ALICANTE. El entuerto de la estación provisional de autobuses de Alicante suma el enésimo capítulo. El equipo de gobierno, el bipartito compuesto por PP y Cs, ha comenzado ya a buscar parcelas compatibles con las condiciones de superficie y de facilidad de acceso requeridas en las que poder situar una nueva terminal, a la vista de que sigue sin contemplarse una fecha definitiva para la estación intermodal prevista en terrenos de Renfe. De hecho, como viene informado este diario, hasta el momento solo se dispone de un primer anteproyecto sobre la ubicación y las características de la futura estación del tranvía, sin que se haya concretado nada sobre la nueva estación de ferrocarril ni sobre la que debería quedar reservada para centralizar la llegada de los autobuses de líneas regulares.
El problema es que el último permiso de ocupación de suelo concedido por la Autoridad Portuaria sobre el emplazamiento de la estación actual, junto a la avenida de Loring, expira dentro de dos años y no se contempla la posibilidad de que pueda acordarse una nueva renovación sobre el uso de esos terrenos, tras la concertada hace un año. Máxime, después de que el edificio de la terminal, promovido por el propio Ayuntamiento, revirtiese entonces en el Puerto como elemento de su propiedad, en función del acuerdo de autorización inicial de la ocupación del suelo que se firmó en el año 2006.
Así, fuentes consultadas por Alicante Plaza indicaron que ahora se estaría sondeando otros solares alternativos -preferentemente de titularidad municipal- en un radio próximo a la terminal actual, con el fin de seguir disponiendo de un emplazamiento hasta cierto punto céntrico que poder ceder a la Generalitat (la administración competente sobre la movilidad entre municipios) para que fuese la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Transportes la que se hiciese cargo de la construcción de la nueva terminal.
Además, con la búsqueda de esa cercanía a las instalaciones actuales, se trataría de evitar que la circulación de los autocares a través de otros puntos de la trama urbana acabase generando problemas de tráfico. Todo, al margen de causar las mínimas modificaciones en las rutas de las líneas de autobús que conectan Alicante con otros municipios para no alargar sus tiempos de recorrido.
Por el momento, según las mismas fuentes no se habría tomado ninguna decisión sobre qué parcela podría resultar más adecuada, puesto que se seguirían barajando varias opciones. Y tampoco se habría producido ningún avance por lo que respecta al modelo de gestión de esa futura terminal, pese a los contactos que se iniciaron en junio de 2020 entre el Ayuntamiento y Política Territorial. Entre tanto, el funcionamiento de la terminal sigue en manos de la UTE compuesta por el grupo Vectalia y Enatcar desde que asumieron la concesión, en el año 2011.