ALMORADÍ. La situación del río Segura a su paso por la Vega Baja trae un nuevo desencuentro entre dos administraciones. En esta ocasión, una local, el Ayuntamiento de Almoradí y otra, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), entidad autónoma adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica.
Ha pasado poco más de medio año de las graves inundaciones de septiembre y en cuanto el río acumula más agua de la que caracteriza su cauce, ayuntamientos y ciudadanos se alertan. Dos veces en lo que llevamos de año ha recorrido el temor a un nuevo desastre, con el temporal "Gloria" en enero y la última vez, el martes. Orihuela registró 100 litros por m2 acumulados en cuatro días y aguas más abajo, a la altura en Almoradí, el cauce alcanzó los 2,7 metros. En el tramo donde se rompió el muro y la mota del río y que se encuentra en plena reparación sufrió filtraciones lo que provocó la evacuación de algunos vecinos y el corte de una carretera.
El Ayuntamiento, en un comunicado anunciaba los servicios jurídicos municipales están trabajando en una demanda civil y no descarta otro tipo de medidas judiciales contra la CHS. La alcaldesa, María Gómez, en declaraciones a Alicante Plaza no se ha manifestado en esos términos. "Pediremos las responsabilidades que correspondan, políticas o las que procedan en su momento dado el caso de que esta obra no se termine o se retrase mucho" explica Gómez. El malestar de la primera edil llega tras las reiteradas peticiones de información, la insistencia en que se agilicen las obras y ante el incumplimiento del plazo de finalización.
Según indica el comunicado del consistorio, en una petición de información a la CHS, ésta le respondió que "la duración de los trabajos no se puede determinar, pero se estima que será de tres meses como máximo". Con esta respuesta, desde el Ayuntamiento se dedujo que las obras estarían acabadas en enero. Al no ser así, el 4 de febrero, la alcaldesa junto al concejal de Urbanismo mantuvieron una reunión con el presidente de CHS, Mario Urrea, para exigirle celeridad en las obras, entre otras cuestiones. Tras las críticas del consistorio de denuncia de incumplimiento de los plazos, la CHS ha emitido un comunicado para aclarar que "las obras de emergencia, por su naturaleza no tienen plazo contractual ya que carecen de proyecto, que así se informó a la alcaldesa durante el último episodio de lluvias".
La primera edil ha criticado también la falta de información. La CHS asegura, en un comunicado que "se ha mantenido permanente comunicación con la Alcaldía de Almoradí" mientras que la alcaldesa asegura que "de oficio no nos informan".
Desde la CHS explican que debido al temporal "Gloria" las labores se detuvieron a la espera de que se secara el terreno para poder continuar las obras, un tiempo que les llevó 15 días para seguir con el siguiente paso, hormigonar. Las obras que se están llevando a cabo en ese punto concreto consisten en la reconstrucción del encauzamiento mediante un muro de hormigón armado de 100 m de longitud. Antes de la crecida del río el martes, los trabajos se encontraban en la fase de puesta en obra de la ferralla correspondiente a los alzados de muro. El pasado viernes quedaron finalizadas las zapatas que actúan como elementos de cimentación.
La finalización del levantamiento completo de los muros estaba prevista para finales de abril. Con la subida del cauce la obra se retrasará otros 15 días como mínimo, por lo que, uniéndose al retraso provocado por el temporal "Gloria" no finalizarán las obras hasta finales de mayo o principio de junio.
Las filtraciones que se dieron el martes y que provocó cierta alarma, se debieron, explican desde la CHS, a pequeños huecos entre el material de relleno con el que está construida la mota provisional. "Ésta se construyó durante la avenida del pasado mes de septiembre y no se pudo impermeabilizar completamente dada la urgencia de aquellos momentos" señalan. Durante la tarde del martes, la carretera que une Almoradí con Algorfa se mantuvo cortada para que la CHS realizara los trabajos de reparación de las filtraciones.
"Llevamos dos crecidas del río, han pasado más de seis meses [de la rotura de la mota] y queremos que ese tema se solucione ya, porque es un riesgo para la población" concluye María Gómez.