ELCHE (EFE). El alcalde de Elche, Carlos González, ha anunciado este viernes que el ayuntamiento intensificará el trabajo para que la Dama de Elche, en la actualidad en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), en Madrid, vuelva de forma temporal a su ciudad de origen en el segundo semestre de 2018.
González ha hecho estas declaraciones durante su visita conmemorativa al yacimiento de la Alcudia de Elche, donde hoy, hace 120 años, se descubrió la Dama de Elche, el busto más representativo del arte ibérico. El regidor ha señalado que, tras la reunión mantenida el pasado mes marzo con el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, para solicitar el regreso de la Dama, se retomarán las conversaciones en los próximos meses para favorecer su vuelta a Elche, al menos de forma temporal, durante un periodo de seis meses.
"Por primera vez, el actual Gobierno ha abierto la puerta, tras un periodo de negativa y cerrazón a ultranza a cualquier cesión, y debemos ser capaces de aprovechar esta cambio de postura respecto a la Dama", ha afirmado. González ha avanzado también que en los próximos meses volverá a reunirse la comisión bilateral Ayuntamiento de Elche-Generalitat que trabaja para realizar gestiones ante el Ministerio de Cultura y favorecer que el Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE) se convierta en subsede del MAN y acoja a la Dama de forma permanente.
El alcalde ha indicado que, en estos 120 años, la Dama solo ha estado en Elche temporalmente en dos ocasiones: en 1965, durante 19 días, y en 2006, en un periodo de seis meses. Ha manifestado que la presencia de la Dama en Elche en su ciudad de origen sería importante desde el punto de vista cultural, sentimental y turístico.
Así, ha recordado que la presencia del busto en el municipio ilicitano en 2006 fue un "gran revulsivo turístico", ya que más de 300.000 personas vinieron a visitarlo en esos seis meses.
González ha asegurado que la Dama es un "elemento central" del MAN, un museo que celebra su centenario y "vive un momento de auge", pero esta situación, a su juicio, no es "incompatible con una cesión temporal del busto".
"El mejor lugar en el mundo donde puede estar la Dama es en su ciudad, con los ilicitanos", ha subrayado el alcalde.
Por su parte, el presidente de la Real Orden de la Dama de Elche, Antonio Martínez Camacho, ha subrayado el trabajo realizado por todos los gobiernos locales para que el busto retornara a su ciudad de origen. "Siempre ha sido una cuestión prioritaria. No hay política cuando se habla de la Dama", ha sentenciado Martínez Camacho. El próximo año, la Real Orden celebra su cincuenta aniversario y espera hacerlo con la presencia de la Dama en Elche.
El director del Parque Arqueológico de La Alcudia, Alejandro Ramos, ha destacado las excavaciones llevadas a cabo en los últimos meses junto al lugar en el que se halló la Dama hace 120 años y que permitirán dar a respuesta a diversas cuestiones sobre la existencia del busto en esa finca.
Esta tarde se celebrará el acto institucional en la Plaza del Congreso Eucarístico, donde se nombrará caballero de Honor de la Real Orden de la Dama al presidente de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos San Francisco de Asís de Crevillent, José Ángel Asensio.
También se estrenará el documental "120 años: Historias de la Dama", en el que se mostrarán "detalles inéditos" del busto ibérico. La Dama de Elche, considerada una obra maestra del arte ibérico, que los expertos datan en torno al V a.C., es de piedra caliza y fue hallada en 1897 en el yacimiento de La Alcudia, en el término de Elche, por un muchacho de 14 años que colaboraba en unos trabajos agrícolas, Manuel Campello Esclápez.
Un arqueólogo francés se la adquirió al propietario de la finca y la pieza fue a parar al Museo del Louvre, que pagó por ella 4.000 francos de la época. Allí pasó 40 años hasta que, durante la invasión nazi de Francia (1940), durante la Segunda Guerra Mundial, fue temporalmente trasladada a Toulouse.
En 1941, una negociación entre los gobiernos de España y de Vichy (colaboracionista de Hitler) acabó con el traslado del busto al Museo del Prado, donde permaneció tres décadas. Desde 1971 pertenece al Museo Arqueológico Nacional.