ORIHUELA Los regantes de la Vega Baja han cumplido su amenaza y han presentado este jueves una denuncia ante la Físcalía para que investigue la responsabilidad de la Confederación Hidrográfica del Segura en las consecuencias que generó la gota fría en los municipios de la comarca por donde pasa el río. Los representantes de los juzgados de agua piden al juzgado que cite a declarar a la cúpula de la confederación y que aclaren toda una serie de supuestas irregularidades. La denuncia solicita que abran una diligencias de investigación sobre las supuestas responsabilidades penales del actual presidente de la CHS, Mario Urrea; el comisario de Aguas, Javier García Garay; el comisario adjunto, Adolfo Mérida Abril; la secretaria general, Mónica Gonzalo Martínez; el director técnico, Carlos Javier Marco García; que fueron nombrados en agosto de 2018 por el actual Gobierno del PSOE. Pero también pide que se investigue a los anteriores dirigentes, nombrados por el PP: el presidente hasta agosto de 2018, Miguel Ángel Ródenas, y toda su cúpula: José María González Martínez, Sebastián Delgado Amaro, José María García Bernabé; Rafael Belchí Gómez y José Manuelz Ruiz Sánchez.
A las críticas vertidas en los días anteriores, por la falta de limpieza del cauce o la supuesta falta de diligencia de los responsables de la CHS, este jueves, se han sumado nuevas incógnitas, de las que los regantes quieren conocer más detalles. Una de ellas es la construcción en talud sobre la propia rambla de Abanilla de la denominada Ronda o Vía rápida de Orihuela, que une la ciudad con la autovía. A juicio de los regantes, al haberse realizado la construcción de la infraestructura en talud, los daños se han agravado de forma considerable pues rompió la rambla en dos, una parte que fue hacia el polígono industrial Puente Alto y la otra, paralela, hacia la rotonda de entrada a Orihuela. En opinión de los regantes, "si la obra se hubiera realizado sobre pilastras no hubiera interrumpido ni desviado el curso del agua". "Ahora mismo desconocemos si este trazado contó con el visto bueno de la CHS puesto que tanto en los proyectos de Ciudad Deportiva de Orihuela y ampliación del Polígono Industrial, la CHS se ha opuesto por estar en zona inundable y nos llama la atención, ahora, que se autorizara la construcción de esta forma; a la vista de la investigación veremos si hay que derivar otras responsabilidades a otras instituciones", ha comentado Pedro Mazón, secretario del juzgados privativo de Aguas.
Igualmente, ha añadido, "tampoco descartamos ampliar las diligencias de investigación contra la Dirección General del Agua por tener expedientes de reparación y acondicionamiento del río Segura desde la Contraparada (Murcia) hasta Guardamar sin licitar, guardados en cajones y que hubieran permitido paliar en buena medida los daños ocasionados".
Los regantes citan tres grandes problemas que, a su juicio, agravaron la situación del río los días de la gota fría. En primer lugar, los regantes recuerdan que desde 2015 el río Segura "se quedó sin un servicio de mantenimiento, limpieza y reparación de las denominadas vegas por razones de la crisis económica y que se limitó la actuación en la Vega Baja del Segura "a puntuales actuaciones urgentes ante las reclamaciones de los usuarios del río". Además de la limpieza, este servicio también se encargaba de la reparación de la motas del cauce debido a su fragilidad por las inclemencias climáticas.
Los regantes consideran que se hicieron advertencias de las motas dañadas en la riada de 2016 y que la CHS no hizo caso en 2017, así como que tampoco ha querido "escuchar las peticiones de las comunidades sobre la necesidad de limpiar el cauce" desde junio de 2019.
Sobre las causa del desbordamiento del río Segura, la segunda semana de septiembre, denuncia que "no se desbordó por sus motas, sino, sencillamente, rompió las motas por estar débiles, cayendo los paneles de hormigón instalados en el momento de su encauzamiento, y provocando la inundación de la práctica totalidad de la Vega Baja, debido fundamentalmente a una falta de diligencia y prevención por los responsables de la Confederación Hidrográfica del Segura".
En segundo lugar se habla de la peligrosidad de la Rambla de Abanilla. Según denuncian,"no se ha realizado ninguna actuación por parte del único responsable de su gestión, permitiéndose o consintiéndose el cultivo de dicha rambla y las plantaciones arbóreas en el dominio público hidráulico, que han servido para incrementar el taponamiento del cauce". Recuerdan que como consecuencia de la riada sufrida en 1987 se procedió, nueve años más tarde, a la redacción en el año 1996 de un proyecto de canalización en el tramo comprendido entre Benferri y el rio Segura en el término municipal de Orihuela, sin que llegara a ejecutarse.
Y en tercer lugar, cita el caso de la carretera CV9.30 -de acceso a Orihuela- en forma talud, diseñadq por la Generalitat Valenciana, con cuatros pasos de agua, lo que provocó, a su juicio, el desvío del cauce natural inundando y agravando los daños. En su opinión, "todo lo anterior no son más que evidencias fundadas de la negligencia e imprudencia por parte del organismo de cuenca". Y añade, además, los responsables de la Confederación Hidrográfica del Segura han destinado ceros en obras de prevención de avenidas durante el año 2018.
Por todo ello, sostiene que se deben resolver estas 18 incógnitas: