ALICANTE. La irrupción de la pandemia del coronavirus en marzo de 2020 interrumpió bruscamente la inversión, más allá de las restricciones al normal intercambio comercial. Grandes operaciones que llevaban meses trabajándose quedaron en stand by a la espera de que el escenario mejorase: inversión hotelera, inmobiliaria, acuerdos de entrada de nuevos socios en empresas, adquisiciones de firmas... Pero con la mejoría de los indicadores pandémicos, la inversión también se ha reactivado, y en estos momentos la provincia de Alicante vive una auténtica ebullición de capital extranjero en busca de empresas.
Precisamente, la Generalitat ha publicado este miércoles los datos de la Secretaría de Estado de Comercio, según los cuales la Comunitat Valenciana ha sido destino de inversiones por valor de 397 millones de euros en el primer semestre del año, seis veces más que en el mismo periodo de 2020 (que incluye los tres meses de confinamiento total) y más que en todo el año pasado. Con todo, las principales operaciones registradas en la provincia de Alicante se han dado durante los meses de verano.
Así, entre mediados de junio y mediados de septiembre se han cerrado cuatro adquisiciones de grandes empresas de la provincia, la mayoría del sector industrial, y la compra de un proyecto de residencia de ancianos con una inversión aparejada de 13 millones de euros. Superado (al menos es la sensación) lo peor de la pandemia, las firmas industriales alicantinas vuelven a aparecer como apetecibles a ojos del capital extranjero, que se ha lanzado de compras por la provincia.
La primera de estas grandes operaciones la protagonizó Korott, la empresa de cosméticos y suplementos dietéticos con sede en Alcoy. Tras dejar de ser proveedor exclusivo de Mercadona, la firma alcoyana se reposicionó con la adquisición de dos empresas con marca propia en el sector de los suplementos, rebalanceando su actividad y volviéndola tremendamente atractiva a ojos de los inversores. Quien se llevó el gato al agua fue el fondo alemán Capiton, que está construyendo un megafabricante de farmacia y parafarmacia para terceros, Euro Vital Pharma. La negociación comenzó durante la pandemia y cristalizó este verano.
La de Korott no iba a ser la única gran operación industrial con capital extranjero involucrado este verano. Este mismo mes de septiembre, como adelantó este diario, el fondo británico Cranenmere cerró la adquisición del fabricante de platos de ducha y muebles de baño Nuovvo, cuyas instalaciones se encuentran en Redován. Nuovvo, fundada hace solo ocho años y que actualmente factura unos 15 millones al año, se integra así en el mayor fabricante europeo de platos de ducha, The Enginereed Stone Group, formado por seis empresas, de las que cinco son españolas (y cuatro, de la Comunitat Valenciana).
La tercera gran operación industrial se ha anunciado este mismo miércoles. El grupo austríaco Alpla, especialista en soluciones de embalaje y reciclaje, ha anunciado la adquisición de la empresa alicantina Plastisax, líder español en la producción de botellas de plástico para los segmentos de cosmética, hogar y cuidado personal. Esta unión permitirá un mayor uso de material reciclado en las operaciones de producción, mientras el grupo austríaco consolida su posición en el mercado español y amplía su capacidad. Los 58 empleados de Plastisax se incorporarán a uno de los grupos líderes del sector en Europa.
A las tres operaciones con empresas fabricantes, cabe sumar la compra del 100% de la histórica constructora alicantina Ecisa por parte de la cotizada española Grupo Urbas, que si bien está en manos de accionistas mayoritariamente locales, cuenta desde ahora con el fondo catarí Al Alfia como accionista significativo. Precisamente, Al Alfia terminó de adquirir Ecisa a la familia fundadora el año pasado, para luego cerrar el acuerdo de integración en el gigante del 'ladrillo'. Ecisa mantendrá su independencia de marca y funcionamiento con su sede en Alicante, para liderar las operaciones de Urbas en la zona mediterránea.
A estas cuatro operaciones corporativas, hay que sumar aún una más, en este caso de índole inmobiliario, que también ha cristalizado durante este verano: la compra por parte de la mayor inmobiliaria belga, Cofinimmo, del solar y el proyecto para levantar una residencia de personas mayores en el solar de la antigua sede de Cruz Roja en Alicante. Impulsado por Thor Private Equity, el grupo belga será el encargado de construir y rentabilizar el edificio, de 150 plazas, para el que ha cerrado un acuerdo de gestión con el grupo especializado valenciano Solimar. La inversión en este caso se ha cifrado en 13 millones de euros.
