ALICANTE. Lo dejó caer. Fernando Estévez acostumbra a regatear bien la polémica arbitral en las salas de prensa, pero este domingo le costó hacerlo en la del Carlos Tartiere.
Su equipo acababa lograr un empate en casa de un rival de la parte alta, sumar un punto importantísimo en sus aspiraciones de permanencia, pues mantiene el colchón de nueve puntos respeto a la zona de descenso tras 25 jornadas... pero entendía que se había acreedor de la victoria y que "factores externos" le privaron de ella.
"Nunca aludo a factores externos y no lo voy a hacer hoy, pese a que la tengo botando en el área pequeña [...] Que cada uno saque sus propias conclusiones", respondía al tiempo que ironizaba cuando se le interpelaba por esos factores externos a los que aludía. El preparador del Eldense no lo explicitaba pero se refería a lo acontecido con el penalti señalado a Dumic sobre Dubasin, una acción que en vivo no pareció punible para el árbitro jiennense José Luis Guzmán Mansilla, pero que cambió de opinión tras ser invitado a visionar la jugada en el monitor situado junto al túnel de vestuarios por su colega en el videoarbitraje, el santanderino José Antonio López Toca. La pena máxima no solo permitió al Real Oviedo empatar (Borja Bastón batió a Álvaro Aceves), también obligó al Eldense a jugar en inferioridad numérica los 20 minutos que restaban hasta el 90 y un tiempo suplementario que se fue hasta los 8, toda vez que el árbitro entendió que con su falta dentro del área Dumic había cortado una ocasión manifiesta de gol y le expulsó con roja directa.
"Uno puede equivocarse, pero siempre tiene que respetar a los profesionales", abundaba Estévez, quien no escondía que sus jugadores estaban "jodidos" y que le resultaba "difícil canalizar esa energía".
El técnico no lo hacía en sala de prensa, entre otras cosas para evitar sanciones, pero integrantes de la expedición azulgrana defendían tras el choque que Dubasin inicia el forcejeo con Dumic y que el árbitro y sus asistentes no se mostraron precisamente receptivos con ellos (de hecho, Estévez vio una amarilla por protestar).
"Se ha deslucido el espectáculo y la última media hora ha sido trabada, cuando hasta el minuto 60 estábamos viendo a dos equipos que querían la victoria [...] somos un equipo de currantes y nos ha tocado apretar los dientes y remar a contracorriente", añadía, antes de valorar el punto en su justa medida: "Hemos sumado en un campo muy complejo ante un equipo que va a ser de 'play-off', quizás es el punto de la salvación", sentenciaba Fernando Estévez en una comparecencia de prensa en la que volvió a deshacerse en elogios hacia su homólogo Luis Carrión, su plantilla y la afición carbayona.