MADRID (EP). El estudio de análogos en aislamiento está revelando puntos débiles para que una tripulación espacial haga realidad o malogre con su dinámica de equipo el anhelado viaje a Marte. Un modelo predictivo se está desarrollando para anticipar conflictos y fallos de comunicación entre los miembros de la tripulación.
La NASA ha formalizado los planes para enviar una nave tripulada a Marte, un viaje que podría suponer 400 millones de kilómetros de viaje. Entre los equipos de investigadores de todo el mundo que trabajan en los obstáculos fisiológicos, de ingeniería y sociales inherentes al viaje, se encuentran los profesores de la Universidad Northwestern Noshir Contractor y Leslie DeChurch, con una serie de proyectos centrados en los conocimientos de la ciencia de los equipos y redes.
En un estudio multifase realizado en dos entornos análogos: HERA en el Centro Espacial Johnson en Houston y la misión SIRIUS en el análogo NEK ubicado en el Instituto de Problemas Biomédicos (IBMP) en Rusia, los científicos estudian el comportamiento de las tripulaciones de análogos de astronautas en misiones simuladas, completadas con aislamiento, privación del sueño, tareas especialmente diseñadas y control de la misión, que imita los viajes espaciales reales con comunicación retardada.
El objetivo es triple: establecer los efectos del aislamiento y el confinamiento en el funcionamiento del equipo, identificar métodos para mejorar el rendimiento del equipo y desarrollar un modelo predictivo que la NASA pueda usar para reunir al equipo ideal e identificar problemas potenciales con equipos ya compuestos antes y durante la misión.
Contractor y DeChurch discutieron sus últimos hallazgos y los próximos pasos en una reunión informativa en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) en Washington DC. "Es como dice el astronauta Scott Kelly: 'El trabajo en equipo hace que el sueño funcione", afirma Contractor, profesor de ciencias del comportamiento. Incluso para un astronauta, las demandas psicológicas de este viaje a Marte serán excepcionales. La nave espacial será pequeña, aproximadamente del tamaño de un estudio, y el viaje de ida y vuelta durará casi tres años.
"Los astronautas son súper humanos. Son personas increíblemente en buena forma física y extremadamente inteligentes --dice DeChurch, profesor de comunicación y psicología en Northwestern--. Estamos tomando un sistema de selección de tripulaciones ya de vanguardia y lo estamos mejorando al encontrar los valores, rasgos y otras características que permitirán a la NASA componer tripulaciones que se llevarán bien".
Los retrasos en la comunicación con los controles de la misión en todo el mundo superarán la marca de 20 minutos. En ese sentido, la misión a Marte no se parecerá a ninguna misión anterior.
"Muchos de los esfuerzos pasados para tratar de crear modelos que simulen el futuro han sido criticados porque la gente ha dicho que no está realmente basada en una buena información", señala Contractor. "Lo que tenemos aquí es una buena información sin precedentes. No estamos hablando de intuiciones y opiniones de expertos, este modelo se basa en datos reales", añade.
Los investigadores de Northwestern han estado recolectando datos del Análogo de Investigación de Experimentación Humana (HERA) en el Centro Espacial Johnson de Houston. El simulador de cápsula de HERA alberga a los astronautas hasta por 45 días; un control de misión simulado fuera de la cápsula aumenta el realismo con efectos de sonido, vibraciones y retrasos en la comunicación.
Las personas en el interior sufren privación del sueño y tratan de realizar tareas. Los investigadores recopilan métricas de momento a momento sobre el rendimiento individual, los estados de ánimo, la adaptación psicosocial y más.
Los equipos DeChurch y Contractor han estudiado la experiencia de habilidades disminuidas para pensar creativamente y resolver problemas, de acuerdo con los resultados de los primeros ocho equipos espaciales análogos, y pueden completar con éxito tareas entre el 20 y el 60 por ciento del tiempo.
"El pensamiento creativo y la resolución de problemas son las cosas que realmente van a importar en una misión a Marte --indica DeChurch--. Necesitamos que la tripulación obtenga la respuesta correcta el 100 por ciento de las veces".
La siguiente fase de la investigación, que comenzó el viernes 15 de febrero, implica el uso del modelo para predecir averías y problemas que experimentará un nuevo equipo de HERA y realizar cambios en "quién trabaja con quién, en qué, cuándo", comenta Contractor.
Los investigadores también están expandiendo el experimento al análogo SIRIUS en Moscú, donde, a partir del 15 de marzo, cuatro rusos y dos estadounidenses emprenderán una misión ficticia de 120 días alrededor de la Luna, incluida una operación de aterrizaje lunar.
Contractor y DeChurch se encuentran en medio de cuatro proyectos financiados por la NASA que exploran la dinámica y la compatibilidad del equipo en preparación para el viaje a Marte.