ORIHUELA. Mientras la "nueva normalidad" se está incorporando para la mayoría de la ciudadanía, los celadores del hospital Vega Baja rechazan regresar a su particular "antigua normalidad" tras el paso de la pandemia de la covid-19. Reclaman que se mantenga el modelo de equipos cerrados por áreas de servicio tal y como se ha hecho durante el estado de alarma y rechazan la vuelta al modelo anterior.
Hasta la llegada de la pandemia del coronavirus, el personal de celadores del hospital Vega Baja no tenía una área o servicio adscrito. De este modo, podían trasladar a un paciente del servicio de Urgencias o UCI, con cualquier patalogía o cuadro infeccioso y ser requerido en otro servicio. Esto, explican, va en contra de los protocolos y el convenio. Exigen que se establezcan equipos de trabajos cerrados adscritos a una área o servicio. Quieren de esta forma evitar la contaminación cruzada entre servicios y que los celadores no hagan de enganche.
Con la llegada de la covid-19, sí se estableció ese modo de trabajo, plantilla adscrita a un servicio, como indicaron todas las autoridades sanitarias. Un circuito cerrado dentro de las instalaciones hospitalarias para evitar contagios. A mediados de mayo remitieron un escrito interno a la Gerencia del hospital, dirección económica y preventiva tras tener conocimiento que en junio se retomaría el sistema de circuito abierto. En él mostraban su rechazo y recordaban que los protocolos diseñados por el Ministerio de Sanidad como condición para la desescalada por parte de las comunidades autónomas deben incluir dos circuitos diferenciados: uno para el circuito de Covid-19 o sospecha de padecerla y otro para los pacientes que acuden al hospital por el resto de patologías. En este sentido, resaltan que este doble circuito se debe aplicar en todas las áreas de actividad hospitalaria. En esa comunicación solicitaba que se continúe con los protocolos marcados, un escrito fruto del malestar de las empleadas y empleados y que llevaba la firma de 75 de ellos.
Unas reclamaciones que vienen exigiendo desde hace años. "¿Por qué con la covid-19 sí se ha hecho el circuito cerrado? Porque es lo correcto" resalta uno de los celadores.
Durante este mes de junio se ha mantenido el sistema que reclama la plantilla de celadores pero en julio regresarán al anterior modelo, según sus informaciones. Es por esto que han iniciado una campaña para recoger firmas de la ciudadanía. Hasta el momento llevan 500. Todos los apoyos recabados se remitirán a la gerencia y la consellería de Sanidad.
En los últimos días se han colocado varios carteles reivindicativos en las carreteras de acceso al hospital: "celadores adscritos al servicio", "no al contagio, servicio cerrado". "En el hospital somos el único grupo de trabajo que no estamos organizados como equipo cerrado" concluye uno de los celadores.
Desde dirección expresan que este tema ha sido tratado en el Comité de Seguridad y Salud junto el asesoramiento de la Unidad de Medicina Preventiva y la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales. Aseguran que se ha expuesto que "no hay ningún riesgo para el equipo de celadores ni para los pacientes, puesto que el trabajador debe de utilizar los diferentes equipos de protección individual (EPIs) cuando corresponda en cada caso y seguir las medidas de higiene estándar". Por esto, afriman que "la protección adecuada del trabajador y las medidas de higiene hace que una infecciones nosocomial entre pacientes sea muy improbable". En un comunicado de la dirección manifiestan que "se sigue respetando la funcionalidad establecida a través de diferentes circuitos de recepción y atención a pacientes con sospecha de covid-19 y los de otras patalogías siguiendo las recomendaciones y protocolos establecidos desde la Conselleria de Sanidad así como del Ministerio".
Los celadores en su escrito a gerencia conclucían con la solicitud de que "el proceso de desescalada no suponga, para las celadoras y celadores una vuelta a un sistema [circuito abierto] que es inoperante y perjudicial para el servicio sanitario".