ALICANTE. A veces no hay ninguna diferencia entre decir algo y no decir nada. Eso es lo que ocurrió con el Intercity este lunes, a cuenta del fichaje frustrado de Martin Sebastian Andersson.
Por medio de un comunicado en el que en ningún momento citaba al delantero sueco, el club de los hombres de negro confirmaba que "había alcanzado un principio de acuerdo para la incorporación de un nuevo futbolista al proyecto de la temporada 2024/25" pero, a continuación, añadía que "ha decidido no continuar con estas negociaciones, mientras mantiene otras operaciones abiertas para completar la plantilla del club de la próxima temporada". Vaya, que el fichaje se caía.
La realidad es que el Intercity tenía tal principio de acuerdo con Andersson que en los días previos había estado cebando el anuncio del fichaje en las redes sociales, pero como contamos en Alicante Plaza el domingo, ese acuerdo no se había formalizado, el futbolista tenía que entrenar este lunes a las órdenes de Alejandro Sandroni y también había de pasar reconocimiento médico.
Pese a los intentos por conocer cuál es la razón por la que finalmente no se hizo realidad el fichaje, no ha sido posible porque las partes apuestan por guardar silencio (aunque el club trató de sofocar la polémica publicando una foto de la comida de grupo de la primera plantilla, 'staff' técnico y directiva celebrada precisamente este lunes).
No es la primera vez que el Intercity protagoniza un sainete de este tipo en un mercado de fichajes y no solo con operaciones que se caen en el último momento, también con futbolistas que luego hacen las maletas sin despedirse (así ocurrió con Emre Çolak) o con la gestión de las licencias (reduciendo sin necesidad el cupo de sénior del primer equipo dando licencia a futbolistas sub-23, cuando podían tenerla en el filial como ocurrió en 2022).
Ahora el Intercity tendrá que fichar a un delantero centro pues rescindió contrato al setabense 'Guille' Andrés porque incorporaba a Andersson...