VILLENA. En lo que va de año, se han promovido en el término municipal de Villena al menos seis megaplantas fotovoltaicas (esto es, con una potencia igual o superior a 50 MW) y otras tres de tamaño medio (entre 5 y 50 MW). La coyuntura ha llevado a la Conselleria de Economía Sostenible a pedir la modificación, por ampliación, del sistema de 20 kV de las instalaciones de distribución de energía eléctrica de la subestación ST Alhorines (132/20 kV), ubicada en el paraje villenense con el mismo nombre. Esta semana, el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) daba luz verde a la actuación, que deberá acometerse en el plazo de un mes y tendrá un coste aproximado de 19.400 euros.
Tal y como se explicita en el documento, la finalidad de la intervención es “la mejora de la calidad y continuidad del suministro eléctrico de la red de distribución en el área de influencia de dicha subestación eléctrica”. Así lo corrobora también a Alicante Plaza la directora general de Industria de la GVA, Empar Martínez: “Es fundamental disponer de suficientes estaciones para poder garantizar una evacuación adecuada de las renovables”. De esta forma, el Consell, que es el órgano competente en estos casos, pretende cumplir con los compromisos fijados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
El objetivo de la Generalitat, afirma Martínez, es contribuir al incremento de las renovables asegurando “que las infraestructuras de evacuación están optimizadas”. Es decir, que “se aprovechan y se comparten” de modo que “la agresión ambiental es la mínima”. Se pretende así, según la responsable del área, “transformar la generación energética en la Comunitat Valenciana” para conseguir, algún día, que esta sea 100 % renovable y para alcanzar, de momento, los 6.000 MW en fotovoltaica. Esas son, por ahora, las metas que se ha marcado Conselleria para avanzar hacia un modelo energético más sostenible y respetuoso con el entorno.
En 2009, se autorizó a la sociedad Enerstar Villena para la construcción de una central de producción de energía eléctrica termosolar, incluida la subestación transformadora de elevación (la llamada ST Alhorines). En 2010, se aprobó el proyecto para su ejecución, y más tarde, en 2013, una primera modificación. Ese mismo año, la titularidad pasó a Iberdrola Distribución Eléctrica y, según se desprende del DOGV, en 2017 pidió una autorización administrativa previa y de construcción para una nueva ampliación.
Dos años después, en 2019, la empresa responsable pasó a ser I-DE Redes Eléctricas Inteligentes (todavía lo es hoy). En este tiempo —pero, sobre todo, en los últimos meses—, la de Los Alhorines ha sido, sin duda, la subestación más solicitada para volcar la energía de las plantas proyectadas en la zona. Es por ello por lo que la resolución favorable para su ampliación llega, por tanto, en un momento de máxima fiebre solar en el Vinalopó y, especialmente, en el término de Villena. Tanto es así que el gobierno local —aunque a favor de las renovables— estudia ya el desarrollo de un Plan Especial que delimite la instalación de plantas fotovoltaicas en los alrededores de la ciudad.
En concreto, el proyecto de modificación de la subestación consiste en la ampliación del embarrado de 20 kV con una nueva celda de línea 20 kV, de características similares a las existentes. En cualquier caso, las peticiones de las asociaciones ecologistas y del ejecutivo villenense van más allá de esta medida, pues el concejal de Urbanismo, Javier Martínez, exigía recientemente a través de este diario una mayor implicación de las instituciones autonómicas y estatales para controlar la toma del espacio: “Confiamos en que Conselleria y el Ministerio tengan claro que esa distribución no puede ser dejada al libre albedrío del mercado, sino que —igual que se reparte la potencia de los nudos entre las empresas—, llegado el momento, se debe acotar la ocupación del terreno”.