ALICANTE. La Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante introduce un último ajuste en la propuesta de ampliación del área empresarial de Las Atalayas que allanaría el desarrollo de la operación con el visto bueno de la comisión de evaluación ambiental de la Conselleria de Medio Ambiente. El nuevo planteamiento consiste en la reducción de la superficie de nuevo suelo apto para la instalación de empresas que se aspiraba a generar en el borde del recinto actual situado a espaldas del nodo logístico de JD Sports, el grupo propietario de la marca de distribución de ropa deportiva Sprinter.
Ese era uno de los puntos del conjunto del ámbito de actuación más próximos al cauce del barranco de Aguamarga. Y, por tanto, la zona que quedaba expuesta a un mayor riesgo de inundabilidad por escorrentía de aguas en caso de episodios de precipitaciones intensas, según las apreciaciones formuladas por los técnicos del departamento autonómico de Planificación Territorial, a partir de las delimitaciones recogidas en el Plan de Actuación Territorial de Carácter Sectorial sobre Prevención del Riesgo de Inundación (Patricova).
De hecho, en el informe de recomendaciones evacuado por ese departamento durante el trámite de consultas se apuntaba la necesidad de que las futuras obras de urbanización incluyesen la construcción de un muro de contención en el perímetro del polígono justo en la franja de separación entre la nueva superficie industrial que se pretendía crear tras las instalaciones de Sprinter y el cauce del barranco. El recorte que se prevé introducir ahora en el crecimiento del polígono en ese punto permitiría prescindir de esa obligación, ya que se reduciría el riesgo de inundabilidad.
Por lo pronto, el área de Urbanismo que dirige la edil Rocío Gómez ya ha trasladado las nuevas directrices respecto a la variación a incorporar en la propuesta de modificación del Plan General de ampliación de Las Atalayas a la consultoría externa a la que se le encomendó el contrato para adaptar el documento a los requisitos de prevención de riesgos frente a inundaciones expuestos por la conselleria el pasado mes de marzo.
Hasta ahora, no ha trascendido cuál sería la nueva superficie global de crecimiento que quedaría reflejada en la propuesta de modificación del PGOU (la número 43) revisada respecto al planteamiento original, por la que se pretendía ganar 650.000 metros cuadrados brutos de suelo industrial en los límites de Las Atalayas, gracias a la figura del remate de trama que ampararía la reclasificación de suelos próximos a un sector ya consolidado para mejorar sus condiciones urbanísticas.
De hecho, al margen de prolongar viales actualmente inacabados, la propuesta de ampliación conllevaría la creación de un nuevo acceso al polígono para facilitar su enlace con la A-31 y con la A-7, así como la construcción de una nueva rotonda diseñada con el objetivo de mejorar la organización de la distribución de los tráficos.
Hasta el momento, esa propuesta de ampliación conllevaba la creación de cerca de 300.000 metros cuadrados netos de nuevas parcelas industriales, una vez descontada la superficie destinada a viales. En principio, el recorte promovido ahora sobre la propuesta de la modificación del PGOU no supondría una reducción especialmente significativa en la medida en que solo afectaría a las expectativas de ampliación que barajaba JD Sports sobre su centro de distribución.
Ese nodo logístico, ubicado en las antiguas naves de la tabacalera Altadis, se puso en funcionamiento en 2018, después de que Sprinter alcanzase un acuerdo de arrendamiento con su propietario: el grupo Baraka. Desde entonces, las instalaciones se han sometido a adaptaciones para ampliar su capacidad de clasificación y para incorporar nuevos espacios de uso administrativo, como la que culminó en 2022.
Ya entonces, se alumbraba a medio plazo la posibilidad de desarrollar una ampliación de ese centro, que se ubica en una parcela global de 140.000 metros cuadrados brutos. Sin embargo, JD Sports habría desistido de ese planteamiento original al no encajar en sus necesidades operativas actuales.
En todo caso, sí existen otras empresas ya asentadas en Las Atalayas que continúan interesadas en acometer la ampliación de sus instalaciones para poder cubrir necesidades de organización y producción. Y, además, se contaría con el interés manifestado por otras compañías interesadas en situarse en el área empresarial, en la que ahora no existirían parcelas libres con el tamaño demandado.