ALICANTE. El Museo Bellas Artes Gravina (MUBAG)ha incorporado a sus fondos dos obras de Enrique Cosín que se expondrán en el espacio destinado a Donaciones de Arte. La presentación tendrá lugar el viernes 26 de noviembre, y se complementará con una conferencia sobre el artista, muy vinculado al importante movimiento cultural que se desarrolló en Monóvar a mediados del siglo XX.
La vicepresidenta primera y diputada de Cultura, Julia Parra, ha señalado “la importancia de acoger estas dos obras de Cosín, un artista muy vinculado a Alicante en la última etapa de su vida que hasta el momento no estaba representado en la colección de la Diputación provincial”.
Las piezas de Cosín (1912-1995), cedidas por los coleccionistas Emilio Martínez Guillén y Vicente Hernández Navarro, son el lienzo Paisaje de Monóvar. Iglesia de San Juan y la escultura Figura. Ambas obras tienen su origen en la relación que el autor mantuvo con el pintor monovero Luis Vidal y en su posterior vinculación con El Palera, destacado punto de encuentro de artistas en la provincia.
Al hilo de esta presentación, el Museo ha organizado una conferencia, este viernes, 26 de noviembre, a las 18 horas, a cargo de José Piqueras quien, bajo el título Enrique Cosín en el MUBAG, analizará los pormenores tanto de las obras como de la trayectoria del artista. Posteriormente, a las 19 horas, tendrá lugar una mesa redonda integrada por María José Gadea, Jorge A. Soler, Gerardo Muñoz Lorente y Joaquín Santo Matas sobre la exposición temporal Alicante, paraje exótico. La mirada de Didier Petit de Meurville (1793-1873).
Atraído por la amistad con su antiguo compañero de Bellas Artes en Madrid, Luis Vidal, Cosín encontró en Monóvar su espacio vital y creativo definitivo. Ambos artistas están vinculados a la andadura de El Palera, estudio de pintura y punto de encuentro de artistas en el barrio de La Goletja que se convirtió en referente imprescindible de la cultura alicantina a partir de la mitad del siglo XX.
Además de su influencia intelectual entre los más jóvenes, el artista soriano destacó por la calidad de su arte renovador, que abarca desde estructurados paisajes monoveros hasta luminosos bodegones. Sus pinturas murales en casas y fábricas de Monóvar, a modo de majestuosas coreografías teatrales, son una muestra de su arte alegórico, optimista y de vibrante colorido por el que no parece haber pasado el tiempo. Los paneles del Teatro Principal son un ejemplo fascinante de su legado artístico.