ELCHE. La gasolinera de la Estación de Autobuses de Elche, de propiedad municipal y gestionada por Pimesa, lleva desde finales del año pasado intentando renovar el suministro de carburante para los próximos años, estando en prórroga ahora con Esergui. Pero la subida de precios por normativa europea y decretos aprobados por el Gobierno el año pasado ha hecho que finalmente tenga que invertir casi cuatro millones de euros más de los previstos para poder ofrecer el servicio. El medio municipal ha puesto en marcha una tercera licitación, con un Sistema Dinámico de Adquisición (SDA), que permita una suerte de microconcursos públicos para cada surtido. Eso sí, por 8,6 millones de euros.
La primera y segunda licitación salieron por 4,8 millones de euros y 4,9 millones, pero ambas quedaron desiertas desiertas porque no se presentó nadie. Los ofertantes descartaron poder competir con esas cifras. Todo porque ha habido cambios normativos en el biocombustible que se ofrece en la estación. Este está formado por una serie de productos que tienen su evolución de precios, y cada compañía tiene una cotización para la parte de prima bio, no la del gasóleo. Pero con los decretos de guerra aprobados, ha cambiado el porcentaje de la composición del biocombustible, por lo que las empresas han determinado que es un cambio de costes que no estaba contemplado con el anterior sistema. Al cambiar la fórmula planteada, no se han presentado porque no cubrían los costes del servicio.
Cuando se cambió el precio de esa composición estaba en marcha una licitación con la habitual limitación de precio del litro de biocombustible que establece Pimesa, y no se querían presentar con ella porque el mercado ya estaba cambiando. Así que al final la empresa pública ha tenido que optar por una tercera licitación, este sistema SDA para que las empresas se adhieran. Básicamente supone una adjudicación a varias empresas, pero en lugar de lotes, cada vez que se vaya a pedir un suministro semanalmente, las firmas adjudicatarias pueden escoger presentarse o no para surtir cada pedido. Compitiendo por cada uno de ellos.
Por tanto hay una suerte de doble licitación, la actual para elegir a las empresas, y ya en el normal funcionamiento, habrá una semanal para cada pedido con esas compañías adheridas. "De esta forma te adaptas al precio que hay y cada una presenta su oferta. Cuando la presentan la oferta (en sobre cerrado), tienes la cobertura más ajustada, adjudicas y eliges el más barato", explican desde la empresa pública. Será un servicio para dos años, tendrá que entrar en operaciones en junio y hasta mayo de 2025.