ALICANTE. El nombre del exedil de El Campello Vicent Rubio, que saltó a la fama al pasarse del Bloc al PP en 2004 para apoyar un proyecto urbanístico que nunca se llevó a cabo, sigue presente en la actualidad del municipio a pesar de que abandonó la política activa en 2011, cuando los populares renovaron al candidato a la Alcaldía y Juanjo Berenguer lo dejó fuera de la lista. Según ha podido saber Alicante Plaza, el Ayuntamiento que ahora preside Benjamín Soler (Compromís) tendrá que abonar 200.000 euros más IVA al estudio barcelonés SOB Arquitectos, como consecuencia de una encomienda realizada en la época de Rubio como concejal de Urbanismo del PP.
El consistorio ha recibido la notificación de la sentencia dictada el pasado noviembre por la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), que admite parcialmente el recurso del ayuntamiento contra el fallo del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Alicante. La admisión parcial supone que El Campello no tendrá que abonar intereses de mora respecto a la cantidad reclamada por el estudio de arquitectos, pero sí tendrá que pagar finalmente el principal. Es decir, los citados 200.000 euros "más el IVA aplicable cuando se firmó el contrato".
Los hechos se remontan al año 2010, cuando Rubio era aún concejal de Urbanismo en el gobierno municipal de Juan Ramón Varó. El concejal encomendó a la citada empresa que llevase a cabo la ordenación pormenorizada del Sector SUE-3, Muchavista Norte. Una vez realizados los trabajos, el Consistorio alegó que los trabajos presupuestados eran mucho más amplios que los realmente necesarios, por lo que rechazó el pago de la factura. Según la sentencia, no obstante, no había contrato escrito al que aferrarse para limitar el alcance de dichos trabajos.
El estudio acudió a los tribunales, que le dieron la razón en 2015 y condenaron al ayuntamiento al pago de los 200.000 euros más IVA reclamados, a lo que había que añadir los intereses generados desde 2010. El fallo del TSJCV libra ahora a El Campello, al menos, de sumar dichos intereses a la indemnización. A todo ello cabe sumar que, además, el estudio pormenorizado del SUE-3 por el que tiene que pagar el consistorio se anuló en 2016, fruto de la sentencia del Supremo que invalidaba el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en el que se incluía este estudio.
El Ayuntamiento defendió el impago de la factura no solo porque los trabajos eran notablemente más amplios que los especificados en el informe técnico e innecesarios para aprobar el PGOU, sino también porque este extremo se advirtió de forma reiterada en las reuniones mantenidas al respecto. Los técnicos, asimismo, trasladaron estas cuestiones tanto al alcalde como a los concejales responsables, según sus declaraciones. Curiosamente, en el expediente administrativo consta una declaración de Rubio, entonces concejal del ramo, que afirma que los argumentos esgrimidos por el estudio de arquitectura se ajustaban a la realidad. No obstante, el propio exconcejal procedió a la devolución de los trabajos y la factura emitida por la empresa.
La sentencia del TSJCV, por su parte, declara la existencia de un contrato llevado a cabo "en forma verbal" entre Rubio y los arquitectos, "sin ningún tipo de formalidad previa, coetánea o posterior, más allá de la factura" emitida. Eso sí, "hay suficiente constancia en el expediente" de la iniciativa municipal y de la prestación llevada a cabo. Algo que no convierte todos esos actos en un contrato, pero genera el derecho de la empresa a percibir la cantidad en que tasaron sus servicios porque estos efectivamente se llevaron a cabo.
Tal como contó Alicante Plaza a principios de enero, la empresa hotelera del exconcejal y sus hermanos, Grupo Hotelero Rubio Vaello SL, que explota dos establecimientos en la localidad, se declaró en concurso de acreedores a finales del año pasado. La firma tenía a un administrador judicial (que no concursal) al frente desde 2014, cuando SUMA embargó su principal activo, el hotel Jorge I, para garantizar el pago de las deudas contraídas con el mismo Ayuntamiento del que Vicent Rubio fue concejal, por valor de un millón de euros. La empresa tiene dos hoteles en propiedad, el citado Jorge I y el hotel Nuria (justo enfrente en la misma calle San Francisco), y en los últimos años ha gestionado otros ajenos.
El expolítico se pasó del Bloc al PP en 2004, y respaldó una moción de censura contra el tripartito de izquierdas del que había formado parte, para apoyar un proyecto de campo de golf que nunca se llegó a ejecutar. Expulsado del Bloc, Rubio apoyó al PP, se integró en su gobierno (como edil de Urbanismo) y finalmente se afilió al partido de la gaviota. En 2011 se quedó fuera de la candidatura popular y se retiró de la política activa. No obstante, su nombre volvió a salir a la palestra hace un año, cuando el Diario Información publicó que el partido 'marca blanca' de Podemos en el municipio, El Partido del Campello, estaba a nombre de Rubio y su hermana, a su vez ex administradora de la empresa hotelera.
Curiosamente, este partido forma parte en la actualidad del equipo de gobierno tripartito junto a Compromís y el PSPV. Su líder, Mari Carmen del Lamo, ejerce en la actualidad como concejal de Urbanismo. Del Lamo aseguró al trascender la vinculación de su partido con el expolítico que éste les había cedido la formación "sin contraprestación" para poder presentarse como la marca blanca de la formación de Pablo Iglesias en El Campello en las municipales de 2015. El tercer fundador de la formación junto a los hermanos Rubio, José Luis Carazo Carazo, es también un empresario de la construcción.