinco décimas por debajo que en el mismo mes del año anterior, y cuatro décimas menos que el mes anterior, siendo À Punt la última cadena autonómica de toda la geografía española, con un punto coma dos menos de share de diferencia con respecto al penúltimo de la cola (IB3). Ha sido el peor mes del año para À Punt, si no tenemos en cuenta julio y agosto, dos meses de bajo consumo y exceso de programas enlatados, cuando tradicionalmente octubre ha sido un buen mes para la televisión autonómica. El, hasta ahora, progresivo despegue de À Punt, se ha encontrado con importantes inconvenientes que nos obligan a realizar un análisis para buscar las posibles causas. ¿Qué ha pasado? ¿Cuáles son las posibles razones de esta caída?
Es curioso que precisamente este mes de octubre ha venido acompañado del estreno de productos que aportan empuje, como son los nuevos capítulos de L’Alqueria Blanca, que han cosechado cifras récord. De regreso a las pantallas, el domingo 17 de octubre la mítica serie cifró su éxito en un 7,3% de audiencia y 132.000 espectadores, el domingo 24 llegó hasta sus dato más altos, con 9,7% de share, y el pasado 31 de octubre revalidó su buena acogida con un 9,6% y 156.000 espectadores.
Otros formatos en horario de máxima audiencia favorecen la mejora de resultados de la cadena como es el caso del programa de investigación presentado por Bérnar Giménez, Zoom. Situado en el prime time de los lunes desde el pasado 6 de septiembre, ha obtenido una audiencia media durante estos dos últimos meses de 4,8% de share, un punto coma cuatro superior a la media de la cadena en septiembre, y casi dos puntos por encima de la media de la cadena en octubre. El pasado 1 de noviembre, con un reportaje sobre la posible legalización del cannabis, conquistó un resultado récord, con un 6,1% de share.
También programas como Cartes en joc o Tresors amb història superan significativamente la media de la cadena con un promedio esta temporada de 4,7% y 4,4% respectivamente. En resumen, cuatro días del prime time (de viernes a lunes) se están recogiendo buenos resultados (con respecto a la media de la cadena) en términos de audiencia. Pero la audiencia media de la cadena no vive de su prime time, sino de la aportación de todas y cada una de sus franjas.
El resto de horarios son los que han visto mermada su eficacia con respecto a otros trimestres, destacando significativamente tres variaciones: el cambio de franja de emisión del programa sobre el campo, Terra Viva; el estreno fallido del programa matinal A la Ventura, y las circunstancias alrededor del concurso Atrapa’m si pots.
Desde los inicios de À Punt, la cadena promovió un programa dedicado exclusivamente al campo con el título Terra Viva, situándolo de lunes a viernes a las 13:00, justo antes del informativo NTC Migdia. El espacio televisivo ha sido uno de los formato más eficaces en términos de audiencia, no solo por sus buenos resultados, donde ha obtenido cifras hasta cinco puntos superiores que la media de la cadena (su récord lo logró el 16 de febrero de este año, con un 8,2% y 58.000 espectadores), sino porque al ir antes del informativo del mediodía, dejaba el inicio del mismo en cifras muy positivas de arrastre.
Desde septiembre, el contenedor diario ha pasado a emitirse a las ocho de tarde, donde ha despuntado en septiembre algunos días, con 4,8% y 4,9% puntos de share, hasta perder de forma generalizada hasta 2 puntos y 20.000 espectadores en su nueva ubicación.
Este cambio, no solo ha perjudicado a la audiencia del programa en sí mismo, sino al que históricamente iba detrás de él: el informativo NTC Migdia, otra de las franjas que está demostrando ser de las más apreciadas para los espectadores, con la importancia extra que supone para la televisión pública que se trate de un programa de información. El pasado 6 de enero de este año, el noticiario logró su cifra récord con 235.000 espectadores (19,5%), y hasta junio acumulaba audiencias de entre 9 y 14% con una media de 160.000 espectadores. Este trimestre, sin el arrastre de Terra Viva, su ha perdido más de dos puntos de cuota media, y solo en una ocasión ha superado los 120.000 espectadores.
La franja matinal no ha levantado cabeza desde que se creó la nueva corporación. Son ya varios los intentos infructuosos de situar magacines o programas de infoentretenimiento con el objetivo de conseguir cierta relevancia (a excepción de, como explicábamos antes, Terra Viva, que resaltaba en este horario y envolvía entre algodones el informativo NTC Migdia). En segundo lugar, la cadena continúa programando contenidos infantiles durante el fin de semana, con ceros técnicos, tal y como adelantábamos estos días en Valencia Plaza.
Desde el 9 de octubre, la franja previa al informativo la ocupa un nuevo contenedor diario llamado A la ventura, de dos horas de duración (de 12:00 a 14:00 horas). Este nuevo programa de producción propia solo ha alcanzado en una ocasión el 1% de share durante el mes de octubre, recabando el resto de días audiencias de ‘cero coma’. La nada, en definitiva. Un espacio con un volumen considerable en cuanto a recursos internos (plató, medios y personal técnico), que se ha traducido en un descalabro. La influencia de estos resultados se deja ver además en la audiencia actual del noticiario, que ha perdido público, como comentábamos antes.
¿Se imaginan que Antena 3 emitiese durante tres meses programas repetidos de Pasapalabra o La ruleta de la fortuna? ¿Continuarían acudiendo raudos a su televisor cuando comprueban, un día tras otro, que ya los han visto hasta en dos ocasiones? Es lo que ocurre con el concurso diario que presentaba Eugeni Alemany y desde septiembre conduce Carolina Ferre.
El concurso producido por València Imagina Televisió ha sido históricamente otro de los productos de mayor éxito en la jovencísima parrilla de À Punt. Su resultado récord se encuentra en 135.000 espectadores y el 9% de share, conseguidos durante los meses de diciembre y enero. Sin embargo, su franja de emisión ha llegado a estar presente durante tres meses a base de repetir programas ya emitidos hasta en dos ocasiones, con el consiguiente desgaste para la imagen de marca del concurso.
Hay que destacar, sin embargo, que el formato, situado también en una de las noches de la semana (los miércoles), logra un aprobado (por encima de la media de la cadena) cuando tiene que competir en el horario de máxima audiencia, demostrando que es un formato que “puede”, pero que, como el resto de programas que se aportan a la parrilla, debe ser debidamente protegido.
Con respeto a la franja de sobremesa, por lo general las audiencias del concurso durante estos dos últimos meses han bajado con respecto a anteriores trimestres, aunque superan en jornadas puntuales la media diaria de la cadena. Justo después se sitúa el magacín Bona Vesprada que se resuelve con un resultado suficiente, al límite del aprobado, aunque en escasas ocasiones aporta a la media de la cadena valores que incrementen la misma.
Es importante destacar que el recurso de la reposición es uno de los males endémicos de la parrilla de la televisión pública. Buena parte de la mañana y el late night son repeticiones, y en fechas vacacionales y estivales la reposición llega a cubrir el 30% de la parrilla. No cabe duda que la fidelidad del espectador se ve truncada con un procedimiento que a corto plazo resuelve los huecos de programación, pero que a medio y largo plazo hace mucho daño a la marca À Punt.
A lo largo de su mandato, Costa lo apostó todo por la audiencia, pero sin un respaldo presupuestario ni burocrático, no ha habido modelo que asentar sino situaciones que amortiguar