ALICANTE. Quédate en casa. El uso del imperativo hace difícil conciliar el sentido de la responsabilidad con el espíritu anárquico del carácter mediterráneo, ese que impregnaba la voluntad del joven Corto Maltés, cuando utilizó de manera sabia una navaja barbera para dibujar el camino perdido de la fortuna.
Quédate en casa y lee. Quédate en casa y sal al camino de la aventura sin traspasar los límites de la patria íntima del hogar. Quédate en casa y emula a Xavier de Maistre, en breve llegaremos a los 42 días de reclusión.
Quédate en casa y cuenta cómo fuiste capaz de llegar a Borneo, a Tasmania, al reino de Sarawak, a Maravovo, flotando en algún lugar entre Papúa y las Islas Salomón.
La obligación de “difundir cultura desde casa” ha obligado a tirar de nuevas herramientas para hacer… ¿lo mismo que hacíamos antes?
“Cuando uno se encuentra con alguien que ha vivido lo que usted ha vivido y que ha pasado por las pruebas que han hecho el que usted es ahora, el ser su testigo y compañero es algo tanto o más importante que si esas cosas le hubieran sucedido a uno”*, dice el Gaviero, dice Maqroll, dice Mutis, dice el narrador, dice el testigo que es capaz de estar presente ante el relato, sea real o inventado, sea para uno mismo o para los demás, sea para pocos o para muchos, sea para todos o sólo para uno. El “periodista cultural” ejerce habitualmente de testigo del relato y, mal que bien, se involucra como actor o actriz de reparto, como mero o mera figurante sin texto la mayor parte de las veces, ni falta que hace. Recoger las notas, los testimonios entrecomillados, las fotos del gràfico, marchar a casa, redactar y enviar la crónica del acto.
Quédate en casa. Conéctate a Zoom. Recibe la conformidad del moderador como que eres aceptado a la reunión virtual. Empieza a probar cámara de vídeo. Empieza a probar micrófono. Comprueba que funciona el chat. Comprueba que se ha conectado el invitado principal. Comprueba que se ha conectado el otro invitado principal. Comprueba que eres observado por el ojo que todo lo ve del moderador. Comprueba cómo va subiendo la cifra de invitados (lo que te hace replantearte tus preguntas una y otra vez, acortar, depurar, sintetizar… ¿de verdad me va a dar tiempo a hacer tres preguntas?).
Norma Editorial, uno de los sellos más potentes del panorama, superviviente y corresponsable de una de las últimas edades doradas del cómic hispano, la “década de las revistas”, ha diseñado su propio formato de Club de Lectura virtual, en el que un autor de la casa se encuentra en conversación amable con un crítico reconocido, bajo la mirada atenta del editor, y el expectante runruneo virtual del público asistente, críticos y periodistas incluídos.
Juan Díaz Canales (Madrid, 1972), guionista, dibujante, director de películas de animación; autor, junto al ilustrador Juanjo Guarnido, de la multipremiada serie Blacksad, entre ellos, el premio Eisner en la Comic Con de San Diego; Premio Nacional del Cómic en 2014; y desde 2015 también autor, junto al ilustrador Rubén Pellejero, de la nueva etapa de la vida del marino Corto Maltés, en conversación con Paco Linares (Alicante, 1978, aunque originario de Onil), gestor cultural, crítico de arte, comisario de exposiciones independiente, director de las Jornadas de Cómic de Alicante, miembro del equipo de la Sociedad Cong Hugo Pratt Art Propierties como responsable de Social media marketing y Premio de la Asociación de Autores de Cómic de España (AACE) por su labor de apoyo al cómic español en 2019. Sobre ellos, la ventana omnipresente del moderador, Luís Martínez, director editorial de Norma. El chat lateral empieza a deslizarse cogiendo velocidad de grupo de whatsapp de colegio de primaria en estado de alarma.
Estamos aquí para escuchar qué nos cuentan sobre El día de Tarowean, la tercera aventura escrita y dibujada por el tándem Díaz Canales-Pellejero del marino maltés creado por el veneciano Pratt.
Paco, en una entrevista, ya nos pone en antecedentes: “Los autores se han animado a resolver el dilema que todos teníamos, desde que descubrimos la primera aventura de Corto Maltés, “La Balada del Mar Salado”, publicada en 1967. En aquella aventura, Corto aparecía atado a unos maderos, en mitad del Océano Pacífico, y poco más se sabía. En las siguientes páginas se desgrana muy poca información, un motín, que había sido lanzado al mar… a partir de ahí, en una especie de fogonazo de inspiración de Rubén Pellejero, en el que le planteó a Juan Díaz Canales “¿qué podría haber pasado antes de todo aquello?”, fue cuando Juan se puso a trabajar en ello y crearon de manera circular, y magistral, todo lo que ocurrió durante el año anterior, empezando justo en el día de Tarowean de 1912, el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos”.
