ELCHE. Aunque entre la Plaza del Congreso Eucarístico y la de La Fira hay un inmueble que sobresale del resto, la basílica de Santa María, hay otros muy destacables como la Casa de los Cosidó o la Casa de los Leones del siglo XVII. En esta última se está preparando desde el verano un proyecto que se inaugurará durante la primera semana de diciembre: Icoedro House, una iniciativa multidisciplinar en la que la compañía venderá mobiliario de alto standing, ofreciendo soluciones decorativas y arquitectónicas, pero también utilizará el espacio para exposiciones y otras actividades culturales.
Su impulsor, el murciano Rubén Alcaraz, define de hecho el proyecto como "una empresa de mobiliario de alta gama (Casamania, Edra, BB Italia, De Padova, Boca do Lobo...), de arquitectura, interiorismo y reformas". Se ha aliado con un constructor y un arquitecto ilicitanos para darle forma al proyecto, ya que buscaban algún edificio histórico vacío para darle más empaque a la iniciativa, ya uno de los valores que destaca Icoedro en su web es el del trabajo respetando el entorno de las actuaciones que les encargan. En ese sentido, explica que dio con la Casa de los Leones "por casualidad y la verdad que es un sitio muy emblemático, estaba dejado y con el proyecto también queremos dar a conocer el patrimonio histórico de la ciudad", apunta Alcaraz.
Así pues este inmueble que lleva tiempo deshabitado —en su planta baja, en la última hay oficinas—, tendrá un uso, que por otra parte es uno de los problemas patrimoniales de la ciudad, la falta de uso de sus bienes. "Lo que vamos a hacer dentro de la tienda es un espacio multidisciplinar también para celebrar eventos y actividades culturales", explica, añadiendo que también están planteando la posibilidad de apostar por cocina en vivo y aprovechar el tirón que pueden tener chefs de la zona como la propia ilicitana Susi Díaz. Y trabajan con la idea de poder captar algún tipo de evento como Masterchef Senior. Explica el interiorista que la casa será por dentro un espacio diáfano en el que plantean también un patio exterior y un jardín central para complementar las actividades culturales además del propio servicio o venta de material de interiorismo.
Eso sí, el propio proyecto arquitectónico para el espacio es material sensible dado que es un inmueble con protección integral —la máxima— por el actual Catálogo de Protecciones. Y como señala su ficha, su principal elemento de valor es obviamente la fachada con un monumental escudo de armas con leones que se conserva en buenas condiciones. Es por esto que desde la empresa están en trámites con la conselleria de Cultura, ya que les tiene que dar permiso para las actuaciones y orientar con respecto a los elementos de mayor valor. Alcaraz explica que la administración autonómica les ha exigido un proyecto específico para rehabilitar el zaguán aunque la fachada no la van a tocar, ya que abarca casi todo el edificio y ellos solo van a estar en la planta baja. Eso sí, mediante una declaración responsable otorgada por el Ayuntamiento, se ha permitido derribar la tabiquería interior, y apunta Alcaraz que con anterioridad ya se había intervenido en dichos tabiques.
Por último, apunta Alcaraz que con esta sede y la murciana, pretenden crear un eje de influencia para proyectos de reforma o arquitectónicos hasta el norte de la provincia, llegando hasta muncipios como Altea o Xàbea. Ya tienen una cartera de clientes y cierta demanda y no descartan tampoco la posibilidad de abrir una oficina en el futuro en Alicante. Por lo pronto, a finales de este mes o principios de octubre están preparando una exposición digital con artistas de la zona, y en cuanto pase la pandemia también tienen previsto organizar alguna visita guiada por el espacio.
En cuanto a la Casa de los Leones, se levantó en el siglo XVII sobre el palacio de los señores de Cornellà —también se conoce como casa de los Cornellà—, en la actual calle de La Fira número 8. Lo que hasta ahora se ha conservado originalmente —así como su alineación— es esta llamativa portada con el escudos de armas de los Cornellà, que data también del siglo XVII. En 1955 fue intervenido por el arquitecto Antonio Serrano Peral. Según relata la guía de la arquitectura de la provincia del exarquitecto municipal Gaspar Jaén i Urban, "la portada se estructura en dos cuerpos; el inferior presenta molduras y filetes y el superior, el gran escudo nobiliario, enmarcado entre pilastras y una cornisa superior donde aparecen los dos leones heráldicos que dan nombre a la casa. En la fachada principal, Antonio Serrano Peral introdujo una serie de motivos arabizantes, como una serie de pequeños arcos, rejas en pecho de palomas, azulejos y pintura blanca, en un ejercicio de estilo que servía de marco a la portada del palacio".