Por ALICANTE. El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, se ha mostrado optimista este miércoles sobre la situación en que la economía española afronta la actual crisis energética e inflacionista, así como sobre la profundidad de la recesión. Gortázar, que considera que tanto la banca como las empresas y familias españolas afrontan el actual escenario en condiciones mucho más positivas que la crisis de 2009, ha pedido no obstante alcanzar un "pacto de rentas" y "acelerar la transición energética" para no contribuir a la espirar inflacionista.
El directivo de Caixabank se ha pronunciado de esta manera durante su intervención en el foro de directivos Opendir, que se celebra este miércoles en el en Adda de Alicante, y que reúne a un millar de ejecutivos para analizar la transformación empresarial y la adaptación al cambio. Gortázar ha considerado que pese al "ataque constante a la confianza" que suponen las predicciones económicas de los últimos meses, "hay motivos para ser optimistas". El consumo (medido con las tarjetas) ha crecido hasta el tercer trimestre, y aunque ahora ha comenzado a ralentizarse (una caída de dos puntos), se ha compensado con el gasto de los no residentes.
"Es posible que en el cuarto trimestre o primero de 2023 tengamos crecimiento nulo o negativo", ha vaticinado, aunque "nunca ha habido tanta dispersión en las previsiones económicas como ahora". Gortázar ha admitido que "la inflación está siendo más persistente de lo esperado", y por tanto "somos más pobres". Por ello, ha pedido que en lugar de entrar en una espiral de aumento de sueldos y márgenes, se cierre un pacto de rentas para decidir "cómo repartimos el impacto".
Por otro lado, ha advertido de que en Europa "la energía va a ser más cara durante mucho tiempo", en comparación con Estados Unidos, exportador neto. Por ello, ha pedido acelerar la transición energética y que los políticos la incentiven con la regulación.
En cuanto a los motivos para el optimismo, el CEO de Caixabank ha señalado que "estamos mucho mejor que en 2009", con el endeudamiento de las familias y las empresas por debajo de la Eurozona, y muy por debajo de la anterior crisis, por lo que "hay capacidad de aguante, no estamos ante una burbuja hipotecaria". Todo ello sumado a que el nivel de solvencia de los bancos se ha multiplicado por dos, al exigirse un 12% de capital, y a que los depósitos superan a los créditos. "Tenemos un exceso de liquidez; si el sector bancario está fuerte, las crisis duran menos y son menos profundas".
Por último, el consejero delegado de Caixabank ha abordado la transformación empresarial, poniendo como ejemplo a su sector. "Hemos tenido cambios normativos, de negocio al afrontar tipos negativos, y en la forma que tienen nuestros clientes de relacionarse con nosotros, hemos tenido que formar a 30.000 personas para adaptarnos". En este sentido, ha destacado que ahora hay modelos de atención que no existían hace siete años. Asimismo, ha advertido de que al binomio riesgo-rentabilidad para tomar decisiones, se ha incorporado una tercera dimensión: el impacto social. "Una situación a la que nos han llevado nuestros clientes y accionistas, no los regluadores". Por ejemplo, con el acuerdo de financiación neutra en emisiones de carbono en el horizonte 2050.