ORBA. El proyecto emprendedor Ginevítex se incorporaba en 2022 se incorporó al programa Llamp 3i impulsado por CEEI Elche y con el apoyo de la Conselleria de Economía. Su creadora, Ana Martínez, fue una de las ganadoras de esa edición y ahora tiene planes de futuro para su iniciativa: ampliar su gama de productos, mejorar la fórmula y ofrecer más servicios, como la formación.
Y es que, Ginevítex es un producto natural creado a partir de la planta vítex pensado para aliviar desajustes hormonales femeninos "a todos los niveles". Así, esta planta tal y como explica la creadora de esta iniciativa, "ayuda a aliviar los síntomas menopáusicos y premenstruales, a mantener una buena comodidad antes y durante el ciclo menstrual" y también explica que "contribuye a recuperar el bienestar físico y mental, ayuda a mantener un buen funcionamiento cognitivo y una buena movilidad y flexibilidad", entre otras claves.
Ahora quieren ofrecer más productos, mejorar su fórmula, ofrecer más servicios, y mejorar y ampliar los presentes. "También tenemos en mente impartir formación certificada a herbolarios, ampliar la producción en un local que ha adquirido la empresa, colaboraciones con proyectos similares y complementarios, realizar estudios clínicos de evidencia científica con Ginevítex para llegar mejor a prescriptores sanitarios, participar en Congresos de Medicina Integrativa, Jornadas de Salud Femenina Integral gratuitas presencial y online o participar en investigaciones con profesionales sobre Salud y Sexualidad de la Mujer”, explica Martínez. Igualmente, la idea de la compañía es, poco a poco, conseguir llegar a más herbolarios en todo el país, alentar a la conciliación laboral con "cualidades de ser cíclicas hormonalmente tanto en la etapa fértil como en la perimenopausia". De hecho, la CEO de esta firma ya ha introducido una cláusula en los contratos de sus trabajadoras con el que normativiza un día al mes de descanso retribuido, en caso de necesidad por el ciclo menstrual, con el objetivo de asegurar el bienestar y la salud de su equipo.
En este sentido, su creadora Ana Martínez explica que la idea de Ginevítex surgió al reconocer que sus necesidades y problemas eran un ejemplo de algo que ocurre a otras mujeres. "Mis problemas ginecológicos tenían efectos a todos los niveles, no solo físico, sino mental o emocional, conductual, afectaban mi autonomía y autoestima. Estos malestares se aceptan en la sociedad como algo normal por "ser mujer" y no debería ser así porque he descubierto que tenían causas, aunque nadie me lo había explicado. A su vez, el sistema hormonal femenino también era desconocido para mí y esa falta de información también nos afecta y tenemos derecho a saber qué es normal y sano y qué no lo es", cuenta Martínez.
En ese contexto, cuando descubrió la planta vítex, con la que se elabora el producto, descubrió nuevas posibilidades. "Algo tan sencillo y a mano fue una solución totalmente eficaz y natural, que proviene de nuestra tierra y, además, sin efectos secundarios. Así que pensé, si me funciona y es bueno para mí, quiero compartirlo con ilusión para que la conozcan todas las mujeres", explica la creadora de Ginevítex a la vez que destaca que, su deseo, es que las mujeres puedan elegir cuidando cuerpo y mente y también los ecosistemas, cultura y tradiciones.
"Con el programa Llamp 3i nos hemos dado cuenta de la importancia de nuestros valores que forman la Responsabilidad Social Corporativa y la Economía del Bien Común, que lo hacíamos desde el inicio desde el corazón. Además de darnos cuenta de que nuestra propuesta se acerca de un modo natural a los Objetivos de Desarrollo Sostenible", destaca Martínez.
Ginevítex es una microempresa y, como explica su creadora, estos procedimientos muchas veces son complejos y se necesita un acompañamiento que ayude a estandarizarlos para poder medir su impacto en la organización y en el ecosistema social y empresarial del entorno.
En el marco de la iniciativa Llamp 3i, la empresa obtuvo el tercer premio por el desarrollo del proyecto, algo que ha supuesto un hito para toda la compañía. "A través de este galardón se ha reconocido nuestro impacto no solo medioambiental, que es evidente, sino social que para nosotras ha sido un impulso", afirma Sánchez a la vez que explica que "el programa Llamp nos ha permitido tener una visión global de nuestro proyecto a nivel social, económico y medioambiental. A partir de aquí podemos incluir la RSC en nuestra planificación estrategia y establecer objetivos claros y medibles".
Tras la idea de la creación de Ginevítex, su CEO se puso en marcha y, junto al resto del equipo organizaron una prueba piloto para que otras mujeres probasen el producto y les dieran su valoración y experiencia. "Empezamos el proceso de construcción a la par que Mercats de la Terra, una gran oportunidad para detectar necesidades y conocer el público objetivo, cara a cara. Desde el principio nos dimos cuenta de que era igual o más importante la información como el producto. Las mujeres tenían aceptado que su "mal" era de por vida y no había solución. Había mucho tabú, vergüenza y se normalizaba el malestar y el maltrato a nivel social, laboral o médico, según la emprendedora.
La filosofía y la fórmula de Ginevítex, pues, se ha mantenido desde su origen, además de "los valores éticos a nivel social y ambiental ". De este modo, sus socios fundadores vienen del mundo de la educación social y movimientos sociales. "Eso es lo innovador de Ginevítex, la integración de todo, dedicarnos a un proyecto empresarial con la pasión de la revolución de mejorar el mundo", explica la CEO de la compañía.
Así, Llamp 3i es un programa dirigido a apoyar, orientar y potenciar a las empresas en la implementación del triple impacto innovador en sus vertientes social, medioambiental y económica sostenible, así como alinearlas a los ODS. Cuenta con 10 entidades participantes, de Alicante, Castellón y València: CEEI Elche, CEEI Valencia, CEEI Castellón, Fevecta, Fundación Novaterra, Avaesen, Las Naves, Impulsa Alicante, ESIC y Bioval que son las encargadas de mentorizar a los proyectos seleccionados.