VILLENA. 24 horas de música sin interrupción en un fin de semana preparado para fluir con el jazz, dejar rockanrolear las melenas o sentir la emoción oculta -o no tan escondida- en la clásica. Villena es música (VEM) convierte este arte en el centro de atención, en una iniciativa que surge con la intención de poner en valor el alto potencial musical del que disfruta la ciudad: "Decidimos crear un evento donde la música fuera protagonista y no auxiliar, como sucede en Moros y Cristianos, en el cual la música resulta importante, pero no es el centro de la fiesta", subraya José Ayelo, una de las personas encargadas de organizarlo. La propuesta se originó desde la Casa de la Cultura del municipio, "a la cual luego se unieron muchas más áreas implicadas", matiza. El primer festival vio la luz en 2016, como resultado de pensar "que quizás nunca habíamos caído en la cuenta de la cantidad de grupos y bandas que existen en Villena", cuenta el organizador, "y calculamos que, con un conservatorio abierto durante más de 30 años, al menos entre un 10 y un 15 por ciento de la población había pasado por allí, lo que se traducen en que más de 3.500 personas en la ciudad tiene conocimientos musicales", interpreta. Y proclama que "Villena nunca había reivindicado como marca propia la música cuando, en realidad, tiene música para rato".
El evento dará comienzo el viernes, 21 de junio, coincidiendo con la celebración internacional de la Fiesta de la Música, y finalizará el domingo por la mañana, en un fin de semana que se nutre, principalmente, de conciertos de diversos géneros, donde "digamos que el 99% se trata de música en directo”, apunta Ayelo. Sin embargo, también tienen cabida otras actividades relacionadas con la música, como actuaciones de danzas regionales o un programa radiofónico que clausurará esta cuarta edición: “Tratamos de agrupar todo lo que tiene que ver con la música. Si en la radio existe algún programa musical también queremos que tenga su hecho, como es el caso de La música que esconden los libros, un espacio en el que se invita a un músico para hablar de literatura y música", explica el organizador. Y comenta que también "se proyectará un cortometraje, cuya banda sonora se ejecutará en directo".
Coros escolares que reúnen a más de 300 alumnos y alumnas, formaciones de jazz, la Asociación Musical de Villena, Rock en la plaza de toros... El resumen de Villena es música reside, sin duda, en la diversidad musical: "No pretendemos encasillarnos en ningún estilo, ni siquiera queremos que se quede solo en Villena, sino que también se extienda en su propia área de influencia, por lo que si nos ha venido un grupo de Sax le hemos ofrecido espacio aquí, porque Villena ejerce una especie de capitalidad y cuenta con un conservatorio comarcal donde muchos músicos se han educado", valora Ayelo. Sin embargo, justifica que "este año se nota una gran ausencia, que es el flamenco, porque coincide con la celebración del Rocío de aquí, lo que impide que haya conciertos flamencos que otros años sí hemos tenido".
Pero desde Villena es música no solamente se pretende dar cabida a todos los géneros musicales posibles, sino que también se busca "trabajar el tema de la música y la cultura inclusiva y hacer todo lo posible para que colectivos que hasta ahora no se tenían en cuenta a la hora de realizar los conciertos, puedan estar", reivindica el organizador. Es por ello que el evento va destinado, cada año, a un grupo distinto, tratándose en esta ocasión de APADIS, la asociación para la atención de las personas con discapacidad intelectual de Villena, "que va a cumplir 50 años", apunta Ayelo. Aunque especifica que "en el VEM nadie cobra y nadie paga; los músicos no cobran ni tampoco el público paga por asistir, sí escogemos una causa benéfica a la que destinar la recaudación a través de dos actos: o bien se venden tickets voluntarios para ocupar una silla en los diferentes conciertos o bien se compran unos sombreros para aguantar el sol", expone.
Esta cuarta edición del evento se enmarca bajo el lema música en movimiento, para reflejar el dinamismo de esta actividad, en una iniciativa que "ha ido in crescendo desde 2016, aunque pensábamos que este año se estancaría, tocaría techo, pero justo está sucediendo lo contrario", valora Ayelo. Y anuncia que "cada vez se lanzan propuestas nuevas que provocan que participantes que en nuestros inicios no pensábamos que tendríamos, se involucren. Esto fomenta que se incremente también el número de voluntarios, quienes nos ayudan a que todo el evento esté preparado".