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I Congreso Economía Circular

La gestión de la empresa en la economía circular y las oportunidades y problemas de la nueva Ley de Residuos

27/10/2022 - 

ELCHE. Después de abordar las oportunidades que hable la economía circular y l descarbonización en la industria en la primera mesa de Conecoo, el primer congreso de Economía Circular que tuvo lugar en Elche (en las dependencias de Grupo Soledad en el Parque Empresarial), las siguientes mesas abordaron por una parte cómo se gestionan estas políticas en la parte interna de la empresa y las ventajas que ofrece. Y por otra parte, también cómo puede afectar la nueva Ley de Residuos

En la segunda mesa, moderada por Pascual Martínez, CEO de Desinope, se abordaorn estas cuestiones, en las que las firmas expusieron su caso. En el de Decathlon, su encargado de Desarrollo Sostenible, Íñigo García, explicó que una empresa que cubre el ciclo completo de economía circular, como es el caso, "la estrategia también tiene que ser completa, ahondando todos los impactos que se generan. Tenemos una deuda con la biodiversidad y las agresiones generadas por nuestra actividad". Por ello se centran en la reducción de emisiones de CO2 en términos absolutos (midiendo el desplazamiento de clientes), reducción de deuda con la biodiversidad (metros invadidos en la naturaleza por una tienda, buscar acciones para revertir), promoviendo la movilidad ‘saludable’, sin vehículo, y por último la economía circular: "Desde 1986 celebramos la feria Trocathlon de venta de segunda mano". Y añadía que es clave "la economía de uso como fomento del alquiler o el ecodiseño de los productos, donde hemos avanzado mucho".

Por parte de Soledad, la otra compañía sobre la mesa que cumple ese ciclo completo, con los neumáticos, la responsable de Comunicación y RSC, Vanesa Pérez explicó que compran, distribuyen, ponen el producto en el punto de  venta "y lo recogemos una vez finalizado". En su planta de Aspe filtran  los neumáticos que son aptos para una segunda vida y se renuevan, "y los  que no se destruyen para nuevas materias primas en fábricas para  fabricar bolardos de caucho, piezas para puentes elastoméricos, goma  para el techo, granzas...". Valorizan los residuos para meterlos de  nuevo en la cadena de suministro de las plantas de pirólisis, "nos  permite el 100% del reciclado del neumático". También han instalado más  de 3.000 placas solares para ahorro de energía diaria o calderas de   biomasa para no utilizar gas en las divisiones industriales.

En el caso de Greene, referente en el sector del biogás, su CEO Juan José Hernández incidía en que son una empresa "de base tecnológica muy científica".  Para ellos, la materia prima es el residuo, del que estudian sus  distintos procesos químicos, que dependen de los componentes y su  tratamiento. "Estudiamos comportamientos y a partir de ahí ingeniería  que sea capaz de transformar este producto en nuevo producto". Trabajan  con el residuo que acaba en el vetertedero y que no puede recuperarse  mecánicamente. Actualmente cuentan con una plantilla de 53 profesionales  para estudiar proyecto por proyect, aunque recuerda lo difíciles que  son los primeros pasos: "Nunca hay una primera referencia cuando se  habla de vanguardia, que es lo que buscan los inversores o potenciales  clientes". 

Han estado estudiando estos procesos concienzudamente  desde  2003 y están constituidos como empresa desde 2011. "Acompañarlo  con  financiación que muchas veces es difícil conseguir". A día de hoy   tienen más de 17 millones de euros para investigación y nuevos   proyectos. "Conseguido con la dilución de la empresa". Los clientes exigen referencias y ahora han cambiado el modelo gracias a la entrada   de financiación con un fondo de inversión, e invierten en sus propios   proyectos con financiación. "Estamos invirtiendo 105 millones para   construir 5 plantas de tratamiento, tenemos acuerdos para para tratar   200.000 toneladas por un lado y 105.000 por otro y con ello producir   160.000 toneladas de productos con aceites de la pirólisis, biocombustible y con las resinas circulares (la síntesis de nuevos   plásticos)".

De nuevo en el ámbito de la consultoría, Nazim Kuyer, cofundador y Director de Operaciones de Redeco,   explicó que trabajan en tres ámbitos, con pymes manufactureras como   departamento externalizado de sostenibilidad y estableciendo un plan a   largo plazo que se ha hablado con la empresa, siguiendo una serie de   indicadores para medirlos. Destacó el caso de éxito con Maniquís   Sempere, que trabaja para Decathlon, logrando un ahorro de costes con   otro tipos de plástico y cabiando el packaging. Han trabajado   con Proyecto Lázaro para economía circular con un cluster con otras   firmas; "y queremos dedicarnos, pero el mercado aún no está maduro, con   industria en aspectos como Agencias de Desarrollo Local, o Entidades  de  Gestión de polígonos o asociaciones empresariales para tejer  alianzas y  conectarlas con sistema de Inteligencia Artificial".  Colaboran  estrechamente con una red de proveedores 'verdes'. 