Pero veamos qué es lo que tiene que decir al respecto el propio guionista:
“El gran reto para enfrentarnos a la obra de Hugo Pratt, aparte de que suponga un símbolo del cómic mundial, es que la entendemos como una obra muy personal, muy ligada a su creador. Corto Maltés y Hugo Pratt parecen dos caras de una misma moneda. El autor trabajó mucho esa imagen de alter ego. ¿Cómo me voy a meter yo en la cabeza y la biografía de alguien que, por otro lado, crees conocer muy bien? Pasado ese primer momento de estupor, te das cuenta de que tampoco es tan bloqueante, en el sentido de que el mismo personaje es muy dúctil, si miras con perspectiva la obra completa de Pratt, te das cuenta de que en Corto cabe todo, para alguien como Rubén o yo, nos cambia la visión de pensar ‘esto es el templo sagrado de Pratt, donde no se puede entrar’, a todo lo contrario. El templo no está, es más bien un club con las puertas abiertas a todo aquel que quiera contar algo”.
y contarlo sin el menor trazo de superstición, de cerrar ciclos y encontrar el vacío detrás:
“Si no la tuvimos al empezar, teniendo en cuenta que era el álbum que hacía trece en la serie… mira, ya elegir ser dibujante de cómic como profesión, puedes suponer cómo de inconscientes somos, a partir de ahí, si no nos dió miedo en su día aceptar un reto tan arriesgado, que generaba tanta expectación… al final es normal, en el mundo de la creación, asumir riesgos”.
La sesión completa, con la conversación entre Paco y Juan, la presencia en elipsis de Rubén Pellejero, las preguntas y repreguntas, se podrá ver en el canal de Norma Editorial en Youtube.
Los secretos generan curiosidad, nuevas historias, relatos basados en la realidad o en la invención. El universo Ugo Eugenio Pratt da pie a más de un universo, y uno de ellos es el de su legado, la manera en que su obra ha sido editada, puesta a disposición del público, divulgada y conocida. Y también, cómo, quién y por qué ha tomado decisiones tan importantes como la ‘resurrección’ del marino Corto Maltés, el personaje principal del autor, su alter ego por excelencia. Paco Linares, alicantino, forma parte del equipo que gestiona el legado del autor veneciano, así que aprovechamos para hacerle un par de preguntas al respecto.
¿Cuál es tu relación con la sociedad que gestiona el legado de Hugo Pratt?
“El origen de mi relación con la sociedad Cong S.A. Hugo Pratt Art Properties radica en el año 2015, en un proyecto bastante conocido en la ciudad de Alicante y en bastantes sitios, debido a su carácter itinerante, basado en una exposición homenaje al maestro italiano, que fue acompañada de unas jornadas teóricas celebradas en la Sede de la Universidad de Alicante que fueron acompañadas de los mayores expertos relacionados con la obra de Pratt y el cómic y el general: Luís Gasca, Antoni Guiral, Ángel de la Calle, Paco Camarasa, Jordi Ojeda y yo mismo. En aquellas jornadas ya se apuntó el regreso de Corto Maltés, ya que se acababa de hacer público que dos autores habían sido seleccionados por la sociedad para que retomasen las aventuras del marino de Malta. Desde aquel año, para poder exponer las obras y las reproducciones, para tener autorizados los derechos de autor, tuve que entrar en contacto con la sociedad que gestionaba su legado”. De este primer contacto, Patrizia Zanotti, directora del proyecto y antigua colaboradora de Hugo Pratt, quedó impresionada hasta el punto de proponer a Linares que se integrara en el equipo de CONG desde España, una sociedad que tiene su origen en el año 1983, cuando el propio Pratt decide administrar el legado acumulado de su trayectoria artística, formalizándose en 1987, cuando el autor cede la gestión de sus derechos de autor a la sociedad. “Mi función dentro de la empresa es la de gestionar redes sociales, crear nuevos textos para las páginas web oficiales que se administran desde aquí, nuevas relecturas sobre los antiguos libros de Corto, así como gestionar nuevos proyectos editoriales, como el el plan editorial de la nueva colección de Corto Maltés en Norma Editorial, o una nueva colección de kioscos que está saliendo, por entregas, en Editorial Planeta. También se están haciendo grandes exposiciones contínuamente, alrededor del mundo”.
¿Y de qué manera te implica este puesto en los nuevos libros de Corto Maltés?
“Mi participación en los nuevos libros de Corto Maltés,... a ver. Patricia Zanotti planteó a Juan Díaz Canales, guionista de obras como Blacksad, la posibilidad retomar a Corto Maltés, y este no sólo aceptó, sino que propuso a Rubén Pellejero como compañero de viaje, desde ese 2015 en que se publicó ‘Bajo el sol de medianoche’ nos podemos todos felicitar de que ya sean tres los álbumes realizados en común por el guionista madrileño y el dibujante catalán, y todos ellos con un amplio éxito de crítica y de público. Han sabido aunar cosas esenciales, como son el cariño por la obra de Hugo Pratt y haber sabido dar una solución de continuidad a las aventuras de Corto, sin dejar de reivindicarse como autores. Por eso es fácil, a las personas que seguimos a Corto Maltés desde el principio, reconocer y diferenciar el personaje creado por Hugo Pratt y el desarrollado a posteriori por Díaz Canales y Rubén Pellejero. Desde 2017, en que mi relación con CONG se afianza, he estado más presente en el entorno cercano de los autores, en las fases de promoción de las obras, intermediando entre la editorial y empresa, teniendo en cuenta que hablamos de un proyecto que implica a tres de las más grandes editoriales internacionales del mundo de la historieta, las más grandes a nivel europeo: Casterman, en Francia; Rizzoli Lizard, en Italia; y de Norma Editorial en España. En la salida de cada uno de los álbumes ha habido reuniones, preparaciones y gestión de lanzamiento, incluido el montaje de exposiciones de originales de Rubén, como la de la 37ª edición del Saló del Còmic de Barcelona, en el MNAC, en 2019”.