ALICANTE. Medio año de silencio en Isla Marina por orden municipal. El nuevo propietario del conocido local situado junto a la playa del Cocó -Promociones Azarbe, del presidente y socio fundador de Tempe, Vicente García- no podrá desarrollar parte de la actividad para la que dispone de licencia (local de hostelería con ambientación musical) durante los próximos seis meses, tras la imposición de una sanción suspensiva de ese permiso. ¿El motivo? Haber excedido los niveles de ruido en una comprobación sonora llevada a cabo durante el verano de 2016.
En concreto, esa evaluación se produjo el pasado 14 de agosto. La Policía Local adscrita al departamento de Aperturas de la Concejalía de Urbanismo giró una inspección en respuesta a una queja formulada por los vecinos del entorno y constató que el establecimiento superaba en 10 decibelios el límite establecido en la normativa sobre contaminación acústica. La antigua propiedad del establecimiento (Isla Marina Alicante SL, de los hermanos César y Luis Naranjo) presentó alegaciones, de modo que la resolución del expediente se ha demorado hasta este mes de abril con la sanción ya conocida: seis meses de retirada temporal del ejercicio de actividad musical.
Según las fuentes consultadas, además, no es la primera penalización de este tipo que se impone al establecimiento. Según las mismas fuentes, el funcionamiento del local ha sido objeto de múltiples quejas vecinales por ruido y, a lo largo del último año, ha habido al menos un precedente por otro episodio parecido que derivó en otra suspensión temporal de licencia. En esa ocasión, también por otro periodo de seis meses, cuyo cumplimiento no pudo controlarse por una disputa en la fecha en la que debía darse inicio.
El establecimiento ya fue sancionado a lo largo del último año también por haber excedido el nivel acústico permitido
Isla Marina obtuvo una doble licencia en 2001 como taller de motos acuáticas y local de hostelería con ambientación musical. En 2004 ese permiso se amplió para amparar también su actividad como pub. Todos esos permisos son y han sido siempre de carácter provisional, ya que el establecimiento se encuentra situado en un sector sin ordenación urbanística definida (la Operación Integrada número 7). Ello implica que todas las actividades que se desarrollen en ese ámbito están sujetas a cambios (incluso pueden perder su eficacia y quedar anuladas) en el caso de que el Ayuntamiento apruebe una planificación concreta.
No es un condicionante menor si se tiene en cuenta, por ejemplo, que eso confiere al Ayuntamiento un amplio margen de discrecionalidad y de capacidad de supervisión a la hora de conceder permisos. De ahí que, por ejemplo, a la vista de uno de los intentos registrados por Isla Marina Alicante -que acaba de salir del concurso- para ampliar su margen de actividad. El pasado febrero, sus gestores solicitaron un certificado de compatibilidad para poder utilizar una de las naves que conforman el recinto como sala de fiestas, lo que posibilitaría que se desarrollasen actuaciones musicales en directo. La petición fue denegada, a la vista del historial de quejas vecinales que el local venía acumulando.
Como ha avanzado este diario, su nuevo propietario, el empresario Vicente García (socio de Amancio Ortega en Tempe) a través de Promociones Azarbe, habría adquirido su propiedad -a través de un contrato privado por un precio que no ha trascendido- con el propósito de dar continuidad al negocio.