Análisis AP | siete candidaturas pugnan por tener representación 

#28M en Calp: un feudo del centro derecha perturbado por el 'portazo' del PP a la alcaldesa

16/05/2023 - 

CALP.  El municipio de Calp es, desde 1995, un feudo del centro derecha. Además, consolidado. Las grandes crisis no le han afectado. Ni las económicas, ni las políticas. Ni los casos de corrupción (el anterior alcalde está condenado en la rama local de Brugal). Desde entonces, sólo se han producidos dos cambios de partido en la Alcaldía, fue en 2007, y no tuvieron continuidad. Ese año, por primera vez en muchos años, los partidos de izquierda tuvieron mayoría y el socialista Luis Serna logró ser alcalde apenas un año. Después hubo una moción de censura, entre el PP y Bloc, que los populares aprovecharon para volver a la hegemonía, pese a que cedieron la alcaldía al nacionalista Ximo Tur. En este 28M, esa hegemonía puede saltar por los aires. ¿La razón? En enero de este 2023, el PP le dio un portazo a la actual alcaldesa, Ana Sala, y le dijo que no repetiría: la apeó de la candidatura para situar a César Sánchez, de nuevo, como alcaldable. No hay que olvidar que fue César Sánchez quién eligió que Ana Sala fuera, en 2019, su heredera en la Alcaldía.

Desde ese cambio, Calp es un hervidero, cuyas consecuencias nadie sabe hasta dónde puede alcanzar, sobre todo, después de que Ana Sala formara su propio partido y anunciara que se presenta. ¿Mantendrá el PP su hegemonía? ¿le dará para gobernar en solitario? ¿qué hará Ana Sala llegado el caso de que obtenga representación? Lo que sabemos hasta ahora es que, desde ese fatídico momento, el 3 de enero, las diferencias entre Ana Sala y el PP se han ido agrandando: habido ceses de asesores, retiradas de sueldos y, sobre todo, muchas acusaciones. Las últimas, las que vertió la propia Sala contra el PP: en el último pleno, dijo que su relevo al frente de la lista se debió a intereses urbanísticos. Y es que el actual equipo de gobierno, formado por PP y Ciudadanos, optó por proteger unos determinados planes urbanísticos -no programados-, de ahí que Sala sitúe su cese a esa decisión, que respaldaron todos los ediles del PP y los de Ciudadanos.

Y hasta que se produjo la decisión de darle el portazo a Ana Sala, la situación de Calp era la de un municipio normal, con sus problemáticas domésticas y reivindicaciones habituales (nuevo instituto, más servicio sanitarios; pasarela a la N-332,...). Sólo la concesión del permiso de ampliar la piscifactoría, por parte de la Generalitat, había generado cierta polémica de puertas hacia fuera. Hacia dentro, los grandes problemas estaban en el urbanismo -fundamentalmente-, pero se sabían salvado sin grandes polémicas, salvo excepciones. Y han sido cambios impulsados por el concejal de Urbanismo, José Manuel del Pino, de Cs, y que en este mayo de 2023 ejercerá de número dos de Ana Sala en la lista de Somos Calpe. Calp ha logrado poner orden a las alturas, con un cambio del PGOU, para que los torres no sobrepasaran las 15 alturas y había decretado que los edificios fueran emplazados en posición vertical al mar para evitar el efecto pantalla.  La otra gran decisión urbanística ha sido proteger tres zonas urbanísticas:  sectores Rafol I y II, Feliu I y II y Garduix I y II, que han pasado a ser  zona verde o suelo no urbanizable tras una consulta pública. En este cambio es donde Ana Sala sitúa una de las razones de su relevo. 

Y a este guirigay interno, que ha protagonizado los últimos meses del mandato, se suma la fragmentación política que siempre ha caracterizado a Calp, y que el PP había conseguido disipar en los últimos dos decenios. Además de PP y Somos Calpe, por la derecha concurrirán listas de Vox y Ciudadanos. Por la izquierda, PSPV, Compromís y Defendamos Calpe.  Todas ellas con opciones de lograr representación, lo que contempla cualquier escenario en la corporación que salga elegida tras el 28M. Ahora, el centro derecha suma 11 por los 10 de la izquerda.

El PSOE también presenta cambios respecto a su pasado: el candidato será el abogado Guillermo Sendra, afín a la dirección provincial. Y sobre él están puestas las expectativas de recuperar el gobierno que dejó Violeta Rivera allá por 1995 y la suma que pueda conseguir con Compromís y Defendamos Calpe. Con este escenario, y las escasas que tienen CS y Vox de lograr representación, todo lo que no sea una mayoría absoluta del PP, abre muchas opciones del color político de la Alcaldía, sobre todo, al comprobar cómo ha acabado la relación entre los populares y Ana Sala. 

Y más allá de eso, que no es poco, y las polémicas locales, el mandato de Calp ha estado marcado por otros hitos que han pasado a un segundo plano. Calp sigue reclamando un nuevo instituto; la pasarela a la N-332, el mantenimiento del sector pesquero, y mejores servicios sanitarios y de infraestructuras (la falta de aparcamiento sigue siendo un problema en los flujos turísticos de temporada alta). 

En el ámbito económico, Calp ha crecido como destino turístico, con nuevos proyectos a la vista, como el que planea el grupo AR Hotels junto a las Salinas, con un centro de congresos; sigue siendo un destino muy demandado en el segmento de ciclismo, tanto profesional como amateur y vive un buen momento inmobiliario con el desarrollo del plan del Saladar, su particular Manhattan, y el segmento de viviendas unifamiliares, con mercados como el belga o el holandés como principales clientes, además de otros como los procedentes de los países del Este. Tampoco hay que olvidar el impuso que el Ayuntamiento de Calp le ha dado al complejo arquitectónico de La Muralla Roja, diseñado en los años 60 por Bofill, que se ha convertido en otro icono de la ciudad, gracias, en parte, a su promoción en redes sociales.

Es decir, más allá de los matices, promociones y las necesidades, la lupa está puesta en el desenlace del 28M.

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