Por su parte, Carlos Pérez, vicerrector adjunto de Emprendimiento de la UMH,   especializado en automatización y digitalización, presentó la   perspectiva de la gestión de la economía circular en la administración. "Tenemos el problema en cuanto al consumo energético, está todo   disparado con la luz, pero hay programas de consumo energético de   puertas para adentro". Puso de relieve que una parte del presupuesto de la universidad viene de proyectos de concurrencia competitiva y   captación de fondos "con los que ayudamos a conseguir iniciativas a empresas". 

Obstáculos en la gestión

Sobre los obstáculos como empresas y entidades que más se encuentran actualmente con lo   relativo a estos procesos, la representante de Cedelco destacó por   encima de todo la subida del coste de la materia prima, "dificulta la   elaboración de los productos y hace que no sea tan receptivo en el   mercado como anteriormente". Kuyer explica desde su experiencia en la   consultora que a nivel político "faltan incentivos para llegar a una simbiosis industrial, el marco normativo es amplio pero faltan   cuestiones por cumplir. Mientras sea más barato hacer las cosas mal que   bien, es difícil cambiar la óptica del empresario", y han detectado en   la compañía que "hay falta de conocimiento del uso de sus residuos  para  ser explotados, además de falta de recursos de tiempo y dinero.  Las  pymes viven en el día a día".

Juanjo Hernández de Greene  incidía  de nuevo en que las firmas innovadoras pueden nacer con buenas  ideas  pero sin capital "hay que ir mendigando para poder investigar.  Una vez  llegas y tienes un nivel desarrollado, nadie quiere ser el  primero por  si no funciona". A ello hay que añadir que el banco para  financiar el  proyecto necesita un balance, "que no tienes porque has  estado 10 años  investigando. Te encuentras con una cosa chula pero ni  un céntimo para  implementarlo". Recuerda que las nuevas tecnologías  tienen un coste y  que ahora se ha equilibrado más la balanza en su  sector. "Cuando  enterrar el residuo en el  vertedero valía 10 euros una  tonelada de  material, nadie quería gastarse 20 millones para 40  toneladas". "Ahora  hay tasas y es más caro enterrar", aunque entiende  que en casos como su  empresa, van aún por delante de la legislación.  Otro problema es la  "lentitud en conseguir autorización de la  administración a nivel  ambiental: si tienes el dinero paralizado y cada  planta vale unos 20-30  millones de euros para gestionar 40 toneladas  de residuos, los fondos de  inversión quieren rentabilizar, no van a  estar dos años esperando para  tanto dinero invertido". 

Para  Íñigo García de Decathlon, también  es importante  estudiar lo que hay  detrás del ecodiseño para que el  consumidor  conozca la realidad. "Tiene  que haber una auditoría,  dependiendo de  esa etiqueta puedes ser más  contaminante que otro  producto desde la  extracción de la materia prima,  por ejemplo". Añade  que hay que tener  en cuenta la logística de cada  sitio, lo que hay  después, la  reciclacabilidad del producto, su ciclo  de vida, si se puede  arreglar…  Cuestiones encima de la mesa hoy en día  frente al conocido  como greenwashing.  "Nosotros tenemos tres  criterios comunes:  que haya una reducción  significativa de los impactos  que generamos, que  nuestro producto  diseñado tenga un tercio más de la  vida útil habitual, y  si con ese  ecodiseño se puede reparar hasta en  el 80% de los problemas  más  comunes". Para cada producto tienen unos  cánones para determinar si   cumple con los requisitos de ecodiseño,  puesto que tienen una  tecnología  auditada "que analiza el ciclo de vida  real". Creen que  esos estándares  deberían ser iguales para todos.

En  el caso de  la universidad,  Carlos Pérez opina que "la principal  barrera que nos  encontramos es la  desconexión del tejido productivo, de  laempresa. Es  una limitación  social, la universidad tradicionalmente  ha estado  desconectada de la  empresa debido a dos factores, para un  profesor de  universidad puede ser  más cómodo investigación y oficina.  Por otro  lado las compañías no nos  identifican como un socio para  desarrollo de  ingeniería". 

Asimismo,  el representante de Redeco  ponía de  ejemplo sobre la legislación que en  Holanda "bajan los  impuestos a la  contrtatación y lo compensan  subiéndoselo a las materias  primas",  presentando por otra parte los  problemas de la economía  circular: "Hay  mucho trabajo manual y hace  falta capital humano porque  la maquinaria  no llega a tanto por ejemplo  en el textil". Por último,  apuntaba a  que ante este cambio de paradigma,  "falta más cooperación  entre las  compañías ante un modelo de  capitalismo salvaje, tenemos que  remar en  una misma dirección, pues no  existe sostenibilidad sin  cooperación". O  que 7 de cada 10 personas de  la Generación Z está  dispuesta a pagar  más por productos sostenibles.

