barcala emplaza a psoe, unides podem y compromís a dialogar sobre las enmiendas

El bipartito de Alicante le 'hace arrumacos' a la izquierda ante el rechazo de Vox al presupuesto 

24/01/2023 - 

ALICANTE. El plante del grupo municipal de Vox ante la propuesta de presupuesto promovida por el equipo de gobierno de Alicante para 2023 comienza a tener consecuencias en la búsqueda de los apoyos políticos que resultan necesarios para su aprobación. Tanto que Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) -los dos partidos aliados al frente de la gestión municipal- han comenzado a redirigir su mirilla hacia los bancos del eje progresista con la pretensión de sondear un posible acercamiento.

Esa aproximación podría materializarse en un próximo encuentro o ronda de encuentros en torno a las enmiendas parciales presentadas por PSOE, Unides Podem EU y Compromís: los tres que sí han registrado propuestas de modificación a las cuentas, al margen de las enmiendas a la totalidad también presentadas por PSOE y Unides Podem EU. Así lo anticipó este lunes el alcalde, Luis Barcala, en el transcurso de la Junta de Portavoces previa al pleno ordinario de la corporación correspondiente al mes de enero, en la que emplazó a los líderes de los tres partidos (Miguel Millana, Xavier López y Natxo Bellido) a conversar sobre algunas de sus propuestas incluidas en esas enmiendas antes de que se produzca su debate y votación en comisión de Hacienda. 

Según precisaron fuentes de los tres partidos progresistas, el primer edil llegó a señalar que algunas de esas aportaciones le parecían "interesantes", sin especificar cuáles, aunque lo cierto es que muchas de ellas son las que las tres fuerzas vienen planteando de forma reiterada en los procesos de tramitación de las cuentas que se han registrado a lo largo del actual mandato, sin que se hayan llegado a tener en consideración. Al menos, no de forma plena. De ahí que el planteamiento fuese acogido con escepticismo, después de que no haya existido una negociación previa hasta ahora para tratar sobre sus propuestas, más allá de las reuniones informativas celebradas en diciembre con cada uno de los cuatro grupos políticos de la oposición.

En todo caso, esa hipotética negociación queda supeditada a la emisión del informe de resolución de las enmiendas, en el que todavía trabajan los técnicos de la oficina presupuestaria de la Concejalía de Hacienda, tras elevar consultas al conjunto de concejalías sobre la oportunidad de la admisión de las que resulten viables desde el punto de vista formal. Por el momento, no existe una fecha definitiva para que pueda emitirse esa resolución, aunque se ha especulado con la posibilidad de que esté disponible a finales de esta semana. 

Sea como fuere, Vox quedaría descartada de esa pretendida negociación, ya que optó por no presentar enmiendas parciales y apostó por registrar una enmienda a la totalidad de devolución por la que anticipaba su rechazo al presupuesto salvo que el bipartito frenase la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en torno a los dos anillos de Gran Vía y del Centro Tradicional y tuviese en cuenta sus propuestas fiscales: rebaja del impuesto de vehículos y eliminación del impuesto de la plusvalía. 

Es decir, dos condiciones que no parece que vayan a cumplirse. Primero porque la implantación de la ZBE es una medida exigida por la Unión Europea (UE) que ya está en fase de desarrollo mediante la ejecución de distintas obras de renovación urbanística con las que se prevé priorizar los espacios peatonales y calmar la velocidad del tráfico. 


Y segundo porque el bipartito ya tumbó la propuesta normativa de rebaja del IVTM presentada por Vox por la pérdida de ingresos que generaría y, además, porque tampoco prevé renunciar al cobro de las plusvalías en la medida en que acaba de iniciar el proceso para aprobar una última modificación en su ordenanza fiscal.

De hecho, en las filas de Vox se tiene asumido que PP y Cs no ejecutarán esas rectificaciones. En todo caso, también se mantiene que no habrá un cambio respecto a su posición política a las puertas de las elecciones municipales del 28 de mayo, de modo que no se prevé que sus dos ediles puedan facilitar la aprobación de las cuentas del bipartito, como ha venido sucediendo en los tres presupuestos tramitados durante el presente mandato, a pesar de que en las cuentas de 2022 ya se incorporaban algunos de los proyectos de remodelación de calles contemplados en la ZBE.

En esa tesitura, el bipartito quedaría abocado a buscar la abstención o el voto favorable de PSOE, Unides Podem EU o Compromís. Lo cierto es que el PSOE ya se abstuvo en las cuentas de 2021 tras negociar un acuerdo con Cs para la inclusión de parte de sus aportaciones que, después, no se llegaron a ejecutar al 100%. Con todo, no parece probable que, esta vez, vaya a fraguar un acuerdo similar que pueda favorecer una abstención por parte de los nueve concejales socialistas. No obstante, no es menos cierto que el equipo de gobierno tiene experiencia en alcanzar acuerdos con formaciones progresistas, ya que, al margen de ese pacto con el PSOE, el PP también pudo alcanzar un acuerdo a finales del pasado mandato con Guanyar para aprobar las cuentas de 2019 con las que llegó a las elecciones de mayo de ese año.

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