ALICANTE. El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha defendido este lunes en València el compromiso "inequívoco" del Ayuntamiento de Alicante en la lucha contra la inflación "con un amplio paquete de medidas, que van desde ayudas, bonos y subvenciones para estimular el consumo a la aplicación de políticas fiscales blandas, pasando por sistemas de ahorro energético para reducir el gasto no productivo y rigor financiero para eliminar el déficit en las cuentas públicas", según han precisado fuentes municipales, a través de un comunicado. "Pero nunca deben pasar por la subida de impuestos y tasas", ha enfatizado, durante su intervención.
"Los ayuntamientos tenemos una capacidad limitada para combatir la inflación, a diferencia del Gobierno central y el Consell de la Generalitat, pero estamos plenamente implicados en la toma de decisiones que alivien las graves consecuencias que el alza de los precios tiene en las familias, las empresas y profesionales autónomos", ha destacado el primer edil durante su participación en una mesa redonda sobre 'Las grandes ciudades en la lucha contra la inflación: medidas y acciones', en la que también han participado los alcaldes de València, Joan Ribó; Castellón, Amparo Marco y Elche, Carlos González.
En el transcurso de la mesa redonda, celebrada en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de la capital autonómica, Barcala ha recalcado que los ayuntamientos tienen una limitada capacidad de intervención para luchar contra las subidas "desbocadas" del Índice de Precios al Consumo (IPC), al tiempo que ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez y al Consell de Ximo Puig que se impliquen "mucho más a fondo" en esta batalla, "puesto que son las administraciones verdaderamente competentes en la toma de decisiones sobre política económica y no pueden eludir sus responsabilidades".
"La subida del IPC cogió de sorpresa al Gobierno, que ha sido muy lento para reconocerla y reaccionar", ha subrayado el primer edil, que ha calificado, a su vez, de "preocupante" que los Presupuestos de la Generalitat Valenciana destinen un 28,2% más al pago de intereses de deuda, que ha subido un 4,85% en el último año hasta los 54.260 millones a finales de junio pasado.
En este punto, Barcala ha remarcado que el Ayuntamiento de Alicante actúa con "responsabilidad". "Hemos puesto en el mercado bonos destinados a compras para inyectar 1,6 millones en el sector comercial y sacamos ahora el bono gastronómico, que aportará un millón a nuestra hostelería", ha explicado. "También impulsamos los bonos culturales con 60.000 euros y ayudas a jóvenes para estudiar idiomas y aprender a conducir, por 30.000 euros, además de los ya conocidos del transporte público", ha señalado.
El primer edil ha recordado el empeño de su equipo de gobierno en la aplicación de políticas fiscales "blandas", como la bonificación del 5% al importe del IBI los últimos cuatro años, además de otros estímulos relacionados con la generación de energías limpias y la protección de familias numerosas. Y de cara al futuro, ha adelantado nuevas modificaciones fiscales como la bonificación de la plusvalía municipal en los traspasos de negocios, la subvención para renovar los taxis, la bonificación del 95% mortis causa en la plusvalía en herencias de viviendas entre parientes directos o la rebaja del IAE para empresas que desarrollen actividades de interés o utilidad municipal.
"Hace unos años se nos censuraba a los que bajábamos el IBI y los impuestos y hoy parece que la congelación, al menos, está admitida", ha indicado el primer edil, que ha explicado que para impulsar los bonos consumo de Alicante sólo ha recibido el apoyo de la Diputación Provincial. "Nadie más nos ha ayudado; y mucho menos el Gobierno de España", ha incidido Barcala, que ha reivindicado el papel "exigente" que corresponde en este contexto a los ayuntamientos.
"Esto es municipalismo y tenemos que pedir, puesto que son otras Administraciones las que pueden intervenir con medidas concretas para paliar la inflación. Se nos ha sugerido que congelemos o que reduzcamos tasas, pero que los demás no las suban, ni inventen tasas nuevas. Los Presupuestos de la Generalitat crecen un 10% por la subida de tasas y se nos viene encima la turística, que no se va a aplicar en Alicante porque no tiene sentido", ha destacado.
En su exigencia de fondos necesarios para paliar la inflación, el alcalde ha señalado que Alicante depende de dos trasvases para el suministro de agua potable, el Tajo-Segura y el Júcar-Vinalopó, así como de las desaladoras "por el criterio político y la debacle de Acuamed repercute en una ciudad de servicios y una provincia agrícola como son las nuestras. No puede el Gobierno de España recaudar por los mismos impuestos 30.000 millones más y que eso no tenga su reflejo en fondos específicos para los ayuntamientos", ha concluido, según añade el comunicado.