A  modo de  reflexión y cierre,  decía el CEO de Greene que "Europa no puede   permitirse el lujo de  enterrar una de las mayores fuentes de materia   que tiene, el residuo",  y Pérez, vicerrector adjunto de la UMH, que  "hay  que volver a  producir cerca del consumidor. Tenemos que revertir y  no  deslocalizar:  desglobalizar y reindustrializar desde el punto de  vista  de la  sostenibilidad para lo que ya tenemos".

Nueva Ley de Residuos

Por último, en la última mesa se analizó la nueva Ley de residuos 7/2022. La moderación corrió a cargo de Andrés Ferrer, CEO de Omawa Huella Ecológica, que introdujo el qué, que pasaron a explicar los ponentes. Javier Ariza, Director de Economía Circular de Castilla  La Mancha, y como representante de la administración pública, explicó que esta ley incide no solo obre los objetivos, también sobre la    prevención de residuos, "lo importante es que busca que para 2030 se hayan reducido un 15-20% menos que en 2010". Y sobre todo, declaró, "establece la responsabilidad compartida del productor con el gestor de    residuos. Antes el productor entregaba al gestor el residuo y se    despedía, ahora esa gestión es compartida, no se puede quitar de en    medio". A su juicio, además de los impuestos sobre vertidos o plásticos    no reutilizables, "va a fomentar que surjan iniciativas, lo más  positivo".

Para Antonio González, director de Gonzálvez y Albaladejo Abogados,     el tema circular no es novedad. Así lo demuestran las disposiciones     comunitarias europeas. El problema es que España llega tarde. "Siempre     vamos con retraso, la primera es de 2008, se tardó tres años en     trasponer a 2011. Y esa se modificó en 2018 y ahora otros cuatro años    en  trasponer la directiva a la ley. Con otros países del entorno vamos    con  retraso". A ello hay que sumar que hasta que aterriza con sus     disposiciones a la legislación nacional, esta cuestión sobre los flujos     de residuos puede esperar hasta 2025. "Una ley que reduce el cupo de     flujos", explica Gonzálvez. Con ella se introducirán los Scrap (Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor) a los que hacía     referencia Ariza, y que tendrán incidencia en sectores sensibles para    la  provincia, por ejemplo, como la moda; tanto calzado como textil.

De hecho, Enrique Rivas, director de la multinacional Eurofins en su sede ilicitana, explicaba que no se es consciente de lo que viene por el Scrap: "Va     a ser un gasto enorme, hay que avanzar mucho técnicamente en proceso  e    innovación". Si bien fomenta el ecodiseño, "no estamos tan  formados,    necesitamos mucha formación en esta parte. Hay industrias  que piensan    que no les afecta, como la textil, y sí. Va a ser la  industria más    afectada. Según los estudios que mires, el sector de la  moda se dice   que  produce hasta el 12% de contaminación del mundo". Y  como en el   resto de  la jornada, añadió que la pequeña empresa no  tiene  herramienta  para la  aplicación de lo que supone esta ley.  "Necesita  una aportación  de  capital importante y el apoyo de la  administración.  En 7 u 8 años,  viene  mucho".

Rivas adhiere que  "no solo el  productor nacional  tiene   implicaciones, también el  importador, habrá  que etiquetar todo,   calcular  huellas de carbono...  Es lo que llegará  en 2030. De la   industria  nacional se va a  distinguir de todo lo que se  importa".   Frente a ello,  había o hay un  transporte que no se sabe de  dónde  venía y  cómo. "Desde  el cultivo  del algodón hasta última planta  de   confección". Aunque  observa que  hay que saber diferenciar, no    entendiendo la economía  circular  'porque sí'. "Tenemos que cuantificar    el uso de prenda, no es  lo  mismo una prenda que se usa 5 veces que   una  que 50, aunque la primera   esté reciclada". "Hay que premiar la    usabilidad y reciclabilidad,  antes  que la que economía circular",    sostiene. 

Con todo, para  el  abogado, es importante que se   incida  en esa prevención del cambio   climático y los ODS, "pero eso   vale  dinero, detrás hay empresas, los   gestores. El productor paga  para  la  gestión y se repercute en cascada   hasta que lega al  ciudadano,  quien  debe ser consciente de ello". No   obstante, anima a  los  productores a  "ponerse las pilas los próximos  2-3  años". Cree en  todo  caso que esta  nueva normativa abrirá muchas   oportunidades y  que era  "necesaria porque  abre un campo de futuro a   corto plazo muy   interesante, creo en la  responsabilidad ampliada del   productor para   una correcta gestión del  residuo". Y de nuevo se ve el   mismo  problema:  demasiado sancionadora, y  sin bonificar al que  cumple. E   hizo un  llamamiento a la agilidad de la  administración,  reconociendo   que  intenta poner todo de su parte. Al  hilo, el  responsable  manchego   estima que etsa ley provocará la creación  de  muchas  iniciativas "para   valorizar los próximos años", poniendo   énfasis en  la colaboración   pública y privada.

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