Foto: RAFA MOLINAALICANTE. El debate abierto sobre la celebración de les Fogueres de este año después de que se acordase su traslado a la primera semana de septiembre comienza a despejarse. El Ayuntamiento de Alicante ha pactado ya la hoja de ruta que se pretende seguir para zanjar la cuestión con el compromiso de adoptar una decisión definitiva antes de que termine el mes de mayo, con el propósito de despejar todas las incertidumbres antes de que puedan dar comienzo los actos previos al programa oficial, como las presentaciones de bellezas pendientes, que quedaron suspendidos el pasado 31 de marzo. Ese fue, al menos, el acuerdo consensuado este jueves entre el equipo de Gobierno (PP y Cs) y los portavoces de los partidos que ejercen funciones de oposición (PSPV-PSOE, Unides Podem, Compromís y Vox).
¿De qué dependerá esa decisión? En primer término, de la apertura de un proceso de consulta entre el conjunto de las comisiones y barracas que conforman la Federació de Fogueres para que expresen cuál es en este momento su preferencia: cancelar las fiestas o mantenerlas en el calendario previsto (del 2 al 6 de septiembre), siempre que su desarrollo resulte viable desde el punto de vista sanitario. Esa consulta se activará en los próximos días, según se acordó en la reunión de coordinación celebrada este viernes con los representantes de la Federació de Fogueres, a petición del propio colectivo. En esa reunión se ha establecido que los resultados se compartirán la próxima semana.
Si las respuestas a esa consulta son mayoritariamente favorables al desarrollo de las fiestas, se analizará cuál es la situación sanitaria antes de que dé comienzo el mes de junio. Si la progresión es positiva y Alicante va pasando de fase en el proceso de desescalada (por el momento, se continuará en la Fase 0 hasta la próxima evaluación, en dos semanas) todo parece indicar que el calendario festero permanecería vigente. Así, salvo que se produjese un rebrote posterior que lo impidiese, los monumentos se plantarían en septiembre. De lo contrario, si el colectivo festero abogase mayoritariamente por la cancelación, o si la evolución de la pandemia no mejorase dentro de dos semanas, las fiestas quedarían definitivamente canceladas hasta 2021.
En todo caso, al tratarse de una fiesta oficial, esa decisión se adoptaría desde el Ayuntamiento y se justificaría en la concurrencia de causas de fuerza mayor -la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus- lo que proporcionaría cobertura al conjunto del colectivo frente a los contratos que ya pudiesen haberse suscrito con proveedores, artistas constructores, equipos de iluminación y sonido, bandas de música, etc.
