La estructura de la isla flotante promovida por el Puerto para conectar sus muelles. Foto: RAFA MOLINA ALICANTE. La isla flotante proyectada por el Puerto de Alicante para completar el circuito abierto al público en torno a su dársena interior tendrá que someterse a una primera cirugía antes de que se produzca la recepción oficial de sus obras. El asiento del fondo submarino detectado a finales de diciembre bajo uno de los pilotes de hormigón sobre las que se sujeta la estructura ha forzado a planificar una modificación del proyecto constructivo para reforzar su fijación y garantizar su estabilidad antes de que pueda iniciarse la construcción del restaurante previsto sobre su superficie como aliciente para atraer visitantes y turistas.
De hecho, según fuentes consultadas, ya se está trabajando en la redacción de un modificado del proyecto original con el fin de añadir las obras adicionales que resulten necesarias para subsanar ese contratiempo sobrevenido sin demoras adicionales. Todo parece indicar que podría requerirse de la instalación de algún pilote adicional, o de una actuación de relleno en el fondo marino del punto afectado con el fin de evitar nuevos asientos. Se trata de una intervención sujeta a los resultados de los últimos estudios geotécnicos efectuados sobre la zona, según las mismas fuentes.
Sea como fuere, se trabaja con la previsión de poder abordar la ejecución de esas obras adicionales durante el mes de marzo, en cuanto Puertos del Estado dé su visto bueno a la modificación del proyecto y del contrato original, adjudicado a la constructora del grupo ACS, Vías y Construcciones, hace un año, por un importe de 2,1 millones y un plazo de ejecución de cinco meses. De este modo, la plataforma no quedará terminada y disponible hasta que se ejecute esa última intervención, por lo que se augura que el inicio de los trabajos para la construcción del restaurante quedarán aplazados como mínimo hasta el mes de abril.
La construcción de la isla flotante se inició de forma efectiva en abril de 2022 y se dio prácticamente por concluida en diciembre. Se trata de una plataforma completamente diáfana de 34,80 metros de longitud y 20 de anchura, con una forma rectangular salvo en su extremo orientado hacia el exterior de la dársena, que es curvo. Como informó este diario, quedará conectada con los muelles 5 y 8 mediante un servicio de barco-taxi a modo de transbordador, encargado de transportar a los visitantes hasta la plataforma y a su futuro restaurante, ya adjudicado a una alianza empresarial formada por Restaura Gestión Forty y Alicante Gastronómica.
El proyecto de ese restaurante comprende la construcción de un edificio de cuerpo elíptico, acristalado en tres de sus fachadas y con un patio ajardinado en su interior. Tendrá tres usos diferenciados en los tres niveles en los que se ha diseñado su construcción: en la planta baja, un bar cafetería con un gran jardín central; en la planta primera, un restaurante acristalado con vistas a la ciudad; y en la terraza superior, una zona para coctelería, adornada con una lámina de agua.
