ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante inicia oficialmente el procedimiento administrativo para rescindir el contrato de obra adjudicado a Ecisa para llevar a cabo la reforma de la Plaza de San Blas: uno de los proyectos estrella entre los incluidos en los presupuestos de 2022 que quedó adjudicado en diciembre de 2021 por más de 2,9 millones (el mayor importe entre las actuaciones contempladas en ese ejercicio).
La decisión -anticipada por este diario- se puso en marcha este martes, con la adopción del acuerdo de rescisión del contrato en la reunión semanal de la Junta de Gobierno, al constatar que habría existido un incumplimiento contractual imputable a Ecisa, al producirse el abandono de los trabajos sin causa justificada a partir del mes de septiembre. Es decir, dos meses después de que se iniciasen las obras de forma efectiva.
Esa es, cuando menos, la conclusión que se alcanza en los informes técnicos en los que se sustenta el acuerdo, después de que quedasen rechazadas las alegaciones presentadas por la constructora alicantina (ahora filial del Grupo Urbas, tras su adquisición a mediados de 2021) y de que no prosperasen las negociaciones emprendidas con el fin de evaluar la posibilidad de que se reemprendiese su ejecución.
Pero, además, el acuerdo resulta relevante en la medida en que añade otros dos elementos paralelos respecto al futuro del proyecto. El primero tiene que ver con sus plazos. Los informes técnicos de los que se acompaña el acuerdo señalan que, a partir de ahora, podrían requerirse hasta siete meses para que se complete todo el procedimiento de rescisión y de convocatoria de un nuevo concurso antes de que pueda reemprenderse el desarrollo de las obras.
En ese camino, se incluye la solicitud del dictamen del Consell Jurídic Consultiu (CJC) que resulta preceptivo para completar la rescisión; la redacción de un nuevo proyecto ajustado a las obras pendientes de ejecución (hasta ahora, se habría desarrollado en torno al 18% de las obras previstas) y a la evolución de los materiales; y el proceso de selección de un nuevo contratista.
A esos tiempos se añadirá el plazo requerido para la terminación de las obras, todavía desconocido. La única referencia válida hasta ahora sería el plazo de ejecución previsto en la primera licitación (ahora a resolver). En ella, se establecía que los trabajos de remodelación de la plaza debían quedar terminados en once meses.
Y el segundo elemento trascendente que también queda reflejado en el acuerdo de rescisión tiene que ver con la determinación de posibles responsabilidades económicas por parte del contratista. En esta línea, los informes técnicos concluyen que no podría determinarse cuál sería el hipotético daño o perjuicio generado por Ecisa a efectos de reclamación, más allá de la demora en los tiempos de ejecución de la obra que se le había encomendado, por lo que no cifra ninguna posible compensación a reclamar a la constructora. Eso sí, los informes sí concretan la aplicación de penalidades por la demora en los trabajos efectuados y plantean la imposición de una sanción de 44.219 euros por ese concepto.
Al margen de ello, como también informó este diario, el equipo de gobierno (el bipartito compuesto por PP y Cs) mantiene su intención de acometer una primera intervención de urgencia en la zona afectada por el inicio de obras, de modo que se garantice la accesibilidad de los viandantes, así como la circulación en algunos de los tramos de calles que presentarían un estado impracticable. Al tiempo, también se habría iniciado la restitución de los juegos infantiles que habían quedado retirados, según concretó este martes el portavoz adjunto del bipartito, Manuel Villar, en la comparecencia semanal en la que se da cuenta de los acuerdos alcanzados en Junta Local.