ALICANTE. La ampliación del Parque Científico de la Universidad de Alicante (PCUA) hasta sumar una superficie global de 904.905 metros cuadrados logra finalmente el beneplácito de la Generalitat tras la recopilación de todos los informes favorables sectoriales necesarios para su evaluación ambiental (entre ellos, el dictamen positivo evacuado por Transición Ecológica en 2020), cuatro años después del inicio oficial de su tramitación. Eso sí, ese visto bueno queda condicionado a la elaboración de estudios adicionales en los que se garantice que esa expansión no conllevará la generación de problemas de tráfico en el área de influencia del recinto universitario, con el trazado de la A-70 como principal referencia.
Es más, en esos nuevos estudios debe certificarse que la generación de ese suelo adicional destinado a albergar futuros edificios de investigación y experimentación no impedirá que se desarrollen proyectos pendientes de ejecución por parte del Ministerio de Movilidad y Agenda Urbana como la construcción del tercer carril de la A-70, según se advierte de forma expresa en el informe evacuado por la Demarcación de Carreteras del Estado en la Comunitat Valenciana, con fecha de 18 de junio de 2020.
Dicho organismo es, de hecho, el que plantea las principales salvedades a la hora de respaldar el crecimiento del PCUA -que se propone a través de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alicante-, en la medida en que llega a plantear la posibilidad de que se deniegue la generación de un enlace de conexión entre la zona de ampliación del PCUA con la autovía. Es más, incluso advierte de que pueda informarse de forma desfavorable a la ejecución física de esa ampliación, en el supuesto de que se constaten afecciones sobre la circulación y no se arbitren las medidas correctoras pertinentes.
Así se hace constar en la resolución de la Dirección General de Urbanismo, Paisaje y Evaluación ambiental del pasado 29 de agosto por la que se emite informe ambiental y territorial estratégico favorable en el procedimiento simplificado de evaluación del plan, al concluir que el proyecto de expansión "no tiene efectos significativos en el medio ambiente". O lo que es lo mismo, que la reclasificación de suelos planteada sobre el término municipal de Alicante (a diferencia del campus de la UA, que se sitúa en San Vicente del Raspeig) no supone ninguna alteración significativa sobre el medio natural. No obstante, el acuerdo incide en que en la expansión del PCUA debe darse cumplimiento a "las determinaciones que se incluyen en el citado informe".
Entre ellas, figuran los condicionantes apuntados por Carreteras, de los que se resume sus principales apreciaciones. En esta línea, se apunta que se debe redactar un "estudio de tráfico y capacidad, ajustado al diseño concreto de las conexiones, que incluirá expresamente el análisis de la capacidad para atender la demanda de salida de la carretera en horas punta, y contemplará las medidas oportunas para garantizar el mantenimiento del nivel de servicio y las condiciones de seguridad de la Red de Carreteras del Estado".
Al tiempo, se señala la necesidad de que se practiquen modificaciones "para compatibilizar" las previsiones de la expansión del PCUA "con las de los estudios y proyectos de carreteras previstos por el ministerio, actualmente". De este modo, se refiere en concreto al "proyecto con orden de estudio de las obras necesarias para aumentar la capacidad y mejorar la seguridad vial en el enlace de acceso a la Universidad de Alicante, p.k.12 de la autovía A-70", en el que ya se ha intervenido con dos últimas actuaciones en el margen de los dos últimos años con un nuevo acceso directo al campus, y a la "previsión de ampliación de la autovía A-70 a 3 carriles", sobre el que no se apuntan más concreciones.
Además, se requiere la elaboración de un estudio acústico sobre el nuevo tráfico generado a partir de la nueva actividad a la que se espera que dé pie la ampliación del recinto y se establece que la iluminación que se instale en esos nuevos 743.000 metros cuadrados ganados para el PCUA no genere deslumbramientos a los vehículos que transiten por la red viaria estatal.
De igual modo, en el ámbito de las infraestructuras, también se requiere que la ampliación tenga en cuenta las servidumbres asociadas al trazado de las infraestructuras ferroviarias que dependen de Adif en el entorno de la zona de expansión propuesta (básicamente, el acceso ferroviario a Alicante y el cercanías a Villena).
Lo cierto es que se trata de condicionantes necesarios si se tiene en cuenta las nuevas conexiones que se plantean para garantizar la movilidad y la conectividad del PCUA ampliado. El mismo informe de evaluación señala que se contempla una primera conexión intercampus, a partir de un eje este-oeste que cruza la A-77A aprovechando el paso inferior actual que, de hecho, ya estaría ejecutado. "En este eje se incluye la movilidad no motorizada y un futuro sistema de transporte público, mediante autobuses eléctricos autónomos, que daría servicio conjunto al Parque Científico Tecnológico y al actual campus de la Universidad de Alicante", se añade en el informe.
Asimismo, se incluye una conexión con la A-77A a partir de un "nuevo eje viario paralelo a la actual A-77A que conecta con la llamada rotonda de bomberos", así como mantener el trazado del Camí del Fondó de lo Bueno bajo la A-70 y el paso de la línea de ferrocarril Alicante-Villena que también sería utilizada por la movilidad no motorizada. Y, por último, se propone una nueva conexión con el término de Sant Vicent del Raspeig, mediante un paso elevado sobre la A-77 a la altura del PAU 2 Castellet, aunque se añade que "funcionalmente esta conexión se considera parte de la red interna del Parque Científico Tecnológico de Alicante, por lo que su utilización estará restringida a los usuarios de este".
Pero no solo eso. El informe ambiental favorable también requiere que se elabore un estudio de inundabilidad después de apuntar la existencia de un "riesgo de inundabilidad vinculado a la red avenante del Barranco de las Ovejas, que discurre al oeste del ámbito y exterior al mismo, pero que afecta puntualmente al ámbito ya ordenado por el Plan especial de 2011". Por ello, se considera "preceptiva la elaboración de un estudio de inundabilidad para precisar el riesgo detectado" en el que se contemplen también posibles medidas correctoras.
En paralelo, como suele ser habitual en todas las actuaciones que conllevan reclasificación de suelos con fines edificatorios, se insta igualmente a acreditar la disponibilidad de recursos para garantizar el abastecimiento del nuevo sector del PCUA, así como sobre la capacidad de tratamiento de las aguas residuales generadas.
Y, por último, se alerta precisamente de que la reclasificación de suelo planteada (los ya citados 743.027 m²) supondrá "el consumo del 56,59 % de la superficie máxima disponible para actividades económicas establecida por la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana (ETCV) para el término municipal de Alicante, circunstancia que deberá ser considerada en las propuestas de futuros crecimientos en el ámbito municipal".
Es decir, que la ampliación del PCUA podría dejar a Alicante prácticamente sin capacidad para reclasificar suelos adicionales destinados a la implantación de empresas en lo sucesivo, ya que la ETCV prevé la generación de un máximo de 1,3 millones de metros cuadrados de suelo con ese fin en el horizonte 2011-2030. Al menos, hasta que no se cuente con el avance del Plan General Estructural, ahora en fase de recopilación de estudios previos. De ahí que el Ayuntamiento haya iniciado conversaciones con los responsables de la UA para que, en la tramitación administrativa pendiente para la ejecución de la expansión del PCUA, se reoriente la propuesta para que esos 743.000 metros cuadrados adicionales tengan la consideración de dotacional y no computen como suelo industrial.