BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm ha creado su primer Plan Estratégico Zonal de Bienestar Social para potenciar la atención al ciudadano. Un documento, que como dijo la edil del área, Ángela Zaragozí, servirá como herramienta de planificación de referencia. En él se realiza un diagnóstico de la situación actual en Benidorm, y se plantean los objetivos a tener en cuenta hasta 2026. Entre otras cuestiones, se ha comprobado que los extranjeros, los mayores y las familias son las más necesitadas en el municipio para los servicios que prestan.
El documento, que consta de 86 páginas y está accesible en la web del Ayuntamiento, hace un amplio análisis de la sociedad local que culmina con una síntesis en el análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades). Con todo, hay que recordar que se trata de un Plan que exige la Comunitat Valenciana.
En ese sentido, entre las amenazas diagnosticadas mencionan la percepción estigmatizada de los servicios sociales por parte de la ciudadanía además de una falta de implicación de las personas en la fase de intervención en su proceso de cambio. Al mismo tiempo, han notado un incremento de la demanda de ayudas debido a la crisis económica derivada de los efectos de la pandemia en un lugar tan turístico como Benidorm. En este sentido, también reconocen que trabajan con unos recursos destinados a una población inferior a la que realmente vive en la ciudad debido a que se tiene en cuenta la empadronada y no la flotante, que se podría duplicar con respecto a la primera.
En este mismo cuadro señalan como aspectos negativos la excesiva burocracia o la imposibilidad de cumplir con las expectativas de los demandantes por no conocer qué servicios se prestan. Por último, dos cuestiones no menos importantes, la dificultad de acceso a la vivienda y la "falta de recurso específico para la atención de la violencia de género".
En el lado positivo están las oportunidades que tiene la ciudad y su sociedad. Destacan la coordinación con el tejido asociativo, la "amplia" oferta de formación continua, la Renta Valenciana de Inclusión, las diferentes subvenciones a las que se puede acoger el Ayuntamiento y su población, así como la "garantía de estabilidad financiera" con los presupuestos económicos del Ayuntamiento de Benidorm, la Generalitat Valenciana y la Diputación Provincial de Alicante.
A continuación, resaltan la profesionalidad del equipo ha permitido la adaptación de la Concejalía ante retos importantes, como las crisis económicas, la situación derivada de la pandemia por covid y los flujos migratorios tanto por cuestiones económicas como por la guerra en Ucrania. Sobre esto último señala el documento que han aparecido perfiles de personas demandantes de ayudas que nunca antes habían acudido a los servicios sociales. "Este hecho ha incrementado la presión asistencial, con un aumento de la demanda, que ha influido en la gestión de las listas de espera", recoge el texto.
Como se decía anteriormente, el 2022 ha sido un año importante para el departamento al incrementar la atención por la guerra en Ucrania, una situación que ya estaba complicada debido a los efectos que persisten por la crisis de la pandemia. De los datos extraídos del Sistema Informático de usuarios de servicios sociales (SIUSS) y de la Memoria Anual de la Concejalía de Bienestar Social, durante el año 2022, el total de citas atendidas por los técnicos asciende a 16.157 personas, un 8.2 % más respecto a 2021 (14.836 personas).
Los principales sectores de atención son la población mayor y las familias, nacionales y extranjeras. Además, por ser un municipio receptor de población, se hace necesaria una planificación de actuaciones para todas aquellas personas que no estando empadronadas precisan algún tipo de atención social.
En lo que respecta a las intervenciones realizadas durante 2022, continúa siendo el femenino el predominante con un 58%. Por rango de edad, la franja más numerosa es la comprendida entre los 31 y 50 años con un 33%, seguida por los mayores de 62 años que asciende al 27%. En cuanto a las demandas más numerosas, son la movilización de recursos, la información y la solicitud de ayudas encaminadas a la cobertura de las necesidades.
Por sectores de población, el más atendido es el que corresponde a la extranjera con un 31,44%, seguido del de personas mayores de 65 años con un 21% y el de familias y menores con un 20,52%.
A partir de ello, se han realizado una serie de estrategias a seguir, como el apoyo a personas mayores en situación vulnerable ampliando los programas implantados, como Proyecto Brújula, o la puesta en marcha de un programa de acompañamiento y ocio para mayores en situación de aislamiento. También ponen el foco en las necesidades de personas dependientes y con diversidad funcional a través de entidades sin fin de lucro que atienden a estos colectivos específicos. Se trata de concesiones de subvenciones, ayudas al transporte o acompañamiento a las familias.
También se plantean el refuerzo de la red de protección a la infancia, apoyar a las mujeres víctimas de violencia de género y a sus hijos y a las a las familias monoparentales en situación de vulnerabilidad, entre otros.