ELCHE. El pasado 21 de octubre, la Junta de Gobierno aprobó los criterios interpretativos sobre la armonización de las edificaciones con la tipología
histórica tradicional del municipio que habrán de regir tanto las actuaciones sobre los inmuebles en el Núcleo Histórico Tradicional (NHT), como las nuevas construcciones en este perímetro. Una propuesta que se impulsó a colación de las licencias de obra que se están presentando, para acotar y desarrollar más lo que establece el actual Plan General y dejar claro qué se entiende por tipología tradicional. Serán unos criterios interpretativos transitorios hasta que se apruebe el nuevo Catálogo de Protecciones. Entre otras cuestiones, se plantea la construcción de inmuebles 'simples' que no rompan la estética clásica del casco histórico, con colores pastel y con diseños que se integren en el paisaje de la zona. Entre otras cuestiones. La concejalía ha facilitado ejemplos de inmuebles tradicionales que concordarían con los requisitos que se van a pedir.
Cabe destacar que también se va a renovar el Plan Especial del Conjunto Histórico-Artístico (CHA), que ya contempla no alterar la edificabilidad, y que se encajará junto al nuevo catálogo para licitarlo conjuntamente. La propia conselleria de Cultura ha recordado la necesidad de esa armonización en varias ocasiones. La misma deslizó que se puede replantear el NHT por los conflictos patrimoniales que se están generando al no tener más desarrollada o actualizada esta normativa y precisamente en el nuevo catálogo de bienes y espacios protegidos se redelimitará el NHT ajustado a zonas de valor patrimonial. Además, la ley del palmeral que ahora cumplirá un año, establece en su artículo 9 la necesidad de incorporar un estudio de integración paisajística, en todos los proyectos de rehabilitación, reconstrucción y nueva implantación de construcciones e instalaciones en los huertos de palmeras y su entorno de protección.
Así, para armonizar con la tipología histórica tradicional se establece que por ejemplo toda instalación urbana eléctrica, telecomunicaciones, saneamiento, climatización, fotovoltaica, etc., no podrá perjudicar la imagen del núcleo. No se podrá colocar en la fachada de los edificios ni en las cubiertas de los mismos, salvo que queden integradas en la misma o no sean visibles desde la vía pública. Sobre las fachadas no se permitirá la instalación de carteles o banderolas de publicidad, de marquesinas o lonas "salvo los indicativos de la actividad que se desarrolle en los establecimientos comerciales". La publicidad comercial quedará relegada a los huecos de fachada en planta baja, "prohibiéndose que sobresalga de la fachada o que ocupe plantas de pisos". Siempre con un diseño, color o tipo acorde al estilo del inmueble.
A este respecto, el servicio de Urbanismo considera que un edificio es muestra de la arquitectura histórica tradicional "cuando presenta una composición clásica, con eje central de simetría en su mayoría, enfatizado por miradores o balcones, volúmenes y huecos, con la tradicional superposición de zócalo (en su caso), cuerpo y remate en cornisa". Ha dibujado varias áreas dentro del NHT, en las que se permitirán algunas actuaciones u otras, dependiendo de lo renovada que esté la zona, siendo más laxos en aquellas en las que queda menos "tipología tradicional". Por ejemplo, en la zona del Raval, el palmeral influirá de la siguiente forma: las fachadas de los edificios que den frente a huertos Unesco, ahora declarados Bien de Interés Cultural (BIC), se deberá justificar expresamente en el estudio de integración paisajística que el nuevo diseño no interfiere negativamente en la percepción del huerto. Aquí la fachada deberá ser de 9 metros máximo. En caso de parcelaciones existentes mayores, la nueva fachada se conformará a partir de franjas de máximo 9 metros.
Sobre los nuevos edificios en áreas con tipología histórica tradicional, los edificios deberán integrarse con los edificios existentes de la zona, respetando las líneas de los forjados colindantes. Las fachadas se diseñarán manteniendo la composición parcelaria existente, con la agrupación de hasta tres parcelas colindantes, si en conjunto no supera los 9 metros. "En supuestos justificados, se podría alcanzar los 12 metros previo informe Municipal que lo autorice". Además, se exigirá composición clásica, con eje central de simetría, enfatizado por miradores o balcones, volúmenes y huecos, con la tradicional superposición de zócalo (en su caso), cuerpo y remate en cornisa.
También se regula el volumen de los balcones, que sean de barandilla de hierro, las cornisas... Sobre las fachadas nuevas, podrán ser aplacadas de piedra no pulida, estucadas o pintadas, pero" los colores serán blancos cremas ocres o almagras o tonos pastel". Se pide también que las molduras sean de piedra y se propone la utilización de materiales nobles, piedras sin pulir, "al menos en la planta baja".
Por último, en el caso de que en el área no exista representación de la tipología histórica tradicional, "los edificios de nueva planta se deberán diseñar lo más abstractos y simples posibles para conseguir que el nuevo edificio pase desapercibido y así no compita con la arquitectura histórica existente en el NHT". De ahí que por ejemplo se indica que la composición de la fachada se hará de tal manera que aparezcan los mínimos elementos y materiales posibles: no existirán molduras, ni cornisas y las barandillas podrán ser de vidrio, entre otros aspectos.
Así, el Ayuntamiento aprueba ahora, hasta que llegue el nuevo catálogo, unos criterios que hasta ahora estaban sin acotar, y que ya habían generado mucho runrún entre arquitectos y promotores: ¿cuál es la tipología tradicional? Con esta aprobación Urbanismo deja ya perfilados los criterios de cara a las licencias de reforma o de nueva edificación. Hasta ahora se habían dado en algunos casos recomendaciones 'oficiosas'. Con la aplicación de estos requisitos algunos edificios nuevos del centro o el Raval no se habrían ejecutado como lucen, y puede que hubiera influido en alguna que otra fachada.