MUTXAMEL. El desarrollo empresarial de un municipio resulta fundamental para el crecimiento del mismo, la creación de empleo en la localidad, el movimiento de inversiones por parte de las entidades públicas y, lo más básico, el progreso de la actividad industrial de la propia empresa. Si bien Mutxamel está fortaleciendo su tendencia de emprendimiento -también impulsada por el espacio de coworking Hubitat-, lo cierto es que el municipio cuenta, además, con un tejido industrial consolidado. En concreto, son tres las zonas industriales de las que Mutxamel puede alardear, debido a sus empresas, a la superficie del terreno y a la voluntad -transformada en acciones- de continuar con su desarrollo y fomento.
"La partida de Els Plans se impulsó en el año 1988, la cual tiene un sector (el derecho, en dirección Xixona) ya desarrollado y el del otro lado, en vías de desarrollo", dibuja la imagen mental de la primera zona Antonio Sola (Ciudadanos), concejal de Promoción y Desarrollo Económico. Además, "cerca de Els Plans se encuentra Hilaturas Miel, la fábrica de hilo constituida en Mutxamel en los años 70", contextualiza. Esta área industrial es la más antigua del municipio y ocupa, aproximadamente, 90.000 metros cuadrados, con naves de 1.000 metros cuadrados, las cuales se emplean para usos diversos, como enumera el edil: "Industrial, recreativo, comercial, social y, además, cuenta con zonas de aparcamiento".
La primera de las tres patas de la industria mutxamelera se encuentra en vías de desarrollo y ampliación y ya ha iniciado los primeros trámites dentro del "plan de reforma interior de Els Plans, un sector que se está desarrollando de la mano de Emsuvim, la empresa municipal del suelo", informa Vicente Gomis (PP), edil de Urbanismo. Y, además, garantiza que, "pese a que tuvo un momento de parálisis, está bastante avanzado y existe un interés manifiesto por parte de los propietarios del sector, quienes empujan a que esto se vaya moviendo". Actualmente, la situación se encuentra en la fase de aportar los documentos necesarios y, "tan pronto como se complete la documentación, el primer paso que hemos de dar como Ayuntamiento es pasar por la comisión de evaluación ambiental municipal, porque es de tramitación municipal -es decir, no requiere de Conselleria-", aclara el concejal.
Una vez listo el informe medioambiental y aprobado el documento de planeamiento de ordenación del sector, la situación derivaría en el procedimiento de urbanización, con las acciones que ello conlleva -licitación de las obras, ejecución de las mismas, etc-. "A los políticos nos da un poco de pánico hablar de plazos porque todas estas tramitaciones, en sus diferentes fases, requieren de exposiciones públicas, donde pueden aparecer alegaciones que afecten sustancialmente al sector y obliguen a modificar y volver a presentar", comenta Gomis respecto a los tiempos. Sin embargo, muestra su voluntad de "poder contar con otro polígono industrial en Mutxamel en el menor tiempo posible".
Pese a que el polígono de Els Plans es el que mayor margen de fomento tiene, las otras dos zonas industriales de la localidad también guardan sus puntos fuertes. El Sector I3 se aprobó de manera definitiva en 1999 y ubica en 97.000 metros cuadrados -en total, la suma asciende a 139.000 metros cuadrados contando zonas verdes, viales y zonas comunes- a la única compañía que gobierna esa área industrial: Bonnysa Agroalimentaria S.A., "una de las empresas lanzaderas del municipio en cuanto a empleo, con carácter internacional, la cual estaba ubicada en otra localidad y se mudaron aquí para poder instalar su infraestructura de producción al completo", anota el edil de Ciudadanos. Una situación que fue posible debido a que el Ayuntamiento "facilitó toda la posibilidad documental para que se gestionara la zona".
El sector industrial más reciente es Riodel, que data de octubre de 2003. Un polígono que se origina porque "el Ayuntamiento de Mutxamel tenía escasez de espacios en cuanto al motor industrial y realizó, a través de un particular que tenía unos terrenos no urbanizables, una gestión para convertirlos en terrenos urbanizables de uso industrial, para que cualquier empresa pudiera ubicarse", cuenta Sola. Y asegura que "esta zona ha tenido un éxito increíble", con empresas instaladas de la talla de Calconut". Con la intención de llevar a cabo una especie de efecto llamada, la Concejalía está valorando "hacer bonificaciones en el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) o el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) , para la ubicación de nuevas empresas que apuesten por el municipio", traslada.
Con una superficie que ronda los 400.000 metros cuadrados -de los cuales hay construidos unos 140.000 metros cuadrados-, se pueden encontrar tres tipos de naves: algunas de 1.000 metros cuadrados, otras de 750 y una de 500. "Todas tienen uso industrial, pero algunas se destinan a alimentos y bebidas, a textiles, cuero, madera, papel y producción de imprenta", menciona en relación con la utilidad. Por su parte, la Cámara de Comercio también dispone de 18 naves en el polígono, que construyó a través de una subvención del entonces Ministerio de Industria, "por un convenio firmado con el Ayuntamiento", informa el concejal, quien añade que "están ocupadas y cada una tiene, aproximadamente, unos 250 metros cuadrados de uso útil para la actividad".